
En el Artículo anterior, de ¿Cuál es tu enfoque? Terminé hablando de dos opciones que nosotros como creyentes tenemos, y las comparé con las ruedas pequeñas de una bicicleta que se ligan a ambos lados de la rueda trasera de esta para brindar estabilidad. En este Artículo quiero hablarte de la segunda rueda, que tiene que ver con las recompensas.
RUEDA 2: VALORAR LAS RECOMPENSAS.
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” Hebreos 11:6 (RVR)
Aquí la conjunción “Y”, significa que la segunda parte del versículo es tan importante como la primera. Eso en primer lugar; en segundo lugar, este versículo nos habla de que Dios está interesado en recompensarnos a nosotros. Yo no sé por qué muchos cristianos viven esta vida pensando que todo es por Gracia y que no hay nada más hasta que venga Jesús. Y yo también espero el rapto de la Iglesia, pero mientras esté en esta tierra, creo que Dios está buscando recompensarnos a nosotros, aún así parece que muchos creyentes, o no han entendido esto, o no creen; cuando en realidad deberíamos pensar en la recompensa, de la misma manera en que Dios piensa en recompensarnos.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” Mateo 6:33 (RVR)
Cuando este versículo nos dice: “todas estas cosas os serán añadidas” se está refiriendo al principio de las recompensas, porque se trata de algo que ha sido añadido a tu vida, es algo por lo cual tú no has trabajado sino que alguien lo añadió a tu vida. Por otro lado, es necesario entender la primera parte del versículo. Cuando la Palabra nos dice “buscad primeramente”, significa que para que algo sea añadido primero debe haber obediencia. En otras palabras, no hay recompensa sin obediencia, y la obediencia implica que habían opciones, pero elegiste la opción correcta.
La Palabra nos enseña a través del Profeta Isaias lo siguiente:
“Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra…”
Isaías 1:19 (RVR)
Tu disposición y tu obediencia tienen que trabajar en unidad, porque muchas veces obedecemos, pero no estamos dispuestos en nuestro corazón, simplemente obedecemos porque hay que hacerlo, y la motivación es importante, porque Dios siempre mira el corazón del hombre (1 Samuel 16:7).
¿Sabes por qué traemos todos los libros que ves en la Iglesia? Porque mi corazón como Pastor es que ustedes adquieran el mayor conocimiento, porque mi llamado es darles a ustedes lo mejor de la Palabra y el conocimiento que necesitan, para que sus vidas sean de testimonio del Cristo que vive en ustedes, esa es mi motivación.
Alguien dijo lo siguiente: “las recompensas están claramente explicadas en la Palabra, lo cual debe ser la motivación en la vida del cristiano” y el autor de esta frase continúa diciendo: ¿El por qué no se predica desde el púlpito? No lo logro entender. Mi punto de vista es que el cristiano está convencido de que la obediencia no tiene importancia”. Ten en cuenta esto: en la recompensa, Dios no sólo se revela como Dios, sino también como Padre. Si dejamos de ser testarudos y vamos al Padre para preguntarle cuál es Su voluntad en nuestra vida, mostrando humildad, con el deseo de obedecer Su Palabra, tendremos nuestra recompensa. Espero que de ahora en adelante, valores mucho más recompensas de Dios.
Amén.