Iglesia Palabra Pura

Estamos preparando en Iglesia Palabra Pura nuestra próxima noche de Alabanza del año. En estas noches, como congregación, disfrutamos de un magnífico tiempo donde exaltamos a nuestro Maravilloso Dios.

Tenemos claro que la Alabanza no es el adorno musical de transición que ameniza el tiempo hasta pasar a la predicación de la Palabra, ni mucho menos es el indicador de cuánto tiempo tienen las personas para que alcancen a llegar a recibir la Enseñanza, sino que es una gran oportunidad para expresarle todo nuestro agradecimiento, dependencia y amor al Señor, aparte de que es una de las armas más poderosas que Dios nos ha entregado.

Josafat fue el sexto rey de la casa de David. Se le describe en la Palabra como a un buen rey que no sirvió a dioses paganos, sino que buscó a Dios y obedeció sus mandamientos. Hay muchas buenas decisiones que tomó Josafat que lo llevó a que su reinado fuera tan exitoso. Sin embargo, quiero mostrarte por medio de la Palabra cómo la Alabanza es una de las armas más poderosas en contra del enemigo.

Josafat recibió noticias de que dos reinos enemigos se habían confabulado para declararle la guerra, y con una gran multitud se estaban acercando cada vez más. Josafat, aunque atemorizado, decidió consultar al Señor y proclamó ayuno en todo su reino. Convocada la asamblea de Judá y de Jerusalén, Josafat clamó al Señor, y fíjate qué dijo al final de su oración:

2 Crónicas 20:12 (NVI)

“… Nosotros no podemos oponernos a esa gran multitud que viene a atacarnos. ¡No sabemos qué hacer! ¡En ti hemos puesto nuestra esperanza!

Fue luego de esta oración de dependencia absoluta, que el Espíritu del Señor vino sobre un hombre llamado Jahaziel, y profetizó:

2 Crónicas 20:15-17 (NVI)

“… No tengan miedo ni se acobarden cuando vean ese gran ejército, porque la batalla no es de ustedes, sino mía. Mañana, cuando ellos suban por la cuesta de Sis, ustedes saldrán contra ellos y los encontrarán junto al arroyo, frente al desierto de Jeruel. Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengan miedo ni se acobarden! Salgan mañana contra ellos, porque yo, el Señor, estaré con ustedes”

Cuando Josafat y los habitantes de Judá escucharon todo lo que Dios les prometía pasaron del temor a la Alabanza; a pesar de que ellos sabían que dos ejercitos enemigos se estaban acercando, fueron capaces de irse a dormir confiando en la Palabra de protección que habían recibido de parte de Dios (Verso 20).

Al día siguiente, Josafat decidió que se presentaría al frente de batalla con un ejercito que tenía en sus primeras líneas cantores y adoradores, que cantaban: “Den gracias al Señor; su gran amor perdura para siempre”.

Algo poderoso ocurrió cuando empezaron a cantar:

2 Crónicas 20:22 (NVI)

Tan pronto como empezaron a entonar este cántico de alabanza, el Señor puso emboscadas contra los amonitas, los moabitas y los del monte de Seír que habían venido contra Judá, y los derrotó

¡Impresionante! Es aquí donde vemos cómo la Alabanza es un arma de guerra poderosísima. Inmediatamente empezaron a cantar y a Alabar a Dios, Dios actuó a favor de ellos, derrotando a los ejércitos enemigos (haciendo que se mataran entre ellos). Ahora, llevemos esta historia a la aplicación en nuestra vida:

Efesios 6:12 (RVR)

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes

Constantemente el reino de las tinieblas está buscando la forma de hacernos retroceder o caer para que no vivamos activando cada promesa de Dios en nuestras vidas. El enemigo está lanzando dardos a diestra y siniestra buscando, por cualquier medio, un centímetro de espacio en nuestra vida que le permita ingresar a robar, matar y destruir (Juan 10:10). Sin embargo, debemos tener en cuenta, que así como las tinieblas nos tienen declarada la guerra, nosotros no estamos indefensos y desarmados, tenemos armas letales en contra de cualquier ataque demoníaco.

El enemigo tratará de traer temor a tu vida para hacerte caer por medio de malas noticias, síntomas y diagnósticos de enfermedad y pensamientos destructivos, sin embargo, tu respuesta siempre debe ser ir a la Palabra, buscar qué dice Dios al respecto, y luego decir: “La Palabra dice o Escrito está…”, y luego empezar a Alabar a Dios por esa palabra de protección, libertad, sanidad, etc.

Cuando Alabas a Dios, quiere decir que agradeces por lo que ya Dios hizo por ti a través de la obra perfecta en la cruz. Créeme, a Dios no se le ha pasado nada por alto, para cada situación en tu vida siempre hay una salida (1 Corintios 10:13). Pero lo que busca el enemigo es que tú caigas en su trampa, y empieces a quejarte declarando muerte y destrucción sobre tu vida.

No caigas más en la trampas del enemigo, hay infinitas razones para Alabar a Dios. No tengas temor de recibir malas noticias (Salmos 112:7), Cristo venció en la cruz, esto quiere decir que tú peleas desde una posición de victoria, así que alaba (agradece) cantando la Palabra, y verás cómo al enemigo no le queda más remedio que huir (Santiago 4:7).

Isaías 30:32 (PDT)

Cada golpe que el SEÑOR le descargue con su vara de castigo, será al son de panderos y de arpas. Agitando su brazo peleará contra ellos

2 comments on “LA ALABANZA, UNA PODEROSA ARMA DE GUERRA

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