
Siguiendo con nuestro estudio de Mateo 24, verso por verso, vimos en el v. 3 las tres preguntas que los discípulos le hicieron a Jesús. La semana pasada les di las respuestas a estas preguntas, o mejor dicho, les mostré dónde estaban las respuestas. Pero ahora, siguiendo adelante con esta serie, veremos lo que significa todo esto.
La siguiente sección que estudiaremos está en Mateo 24:4-8 (LBLA):
“4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5 Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: «Yo soy el Cristo», y engañarán a muchos. 6 Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. 7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. 8 Pero todo esto es solo el comienzo de dolores”
En los versículos del 4 al 7 Jesús nos da una lista de las señales que nos confirmarán que el final está cerca y, por ende, Su Retorno se acerca cada vez más. Veamos la lista de señales que Jesús mencionó:
- Engaño y falsos Cristos (v. 4 y 5).
- Guerras y rumores de guerras (v. 6).
- Nación se levantará contra nación, y reino contra reino (v. 7).
- Hambruna y terremotos (v. 7).
Jesús nos dice en el v. 8 que estas señales son sólo el comienzo de los dolores de parto; y sabemos bien que mientras más se acerca un nacimiento, los dolores —las contracciones— incrementan tanto en frecuencia como en intensidad. Así que cuando Jesús, en este versículo, nos dice que estas señales son el “comienzo” nos está dando a entender que todo comienzo tiene su final y que, en este caso, este comienzo nos indica que estamos entrando en la fase final de los tiempos.
Debemos tener en cuenta que la señal en sí, no es lo más importante. La función de cada señal es apuntarnos a algo, sin embargo, estas señales no solamente se incrementarán en cantidad, sino también en frecuencia. Dándonos aviso de que el final se está acercando a pasos agigantados. ¡Gloria a Dios!
Volviendo al v. 4, cuando Jesús dice: “Mirad que nadie os engañe”, Jesús está revelando que la primera señal es el engaño. Es curioso que Jesús haya puesto al engaño como la primera señal e indicador de los últimos tiempos. Veamos el por qué:
Permítanme decir lo obvio: el engaño NO es una mentira. Y ese es el problema; ya que si sólo fuera una mentira, el engaño sería fácilmente detectado y desechado. La mayor táctica del engaño es que tiene mitad verdad y mitad mentira. Es literalmente una mezcla de verdad con mentira, pero asegurándose de contener la suficiente verdad para que sea aceptado el engaño, y así lograr confundir a las personas, para hacerlas caer.
La palabra “engaño”, que Jesús utilizó como señal, en el Griego nos da la imagen de una persona que camina sobre una línea sólida y recta, pero que en el proceso de su caminar comienza a desviarse hasta estar caminando completamente fuera de la línea. Poniendo esta definición en contexto con lo que estamos estudiando, Jesús nos indicó que en los últimos tiempos habría una divergencia masiva de esta sólida línea, que es la Palabra de Dios y Sus Principios. Es por eso que vemos la decadencia moral de la sociedad.
Vemos cómo la humanidad está siendo bombardeada con información llena de engaño —confusión— , haciendo que a muchas personas les cueste diferenciar qué es moralmente correcto e incorrecto. Este engaño, esta confusión, moral hoy en día ha entrado con tanta fuerza, que una nación civilizada en cuestión de días está al punto del desastre.
Los dejo con estos versículos, y seguiremos estudiando en el próximo artículo sobre los últimos tiempos.
Isaías 5:20 (LBLA)
“¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!”
Mateo 16:18 (LBLA)
“… y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (la Iglesia)”