Iglesia Palabra Pura

Empiezo esta Serie sobre Sanidad, que espero que sigan con mucha atención, aclarando que Dios no creó a los seres humanos imperfectos, débiles y vulnerables a la enfermedad; Dios es un Dios de excelencia, todo lo que hace lo hace perfecto, y no pasa a Su siguiente plan hasta que comprueba que todo tiene Sus altos estándares de calidad. Lo podemos ver desde el primer Capítulo de Génesis, donde 8 veces encontramos que Dios supervisó Su obra y la vio buena, es decir, completa y agradable (Génesis 1:4,10,12,18,21,25,27,31).

Durante 6 días, Dios estuvo creando y dando orden en el planeta tierra, cerrando Su maravilloso plan con la creación del primer Adán, a Su imagen y semejanza (Génesis 1:26), un ser humano tripartito (espíritu, alma y cuerpo) con todas las capacidades para continuar reflejando y experimentando la perfección con que Dios lo había creado, y con esa misma perfección fue  creada la mujer de la costilla de Adán:

GÉNESIS 1:27 (RVR) “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”

Sin embargo, cuando Adán y Eva desobedecieron al único mandamiento que les había dado Dios para protegerlos, la muerte entró a operar en toda la creación que Dios había hecho buena:

ROMANOS 5:12 (RVR) “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”

Todos los seres humanos nacemos relacionados con el primer Adán, pero no el Adán perfecto del Jardín del Edén, sino el Adán caído, el Adán echado del Edén, el Adán que murió 2 veces (espiritualmente y físicamente). Por lo tanto, toda la humanidad viene caída y vulnerable a la enfermedad, cuyo propósito es llevar a todo ser humano a la muerte física. La enfermedad no es una Bendición, ni una herramienta de Dios, es una opresión que tiene el sello de satanás, ya que la enfermedad viene a “Robar, Matar y Destruir” (Juan 10:10). La enfermedad viene a oprimir hasta la muerte.

Es por eso que una de las obras del diablo que vino a destruir Jesucristo fue la enfermedad. Recuerden que Adán perdió 2 cosas en el Edén, su conexión directa con Dios y su vida física, que se resumen en muerte espiritual y degradación del cuerpo (enfermedad) hasta morir. Jesucristo, el último Adán, fue a la cruz para recuperar lo que el primer Adán había perdido.

Es por eso, que no podemos ver la obra de Jesucristo en la cruz desligada de la sanidad. Jesucristo no sólo cargó con nuestros pecados, para que nosotros no tengamos que pagar por ellos, sino que, además, llevó, en Su Cuerpo, todas nuestras enfermedades para que nosotros no tengamos que llevarlas en nuestros cuerpos:

ISAÍAS 53:4-5 (RVR) “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”

Isaías profetizó que el Cristo vendría a la tierra como un Siervo Sufriente, que sería castigado, pero no por sus propios pecados, sino por los nuestros, con el fin de que se liberara a nuestro favor el perdón de pecados, sin embargo, no podemos tomar esa parte de la profecía y creerla, desconociendo que también Isaías profetizó que el mismo Siervo Sufriente llevaría nuestras enfermedades y dolores. Así que preguntémonos, ¿por qué Jesucristo también tomó nuestras enfermedades? Porque también la sanidad hace parte del intercambio divino, Él cargó con la opresión de enfermedad para darnos Su sanidad.

Infortunadamente, a muchas personas le han compartido el mensaje de buenas noticias incompleto, sin la sanidad; sólo les hablan del perdón de pecados al poner fe en la suficiencia del Salvador, dejando a la sanidad como un beneficio al que sólo algunos pueden acceder. No obstante, Dios desde el Antiguo Testamento apuntó a través de tipologías y sombras, que al mirar la cruz no sólo encontraríamos perdón, sino, además, sanidad.

