
Estamos llegando a la parte Final de esta Serie llamada JESUCRISTO TAMBIÉN VINO A SANAR. Pasaremos al tercer punto que deben tener en cuenta para pelear la buena batalla de fe en el área de la sanidad:
3. USEN LAS ARMAS DISPONIBLES PARA LOS CREYENTES:
SANTIAGO 4:7 (RVR) “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”
Es ilegal que la enfermedad toque los cuerpos de los creyentes; sin embargo, no son muchos los creyentes que saben que pueden defenderse y pelear por la manifestación de su sanidad, reclamando los beneficios que nos otorgó Jesucristo en la cruz. No obstante, como lo vimos en Santiago 4:7, el enemigo sólo huye cuando un creyente se somete a Dios y resiste al atacante, en este caso la enfermedad.
La palabra resistid, que encontramos en ese versículo de Santiago, tiene 2 interesantes significados en el Griego: “estar de pie y en contra”. Lo cual nos permite entender que el llamado que nos hace la Palabra, no es a que sólo tratemos de soportar hasta que el ataque del enemigo pase, sino a que seamos inamovibles, todo el tiempo empujándolo, hasta que no le quede más remedio que huir. De igual manera, ante la enfermedad no podemos resistir con la actitud de: “Yo lo intenté, yo traté”; tenemos que someternos a Dios, y estar de pie y en contra de la enfermedad, determinados, hasta que huya.
Ahora, para estar de pie y en contra de la enfermedad, Dios nos ha dado armas poderosas (2 Corintios 4:3-4), veamos algunas:
LA SANTA CENA:
SALMOS 105:37 (RVR) “Los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo”
Después de que los Israelitas celebraron la primera Pascua en Egipto, la Palabra nos dice que todos salieron, de esa nación opresora, sanos. Para que la Palabra hiciera énfasis en esta parte, es porque antes de la Pascua sí se contaban enfermos en las Tribus de Israel, pero luego de celebrarla, de manera maravillosa la Pascua no sólo los había guardado del Juicio, sino además, les había sanado todas las enfermedades y dolencias.
1 CORINTIOS 11:26 (RVR) “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”
La primera Pascua apuntaba al cumplimiento de lo que sucedería cuando Jesucristo fuera herido y torturado hasta morir la peor muerte que un ser humano puede tener, la cruz, para no sólo librarnos del Juicio venidero, sino, además, darnos Su sanidad. Así que en este tiempo, después de la cruz, cuando participamos del pan y del vino en memoria de lo que Jesucristo hizo por nosotros, estamos anunciando: “Jesucristo es mi Pascua, Él venció a la muerte, Él me ha dado redención eterna, Él me otorgó perdón al darme Su Justicia, Él legalmente me ha sanado de toda enfermedad, por lo tanto, todo lo que sea contrario a lo que Jesucristo me ha dado, incluyendo la enfermedad, debe salir de mi cuerpo, porque es ilegal en mí”.
La Palabra dice en el Salmo 23:5 “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores” (RVR); y eso es lo que precisamente son las enfermedades y dolencias, angustiadores, por lo que es justamente en medio de la enfermedad que podemos usar el arma de la Santa Cena, que Dios ha puesto delante de nosotros, para participar de ella, sabiendo que los angustiadores (las enfermedades) no tienen otro destino que huir de nuestros cuerpos por lo que Jesucristo hizo por nosotros.
EL PODER DE LA IMAGINACIÓN:
La imaginación es un don maravilloso que Dios le ha entregado al ser humano. Nuestras palabras están unidas a lo que imaginamos. Es casi imposible decir “carro rojo”, y que nuestra mente no imagine un carro rojo. Sin embargo, después de la caída del primer Adán, todo se corrompió, incluso la imaginación. Sí, después de la caída, este don maravilloso empezó a ser usado de manera pervertida hasta el punto de imaginar haciendo lo malo, trayendo a la manifestación malas acciones y resultados.
