
Acabamos de terminar el año 2023, quedó en el pasado con toda la incertidumbre, el temor, la enfermedad y la muerte que fueron tema para muchos; pero entramos al 2024 y así como en el año anterior, en este debemos seguir dependiendo de Dios. Es necesario seguir ejercitando la fe porque sólo así podremos marcar la diferencia.
¿Alguna vez se han sentido estancados? ¿Ven que caminan y caminan y no pasan del mismo lugar? Es muy importante crecer, avanzar y no quedarse siempre en el mismo sitio.
Permítanme compartirles la siguiente historia:
Se dice que hace mucho tiempo, cientos de personas se le acercaban a un hombre muy sabio para contarle sus problemas, el sabio anciano los aconsejaba, ellos lo escuchaban, pero nunca ponían en práctica lo que el hombre les decía y esto se repetía siempre.
Esta situación se convirtió en un círculo vicioso, pues el anciano, ya cansado de la misma actitud de la gente, los reunió a todos y les contó un chiste, el chiste era tan divertido que todos estallaron de la risa, luego volvió a contárselos y se rieron nuevamente, continuó haciéndolo por un par de horas.
Ya desesperada la gente le dijeron al anciano: ¡Oye, pero ¿por qué siempre nos cuentas el mismo chiste? Avanza hombre, cuéntanos otro mejor! Entonces el anciano aprovechó la oportunidad y les dijo: ¡Oigan, ustedes por qué no pueden reírse varias veces del mismo chiste, pero si pueden recordar, vivir y llorar mil veces el mismo problema! Esta historia nos lleva a una muy buena reflexión y es que nos acostumbramos tanto a los problemas que hacemos cambios o ajustes sólo en aquellas cosas que no cuestan ningún esfuerzo y eso, claro, evita que avancemos.
En la Palabra encontramos un mensaje que Dios le dio al pueblo de Israel; este mensaje se los recuerda por medio de Moisés en Deuteronomio 1:6-8; voy a parafrasear este mensaje: Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, lugar en el que fueron esclavos por muchos años, Dios les abrió paso de una manera milagrosa, abrió el mar rojo en dos y los libró de la mano del Faraón.
El propósito de Dios, al sacarlos de Egipto, era que ellos llegaran a un lugar que Él ya les tenía reservado desde hace mucho tiempo, ese lugar era llamado la “Tierra Prometida”, pero Dios antes de llevarlos allí necesitaba poner en orden algunas cosas y enseñarles e instruirles en otras muy importantes; era necesario que Dios confirmara Su Pacto con ellos.
Dios necesitaba que ellos se hicieran conscientes que eran un pueblo diferente y que estaban llamados a marcar la diferencia, por eso los lleva a un lugar llamado Horeb, este era el Monte Sinaí, y allí Dios se manifiesta de una manera poderosa. Los corrigió, les dio instrucciones, les entregó los mandamientos y los ratificó como personas especiales y Dios manifestó Su Gloria en este lugar.
Israel tenía la bendición a tan sólo once días de camino, pero ¿saben qué pasó? Ellos se acomodaron en Horeb, en lugar de levantarse y seguir el camino, se quedaron en allí por cuarenta años. Dios tenía más para ellos, pero no avanzaron y tardaron más tiempo del que Él tenía preparado. Este Monte fue parte del Plan de Dios, por lo tanto, el propósito para ellos ahí, se había cumplido.
Él necesitaba que ellos se movieran y salieran a conquistar la Tierra Prometida, pero no lo hicieron, por eso llegó un momento en que Dios le dice al pueblo: ¡Oigan, ustedes han estado bastante tiempo en este Monte, levántense y vayan a conquistar la Tierra! Esto fue lo que Dios les dijo aquí en estos dos versículos por medio de Moisés.