En el libro de Números, encontramos la forma en cómo Dios, a través de Moisés, les enseña a los Israelitas cómo podían ser sanados y vivir si eran mordidos por serpientes venenosas:

NÚMEROS 21:8-9 (RVR) “Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”

Ellos estaban en otra Dispensación, bajo la Ley de Moisés, por lo tanto, si obedecían, la protección de Dios estaría sobre ellos (Deuteronomio 30:19), pero si hacían lo malo, venía la maldición sobre ellos, al Dios apartar Su protección. Y precisamente eso era lo que ellos habían hecho, lo malo, por lo que fueron atacados por serpientes cuyo veneno los mataba. Sin embargo, a pesar de que lo merecían por violar el Pacto, Dios se movió una vez más en Misericordia y les dio la salida: “Miren a la serpiente de bronce clavada sobre un asta y vivirán”. Esto no sólo es impresionante por lo que ocurrió en ese tiempo con los Israelitas, sino por la forma en cómo Dios aprovechó para mostrar a través de esta figura lo que haría Jesucristo en la cruz.

JUAN 3:14-15 (RVR) “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”

Jesús testificó que Él era el cumplimiento de esa serpiente clavada en el asta. Él sería levantado, Él sería tratado como un maldito en la cruz, para darnos vida espiritual y física. Los dos beneficios, no uno, los dos. Si analizan, Jesucristo cuando declaró que Él sería levantado como la serpiente en el desierto, le estaba hablando a Nicodemo sobre nacer de nuevo, no sobre sanidad, pero cuando se aplicó en el tiempo de Moisés fue para sanidad, lo cual deja claro que la Obra de Jesucristo en la cruz fue para ambos beneficios. ¡Comprender esto es maravilloso!

Si ahora tienes síntomas de enfermedad, mira a la cruz, mira lo que Jesús hizo por ti, deja que se libere en tu cuerpo los beneficios de sanidad de Aquel que fue levantado como la serpiente en el desierto. ¡Jesucristo también vino a Sanarte!

Continuamos esta Serie la próxima Semana.

10 comments on “JESUCRISTO TAMBIÉN VINO A SANAR- PARTE 1

    1. Wow Pastor, mil gracias por esto. Hoy lo necesitaba recordar.
      Me he repetido los audios muchas veces, y gracias a sus enseñanzas y a los libros de Andrew Womack y Caps he podido interiorizar esta gran verdad de la sanidad para nosotros. Sin embargo, he tenido días difíciles y justo hoy me acostaba con lagrimas por un dolor que no me pertenece, gracias a Dios también mi esposo se ha apropiado de la Palabra Pura que ustedes nos dan y cuando síntomas aparecen oramos agradeciendo a Jesús por Su sacrificio perfecto.
      Gracias por tomarsen el tiempo de buscar todos los medios posibles para que la Palabra llegue a cuantas personas sea posible.
      Los bendigo y los amo!

  1. Impresionante inicio de esta serie Pastor Rafael muchas gracias por darnos todo ese conocimiento y sabiduría para ayudarnos a crecer espiritualmente y entender la sanidad como es en este caso . Dios le bendiga grandemente.

    1. Espectacular pastor Rafael. Entendí esa tipologia afirmando que además del perdon esta nuestea sanidad. Bendito sea nuestro SEÑOR JESUCRISTO.
      Muchas muchas gracias pastor Rafael 🙂

  2. Wow Pastor, mil gracias por esto. Hoy lo necesitaba recordar.
    Me he repetido los audios muchas veces, y gracias a sus enseñanzas y a los libros de Andrew Womack y Caps he podido interiorizar esta gran verdad de la sanidad para nosotros. Sin embargo, he tenido días difíciles y justo hoy me acostaba con lagrimas por un dolor que no me pertenece, gracias a Dios también mi esposo se ha apropiado de la Palabra Pura que ustedes nos dan y cuando síntomas aparecen oramos agradeciendo a Jesús por Su sacrificio perfecto.
    Gracias por tomarsen el tiempo de buscar todos los medios posibles para que la Palabra llegue a cuantas personas sea posible.
    Los bendigo y los amo!

  3. Gracias Sr Jesucristo por tu gran amor y por la oportunidad que nos das de salvación y sanidad, ATI sea la Gloria y la Honra por siempre mi señor.

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