Sin embargo, podemos encontrar en las Escrituras cómo Dios le reveló a los Patriarcas, la manera en cómo podían usar el don de la imaginación para traer a lo visible aquellas bendiciones que ya habían sido otorgadas en el mundo invisible. Un ejemplo es el Patriarca Abraham:
GÉNESIS 15:5 (LBLA) “Lo llevó fuera, y le dijo: Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia”
Lo más curioso es que cuando Dios le dijo esto a Abraham, él no había podido tener un hijo con Sara, su esposa, y sus edades eran ya avanzadas. No obstante, Dios le mostró cómo la imaginación coopera a su favor si es usada correctamente. En otras palabras, Dios le dijo a Abraham: “No te fijes en tu cuerpo viejo y la esterilidad de Sara, imagina tu descendencia tan numerosa como las estrellas, no imagines tu realidad inmediata, imagina tu promesa”. No obstante, a Abraham le costó imaginar en contra de lo que veía naturalmente, y por no hacerlo en un inicio, terminó retrasando varios años el cumplimiento de su promesa.
Así que, entendiendo que usar la imaginación para ver manifestadas las Promesas de Dios, es un Principio Bíblico. En la batalla de la fe, deben desviar el enfoque de toda imaginación contraria a la verdad de Dios. En vez de imaginar cómo empeora la enfermedad, e incluso su funeral, imaginen cómo se manifiesta la sanidad en sus cuerpos.
Pueden usar ayudas visuales que estimule su imaginación, como por ejemplo: fotos de ustedes, cuando estaban sin el diagnóstico de enfermedad, pegadas en los lugares donde hayan espejos o reflejos, versículos Bíblicos que les recuerde las promesas de sanidad, dibujos de ustedes siendo sanados, declaraciones de fe, ubicados en lugares de fácil visibilidad, y todas aquellas ayudas que sientan que Dios les está guiando a seguir. Como en el caso del Patriarca Jacob, que se sintió inspirado por Dios para tomar varas y cortarlas de forma especial, de tal manera, que así como las varas parecían pintadas, las ovejas que estaban a su cargo parieran los mejores borregos pintados y salpicados de diferentes colores:
GÉNESIS 30:37-39 (RVR) “Jacob tomó entonces varas verdes de álamo, avellano y castaño, y les quitó la corteza para que se viera lo blanco de las varas; luego puso las varas sin corteza en los abrevaderos, donde las ovejas venían a beber agua, y estas se apareaban delante de las varas cuando venían a beber. Así las ovejas concebían delante de las varas, y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores”
Jacob hizo esto luego de recibir esta Promesa de Dios:
GÉNESIS 31:12 (RVR) “él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho”
Dios, al decirle “Alza ahora tus ojos, y verás”, lo estaba impulsando a usar su imaginación en la Bendición que pronto se manifestaría. Por lo que Jacob decidió usar las varas, como ayuda visual, para poner su imaginación a funcionar totalmente en el cumplimiento de la Promesa.
En el próximo Artículo terminaremos esta Serie sobre sanidad. Por lo que en la parte final, de la próxima semana, me gustaría recordarles 2 armas más que tenemos los creyentes y orar por todas aquellas personas que tengan cualquier síntoma. Los espero.
Muchas gracias Pastor Rafael por está palabra que me llegó justo en el momento que lo necesitaba. Bendiciones
Pastor Rafael, bendiciones. Eso de usar la imaginación, creyendo que Dios quiere mi sanidad y murió para darnos sanidad, salvación y prosperidad, es válido. Incluso, dese que estoy con ustedes como socio-miembro, seguí sus enseñanzas sobre sanidad, leí el libro sobre sanidad que generosamente me obsequiaron y creí a la Palabra he empezado a ver resultados importantes de salud en mi cuerpo. Lo que no sé es cómo celebrar la Cena del Señor, siendo que vivo solo (discapacitado, por ahora) y no asisto a ninguna iglesia presencial. Solo a Palabra Pura como socio-miembro.