Muchas veces a nosotros nos pasa igual, nos quedamos mucho tiempo dando vueltas en la misma situación; lo que Dios quiere es que nos levantemos y avancemos, porque Él tiene algo mejor para nosotros. ¿Cuántas veces vivimos de triunfos y de glorias pasadas? ¿Cuántas veces nos pasamos diciendo: ¡es que yo fui esto! ¡Es que yo logré aquello!? Todo esto fue pasado, y la pregunta es: ¿Y hoy? ¿Estamos viendo la Gloria que Dios tiene para nosotros, o estamos viviendo de glorias pasadas? Y si eso está sucediendo es porque nos quedamos en Horeb y estamos perdiendo lo mejor de Dios.
¿Recuerdan la historia que les conté al principio? El anciano aconsejaba a la gente según su sabiduría y estas personas volvían y cometían los mismos errores, nunca ponían en práctica los consejos del sabio. La Palabra nos habla que nosotros no debemos ser solamente oidores sino hacedores, cuando la ponemos en práctica nos da libertad y recibimos bendición (Santiago 1:22-25).
¿Cuánto más se van a quedar en el monte dolor, en el monte amargura, en el monte resentimiento, sin avanzar? O mejor aún, ¿cuántas veces hemos enseñado acerca de las deudas, porque las deudas son una maldición, pero no ponen en práctica lo aprendido, sabiendo que la Palabra nos dice “no le debas nada a nadie” Romanos 13:8.
La idea es que se comprometan a no cometer los mismos errores que el pueblo de Israel, debemos caminar y avanzar hacia lo mejor que Dios tiene para nosotros, debemos recordar que todas estas cosas fueron escritas como ejemplo para nosotros.
1 Corintios 10:11 (NTV) “Esas cosas les sucedieron a ellos como ejemplo para nosotros. Se pusieron por escrito para que nos sirvieran de advertencia a los que vivimos en el fin de los tiempos”
Que no nos pase como a la gente de la historia inicial, que escuchaban los consejos del sabio anciano, pero no los ponían en práctica; avancemos conforme al propósito de Dios. Déjenme hacerles unas preguntas: ¿En qué lugar han estado últimamente? ¿Es el propósito de Dios para ustedes? ¿Qué tantas cosas han permitido que se mantengan en su vida? ¿Cuál es el monte de donde necesitan salir? No se pierdan lo mejor de Dios, por quedarse demasiado tiempo en un lugar que no es Su Propósito.
Dios quiere que pongan en orden su vida. Por lo que instruirse a través de Su Palabra y practicarla es la manera de lograrlo, para que puedan disfrutar todo lo que Él tiene preparado para nosotros. Pídanle a Dios que les dé sabiduría y revelación en el conocimiento de Él, para que abra su entendimiento y puedan ver mucho más allá de lo que sus ojos naturales pueden captar (Efesios 1:17).
Y de este modo, puedan ver Su propósito, Su plan perfecto; para que sepan en qué áreas pueden fluir. Él les ayudará a salir de ese monte llamado pasado que les ancla y no les permite continuar, y así puedan ver las bendiciones sobre su vida y su familia; sólo en Él pueden disfrutar de la Tierra Prometida que tiene para nosotros. ¡No se queden estancados, es hora de avanzar!
Filipenses 3:13 (NVI) “Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante”
Bendiciones Pastor y gracias por compartir este valioso consejo 🙏. Así será aplicable en mi vida desde ahora en el nombre de Jesús
Que excelente manera de empezar el año. Gracias Pastor por exhortarnos siempre a reflexionar y depender siempre de las escrituras. Cuando no solo escuchamos de los sabios pero aplicamos lo aprendido podemos avanzar confiados de que cada paso que damos tiene el respaldo de nuestro Padre y que independientemente de las circunstancias Dios es bueno y el sabe lo que nos conviene y quiere guiarnos siempre a la tierra prometida.
Cuanta sabiduría muchas gracias Pastor Rafael por tanta luz a través de la palabra de Dios. Bendiciones