Iglesia Palabra Pura
  • 20 noviembre, 2023
  • Rafael Lemes
  • 5

En los Evangelios podemos ver que Jesucristo nunca justificó ni aceptó ninguna enfermedad; Él estuvo dispuesto a sanar al que se enfermó por pecar (Juan 5:1-14 / Marcos 2:1-12), al que se enfermó de repente (Mateo 8:14-15), a la que llevaba años enferma (Lucas 8:43-48, a la que tenía una enfermedad terminal (Mateo 9:18-26) y al que nació enfermo (Juan 9:1-7). De la misma manera, nosotros no podemos aceptar las enfermedades sea cual sea la causa. Dios puede sanar cualquier tipo de diagnóstico.

No conozco las primeras personas que si ven una plaga en sus casas, levantan sus manos y agradecen a Dios porque las han recibido. Incluso nadie ora para pedir dirección a Dios de si deben erradicarlas de sus casas; con sentido común toman acción y no descansan hasta tener la seguridad de que le han dado fin a la plaga.

No obstante, muchas personas ante cualquier diagnóstico deciden orar así: “Señor, no entiendo por qué esta enfermedad está en mi cuerpo, no sé si fue que cometí un pecado y Tú me has castigado, o si tienes una prueba para que yo no me exalte como el Apóstol Pablo, pero te pido que SI ES TU VOLUNTAD me sanes, yo aceptaré lo que Tú quieras para mí”. Wow, no puedo negar las buenas intenciones de esas oraciones, pero déjenme expresarles que todas esas oraciones son sólo un montón de palabras llenas de engaño, incoherencia e incluso falsas acusaciones hacia Dios y Su Bondad, que sólo les hace más difícil la manifestación de sanidad. Precisamente las oraciones incorrectas hacen parte de la lista de razones de por qué sobre una persona no se manifiesta la sanidad.

RAZONES O CAUSAS QUE BLOQUEAN LA MANIFESTACIÓN DE SANIDAD:

1. ORACIÓN INCORRECTA

1 JUAN 5:14-15 (RVR) “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”

Dios nos ha mostrado en Su Palabra que Él está disponible para manifestar todo aquello que Él ya nos ha dicho que es Su voluntad. A través de estos Artículos hemos visto pasaje tras pasaje que la Sanidad hace parte del plan de Redención, juntamente con el perdón de pecados. Ningún verdadero cristiano ora a Dios “Si es Tu voluntad salvar a mi familia, a mi amigo, a mi vecino…”. No, todos sabemos que Dios no quiere que nadie se pierda. Por lo tanto, la oración de sanidad nunca puede contener “Si es Tu voluntad sanarme”, la oración necesita fe, que es la certeza de lo que esperamos y la convicción de lo que no percibimos en nuestros sentidos naturales (Hebreos 11:1).

La Palabra nos dice que cuando los justos oran de forma eficaz, se libera poder:

SANTIAGO 5:16 (JBS) “… Porque la oración eficaz del justo, es muy poderosa”

No es cualquier oración la que recibe la manifestación del poder de Dios; Dios no responde a oraciones necias, desconfiadas e infructuosas, Dios responde a la oración eficaz, que es la oración que lleva un respaldo Bíblico trazado por el Pacto Vigente, el Nuevo Pacto.

HEBREOS 4:12 (RVR) “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz…”

La oración correcta frente a la enfermedad, es aquella que está basada en la confianza de lo que Escrito Está. Dios no puede ser tratado como un casino donde las personas le apuestan a una ficha esperando a que la suerte “caiga” en el número al que han apostado. Dios ya ha manifestado Su buena voluntad para sanar, somos nosotros los que debemos confiar en esa buena voluntad y por medio de la oración pedir la manifestación de la sanidad.

Es lamentable, pero las Iglesias están llenas de personas con muy buenas intenciones, pero ineficaces a la hora de orar por sanidad, todo porque consideran irrespetuoso e irreverente no mencionar “Si es tu voluntad”, pero esto sólo es el reflejo de un profundo desconocimiento de la Palabra frente a este tema.

Es algo curioso, pero la mayoría de personas cuando compramos algo, solicitamos que nos entreguen un recibo donde se certifique que es nuestro lo que hemos adquirido. Este mismo recibo lo guardamos como un tesoro, sabiendo que es la prueba de que algo nos pertenece. Así deberíamos actuar frente a la enfermedad, si llega un síntoma podemos: ir al recibo de pago donde se demuestra que la sanidad nos pertenece porque Jesucristo pagó para entregárnosla.

Por lo tanto, atesoren el recibo de sanidad:

SALMOS 103:3 (NTV) “Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades”

SALMOS 107:19-20 (RVR) “Pero clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”

ISAÍAS 53:4-5 (RVR) “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

HECHOS 10:38 (NTV) “Y saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder. Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran oprimidos”

3 JUAN 2 (RVR) “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”

1 PEDRO 2:24 (RVR) “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”

GÁLATAS 3:13-14 (RVR) “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”

JEREMÍAS 30:17 (RVR) “Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”

MARCOS 11:23-24 (RVR) “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”

Estas son algunas partes que pueden tomar para mostrar sus recibos de sanidad. Nadie que ha comprado algo y tiene un recibo para comprobarlo, baja la cabeza diciendo: “Yo creo que este es el recibo, pero de pronto fue que ya lo que compré no es mío”. Por el contrario, con certeza dicen: “Miren, es mío, me pertenece”. Por lo tanto, les invito a que sigan atesorando más partes del recibo que pueden mostrar ante cualquier síntoma, para que sus oraciones estén basadas en la confianza de lo que Dios ha dicho les pertenece, y así sólo estar expectantes a la manifestación.

Seguiremos viendo más causas que bloquean la manifestación de sanidad.

5 comments on “JESUCRISTO TAMBIÉN VINO A SANAR- PARTE 6

  1. Muchas Gracias por sus enseñanzas. Me alimentan como Maná en el desierto que sabía bien. Pienso que Dios le añadió Vitaminas, minerales y quizás algo más para que tanta gente pudiera vivir sustentada y bien alimentada. Infinitas Bendiciones y Gracias por el esfuerzo que hacen para enviarnos Buenas Palabras. Amén.

  2. Amén Amén Amén al poder y sabiduría de Dios y honra u gloria al padre y nuetro nuestro señor Jesucristo. Gracias pastor por esta explicación para compartir con otros .

  3. Pastor, vengo aprendiendo y actuando bajo la verdad inexorable e incuestionable que la voluntad de Dios es nuestra sanidad que Cristo pagó en el marco de su muerte. Solo debo recibir y apropiarme del paquete completo de su gracia, ponerle mi nombre a esta dádiva y recibirla sin objeción alguna.

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