
Un hombre llamado Jairo en cierta ocasión estaba conduciendo de una ciudad a otra, era una noche oscura y muy lluviosa, de repente se le pinchó una llanta, se bajo a buscar la caja de herramientas y se dio cuenta que había olvidado la llave para quitar las tuercas de la llanta. Estaba en un tremendo lio, pues ya era muy tarde y estaba lejos de casa con un clima difícil. A lo lejos alcanzó a ver la luz de una casa, entonces él pensó que ahí podía estar su salvación. Así que se dirigió al lugar, convencido que ahí encontraría la solución a su problema, y que en esa casa le facilitarían la llave que él necesitaba para quitar las tuercas de la llanta.
Al mirar su reloj cae en cuenta que ya estaba muy tarde, se puso a pensar: ¡Y si ya están durmiendo en esa casa! ¿Qué hago? Lo más probable es que no me van a abrir la puerta, quizás piensen que soy un ladrón o se van a molestar por golpearles la puerta a esta hora! Este hombre mientras caminaba pensaba en todos los problemas a los cuales se iba a enfrentar, su mente le estaba jugando una mala pasada, y siguió pensando: ¡De pronto se levanta el hombre de la casa, va a estar muy molesto y me va a gritar!
Los pensamientos lo bombardeaban segundo a segundo, hasta que terminaron por hacerlo enojar, ya estaba parado frente a la puerta, muy irritado. Y toco fuertemente, en ese momento se asoma un hombre por la ventana que pregunta: ¿Quién es? Entonces Jairo muy enojado le responde: ¡Pues soy yo, venía a pedirle una llave de tuerca prestada pero ¿Sabe algo? Ya no me interesan sus llaves, ni que fueran las últimas llaves en el planeta!
Esta historia suena algo increíble y hasta cómica, pero muchas veces a usted y a mí nos puede suceder igual, nuestros temores crean un lazo a nuestra vida, atacando nuestra mente. No podemos permitir que los pájaros vuelen sobre nuestra cabeza pero si podemos evitar que aniden en ella.
“El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado”
Proverbios 29:25 (RVR)
Muchas veces el pensar así, hace que perdamos lo que Dios tiene preparado para nosotros. El temor nos lleva a pensar en cosas que nunca han sucedido y muchas veces quizás nunca van a suceder, el temor poco a poco va desvaneciendo nuestra fe y lo hace porque ambas no pueden habitar en un mismo lugar, o tenemos miedo o tenemos fe y sin darnos cuenta, el temor también nos lleva a creer en las cosas contrarias a lo que nos dice la Palabra de Dios.
Cuando hay temor creemos que todo está perdido, que ya no hay esperanza, que lo mejor es abandonar. También nos hace creer que nada bueno nos va a suceder, que la salud va a empeorar, que no podremos pagar esa deuda, que no podremos terminar la carrera en la universidad, que el hogar se va a destruir, que conseguir ese empleo es imposible porque no tenemos las recomendaciones o conexiones que necesitamos.
Así no hayan razones, el temor las va a encontrar o se las inventa. Recuerda lo que dice Proverbios 29:25 “El temor del hombre pondrá lazo…” Cuando permites que el temor invada tu vida, no te deja avanzar. Que no nos ocurra lo que le sucedió a Jairo en la historia, cuando permitió que sus pensamientos gobernaran su mente estos empezaron a jugar un papel totalmente negativo y no hubo solución. Ese lazo de temor impide al creyente relacionarse con otras personas, creer en la Palabra y avanzar.
Eso fue lo que le sucedió a Pedro cuando caminó sobre las aguas, Pedro se atrevió a creer y dio un paso de fe; pero al ver el fuerte viento le dio miedo y comenzó a hundirse. Eso produce el temor en nuestra vida, nos hunde, nos roba lo mejor de Dios. Si usted en este momento está experimentando esa sensación de temor por lo que está pasando a nivel mundial, si siente que se está hundiendo en los problemas, aférrese a la Palabra.
“Pero, al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: ¡Señor, sálvame!En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió:¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”Mateo 14:30 (NVI)
Unos versículos antes vemos que Pedro le dijo al Señor que quería ir donde Él estaba, y Jesús le dijo: ¡Ven! Entonces en fe Pedro caminó sobre las aguas, con su fe puesta en la Palabra del Señor, pero de repente él apartó su mirada del Señor y se enfocó en la tormenta y comenzó a hundirse.
Satanás hará cualquier cosa para que quites tu mirada de la Palabra de Dios. Por ejemplo, causará problemas en tu vida, agitará las cosas de tal manera que tu situación lucirá como la de un bote a remos en medio de una tormenta. Hará lo que pueda para que pongas tu mirada en el mundo natural y en la situación que te rodea y no en las promesas de Dios.
No te dejes llevar por el temor porque esto debilita tu fe en medio de la tormenta; el enemigo provocará situaciones, traerá a tu memoria cosas del pasado para que empieces a pensar de la manera que lo hacías antes.
Continuando con el versículo 31 vemos que el Señor le dijo a Pedro: ¡Hombre de poca fe! ¿Porqué dudaste? El temor nos lleva a dudar lo que la Palabra de Dios dice, este no va a permitir que nos enfoquemos en las promesas de Dios sino en los problemas, afectando nuestro caminar en Cristo.
Cuando entendemos lo que el Señor Jesús hizo por nosotros en la Cruz, podremos ver esa luz así como lo hizo Jairo al principio de la historia, esa luz equivale a las promesas de Dios que se encuentran en la Palabra, la cual cambiará cada situación por más difícil que sea; cada promesa será esa llave que quitará cada tuerca para que puedas hacer el cambio que necesitas.
No cedas. Fija tu mirada en la Palabra de Dios hasta que esta sea más real que cualquier otra cosa que percibas. Si lo haces, caminarás sobre las aguas sin ningún problema. Recuerda que sin fe es imposible agradar a Dios.
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”
Hebreos 11:6 (RVR)
¡No permitas que el temor te ate! el Señor te ayudará como lo hizo con Pedro.
Gloria a Dios 🙏
Gracias Pastor, Bendiciones..
La palabra de Dios ha sido mi sostén,he estado varios días hospitalizada y escuchar los pastores ,aplicar la palabra y creerla es lo que me ha sostenido,cada día Dios me habla a travez de personas de de este título que se que Dios,me paro en la palabra y en fe creyendo firmemente que la voluntad de Dios es agradable y perfecta…gracias pastores por si labor Dios les bendiga