
MATEO 4:23 (RVR) “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”
Este era el orden en cómo operaba el Ministerio del Señor Jesucristo en la tierra: primero enseñaba, luego predicaba, y por último, sanaba. Ahora, si Él primero traía la enseñanza y luego sanaba, ¿no creen que todos los cristianos deberíamos operar de la misma forma ante la enfermedad? Sin embargo, son pocas las personas que están dispuestas a recibir la enseñanza primero. Muchas personas sólo quieren que alguien ore por ellas, pero no poner ningún esfuerzo en recibir el fundamento sólido de la Palabra sobre la sanidad, ignorando que la enseñanza es primordial, no sólo para recibir sanidad, sino para permanecer en sanidad.
La enseñanza nos establece principios Bíblicos y nos corrige falsas creencias, como por ejemplo, aquella que considera a la enfermedad como una herramienta que Dios usa para traernos una enseñanza o bendición. Pero es que, ¿acaso la enfermedad produce bendición o enseñanza? Veamos algunos versículos donde aparece Jesús sanando, para entender qué Bendición o enseñanza trajo la enfermedad:
MATEO 14:36 (RVR) “y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos”
MATEO 12:15 (RVR) “Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos”
MATEO 15:30-31 (RVR) “Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel”
LUCAS 4:38-39 (RVR) “… La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella. E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía”
LUCAS 4:40 (RVR) “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”
¿Podría alguien indicarme qué misión de enseñanza estaba cumpliendo la enfermedad en las personas que Jesús sanó? No encuentro ningún pasaje donde Jesús sanara diciendo: “Ya aprendiste la lección del porqué mi Padre te puso esta enfermedad, así que te voy a sanar”. No lo encuentro, porque no existe, porque es mentira, Dios nunca usa, ni usará, la enfermedad como un maestro, es la Palabra y el Espíritu Santo quien instruye al ser humano en el camino recto de Dios.
MATEO 7:9-11 (TLA) “Nadie le da a su hijo una piedra, si él le pide pan. Ni le da una serpiente, si le pide un pescado. »Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará buenas cosas a quienes se las pidan”
Sólo imagínense a un padre diciéndole a su hijo: “Ya que te has portado mal, te daré este veneno para que tus órganos empiecen a pudrirse, y sufras un poco, sólo hasta que entiendas que no puedes desobedecerme; luego, como soy tan buen padre, te daré algo para quitarte el veneno, ya que aprenderás la lección”. ¿Qué padre sería tan cruel para pensar de esta manera? ¿Por qué entonces, creeríamos que los padres terrenales tienen más compasión que Dios Padre, y que Él sí está poniendo cáncer y todo tipo de enfermedades sobre los seres humanos que tanto ama?
No, la enfermedad no produce nada bueno, ella sólo viene a robar, matar y destruir (Juan 10:10), porque es la herramienta que el opresor de este mundo usa para afligir al ser humano.
HECHOS 10:38 (RVR) “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”
Claramente la Palabra nos indica que el autor de la enfermedad no es Dios, sino el diablo, y que la misma es una opresión. Una opresión viene a llevarte abajo, a producirte dolor, a no dejarte avanzar en libertad. Y esta jamás será la condición en la que Dios quiere que viva el ser humano, por lo tanto, Jesús buscaba manifestar Su sanidad en todos los lugares que visitaba.
En realidad, debería ser simple el entender que el ladrón de la salud es el diablo, y el Sanador es Jesucristo. Pero las experiencias han sido tenidas en cuenta como de más valor, sobre la misma Palabra de Dios.
¿A qué me refiero? Que personas que oraron a Dios por su sanidad, o pidieron a otros que oraran por ellas, y no vieron la manifestación de la sanidad rápidamente, le han dado más valor a sus experiencias para decir que Dios no siempre quiere sanar, o que no por lo menos hasta que aprendan algo y sean más humildes, pasando por encima de lo que la misma Palabra testifica, una y otra vez, sobre Jesucristo sanando a todos los que el diablo había oprimido.
La verdad es que no tiene lógica alguna sus argumentos: “Dios aún no me quiere sanar”, “Dios me quiere más humilde, y por eso me envió esta enfermedad”, “Yo le oré al Señor para que me sanara, pero entendí que todo esto tiene un propósito”. Argumentos contradictorios, ya que, si realmente Dios quisiera enseñarnos y hacernos más humildes a través de la enfermedad, ninguno de nosotros debería orar por sanidad, ya que estaría yendo en contra de Su perfecta voluntad.
En el Artículo pasado vimos cómo Dios nunca planeó la enfermedad, sino que luego de que la enfermedad entrara por culpa del primer Adán, Dios empezó a revelar Su sanidad a aquel que ponía su confianza en Él. Y en este artículo hemos visto cómo la enfermedad no viene a enseñarnos ni hacernos crecer de ninguna manera, sino a oprimirnos. En el próximo Artículo, veremos una lista de causas de muchas enfermedades, que por supuesto, ninguna de estas están relacionadas con la voluntad de Dios.
Gracias Pastora Rafael, por hacernos más fuertes en la palabra y enseñarnos que la enfermedad no viene de Dios.
Muchas gracias Pastor Rafael magnífica serie, quitando velos cada día a través de sus enseñanzas. Bendiciones
Muchas gracias pastor ,yo hace años antes de conocerlos también pensaba así que Dios me enfermaba con un propósito.
Que error tan grande ,desde que los escucho entendí que no es así ,la paz de Dios vino a mi vida ahora entiendo todo Juan 10 10 es la verdad ,de donde viene la enfermedad .y todo lo maravilloso que Dios por medio de su hijo a hecho para todos sus hijos
Muchas gracias pastor Rafael y pastora Adriana Dios los siga bendiciendo en todo siempre
Que falta de entendimiento, Gracias Pastores por mostrarnos la verdadera enseñanza de la Palabra de Dios. Me quedo con el orden como operaba el ministerio del Señor Jesús
Primero enseñanza, segundo Predicación y tercero daba sanación