¿Sabían que cada circunstancia se puede VER de 3 diferentes formas? Sí, podemos ver con nuestros ojos naturales, podemos ver con el conocimiento intelectual que tenemos sobre algo y podemos ver con el entendimiento que Dios nos da de lo que sucede en el plano espiritual. En este Artículo quiero mostrarles la diferencia de estas 3 formas de VER. Para ello quiero apoyarme en el Evangelio de Juan Capítulo 20, cuando Juan y Pedro salieron corriendo hacia la tumba luego de que María Magdalena les dijera que el Cuerpo de Jesús no estaba allí. En este Capítulo encontramos en  3 versículos (5, 6 y 8)  la palabra VIO 3 veces, pero en cada ocasión con un significado diferente. Así que teniendo en cuenta que  Dios nunca pone algo en la Palabra al azar, veamos el pasaje:

JUAN 20:5-8 (RVR) “Y bajándose a mirar, VIO los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y VIO los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y VIO, y creyó”. 

No sé cuántos de ustedes han leído o escuchado la historia mitológica de la guerra de Troya; un conflicto bélico entre Aqueos y Espartanos. Después de años de enfrentamiento, los Griegos al no poder atravesar las murallas de Troya decidieron construir un caballo y abandonar las costas aparentando huir de la guerra. Cuando los Troyanos vieron un caballo enorme de madera abandonado, sin rastro alguno del enemigo, asumieron que era un regalo de los dioses, lo entraron a la ciudad, y mientras algunos miembros de la realeza se oponían a conservarlo, el enemigo ocultamente, abrió las puertas de la ciudad para que entrara el ejército Griego y finalmente destruyera la ciudad de Troya.

Los Troyanos fueron engañados por lo que vieron sus ojos naturales, y eso causó su destrucción. Si bien es cierto esto es un mito inventado por el hombre, no está muy lejos de la realidad, en el sentido de que muchas veces hemos tomado decisiones o asumido hechos solamente por lo que vemos con nuestros ojos naturales; y a eso se refiere el primer VIO de Juan 20 “Y bajándose a mirar, VIO los lienzos puestos allí, pero no entró”, porque la palabra que encontramos allí en Griego es “Blepó”, que se refiere al simple acto de mirar, es decir, a la acción que se efectúa como capacidad natural del ojo, por eso Juan sólo vio con sus ojos naturales y no hizo nada.

Luego nos encontramos con el segundo VIO: “ Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y VIO los lienzos puestos allí”. En este caso es el Apóstol Pedro el protagonista. En el versículo 6, Pedro entró y vio los lienzos y el sudario; este VIO en Griego es la palabra “Theóreó”, que significa analizar. En otras palabras, Pedro no sólo miró como lo hizo Juan, sino que empezó a cuestionar a profundidad mientras contemplaba la escena, él analizó lo que veían sus ojos naturales basado en el conocimiento intelectual que tenía.

No está mal razonar o usar la lógica para comprender las cosas, el sentido común es necesario para resolver ciertas situaciones. Seguramente si los Troyanos hubieran usado el sentido común en lugar de confiar en sus falsos dioses, no habrían sido destruidos. Pero aun así el conocimiento intelectual nunca será la fuente más confiable.

Finalmente, en el versículo 8 la Palabra nos dice que el Apóstol entró, VIO, y creyó: “Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y VIO, y creyó”.  Juan en esta ocasión no vio de la misma forma que lo hizo cuando se quedó afuera de la tumba; aquí el tercer VIO proviene del Griego “Horaó”, que significa percibir, discernir o experimentar, y que en las Escrituras es una palabra usada en narraciones sobre experiencias espirituales. Por lo que podemos concluir que Dios le permitió VER, es decir, discernir, lo que significaba a nivel espiritual el hecho de que el Cuerpo de Jesús no estuviera en la tumba, y Juan decidió creer a ese tipo de Visión, pasando por encima de lo que veía con sus ojos naturales o lo que podía entender a nivel intelectual.

Así que cada circunstancia de nuestra vida podemos verla de 3 diferentes formas, pero SIEMPRE la forma más confiable es la visión Espiritual. Es por eso tan importante el que escudriñemos las Escrituras, ya que la Palabra de Dios nos ayuda a discernir a nivel espiritual cómo reaccionar a cada circunstancia, para no ser engañados por nuestros sentidos físicos ni nuestros razonamientos limitados.