NISSIN PUEDE VIVIR EN LA PAZ QUE DIOS PROMETE A SUS HIJOS

MATEO 6:33 (RVR)

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”

Nissinjawer Valencia Torres, nos comparte una parte de su Testimonio acerca de cómo ahora puede vivir en la Paz que Dios promete a Sus hijos y que sobrepasa todo entendimiento.

«…Un día llegó el 15 (del mes) y no tenía cómo pagar la nómina (de su empresa), estaba en una clínica y me metí al baño a Orar: “Dios, esta es tu empresa, Tú la colocaste en mis manos, y yo estoy intentando administrarla correctamente conforme a tu Palabra y a tus Principios, y Tú no permites que tus hijos sean avergonzados, nosotros debemos pagar nómina hoy, así que en tus manos lo coloco…yo salí del baño, y a los 10 minutos me llamó un cliente: “Nissin, necesito esto y esto y lo otro, y pase de una vez que le voy a pagar por adelantado”… ¡Pagamos nómina!».

Sin embargo, no siempre Nissinjawer pudo descansar en la Provisión de Dios. Varios años atrás estuvo sumergido en un mundo de desesperación y angustia constante, producto de una vida de desenfreno que lo dejó sin trabajo, con problemas familiares y hasta sin ganas de vivir. En un principio él creía que su trabajo lo sustentaría para lograr todos sus sueños y proyectos, en su trabajo y en su esfuerzo tenía toda su confianza; trabajaba en una prestigiosa empresa extranjera de implantes dentales en un alto cargo ejecutivo, “yo miro hacia atrás y me da pena, pero eso era, era muy ‘maluco’” (refiriéndose a su personalidad). Hasta que un día lo llamaron para avisarle que había sido despedido sin previo aviso, “Se me derrumbó el mundo”. El orgullo lo llevó a no aceptar las propuestas laborales que otras empresas le hacían, “no me fui para ninguna  (empresa) porque no eran dignas de mi trabajo, de ese tipo de soberbia hablamos”.

El tiempo pasaba y no logró el trabajo que consideraba que podía cumplir sus expectativas. Así que poco a poco sus ahorros se fueron acabando, hasta que llegó a un límite donde tuvo que renunciar a las comodidades que un día lo hacían creer infalible, y terminó viviendo en la casa de su madre, con grandes deudas y muchos enemigos, a causa de quedar mal con sus amigos por no poder responder por sus deudas. Todo su mundo parecía que se iba cayendo como una torre de naipes, la angustia empezó a ser constante en la vida de Nissinjawer, ya no podía dormir tranquilo, y lo peor era que no veía una salida.

“Empecé a pensar en suicidarme, yo no le veía sentido a mi vida, porque lo que me sostenía, que era el trabajo y la plata, ya no lo tenía”. El enemigo ejercía presión sobre Nissinjawer para hacerle creer que no había solución para sus problemas, no sólo tenía problemas económicos, sino además graves problemas familiares. En esa intensa depresión, Nissinjawer estaba caminando por las calles de Pereira (Colombia), y como por una conexión divina, se encontró con una amiga que le empezó a hablar de una Persona que él no conocía, y que tenía todas las respuestas y soluciones a sus problemas, le habló de Jesucristo.

Mateo 11:28 (NTV) “Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso”

“Gracias a esa amiga yo conocí de Dios. Esa noche yo sentí como que Dios me abrazó, y yo lloré y lloré”. Nissinjawer empezó a congregarse en una Iglesia y a tener una relación personal con el Señor.  Su vida estaba tomando un nuevo y grandioso rumbo, ahora no estaba solo en sus fuerzas tratando de tener éxito. Ahora, la Palabra estaba siendo su guía. Sin embargo, las pruebas no dejaron de presentarse en su vida; en uno de los empleos que logró conseguir, se sintió tentado a caer en un sistema de competencia desleal para ganar contratos, pero su firmeza en la Palabra lo llevaron a tomar la determinación de preferir renunciar a esa nueva oportunidad laboral, y así no retroceder, poniendo toda su confianza en su trabajo y lo que podía lograr en sus fuerzas. “Cuando yo entiendo algo, yo lo hago. Yo creo de esa forma en Dios”.

Nissinjawer ya no era el mismo, su corazón había sido moldeado por Dios, y ahora estaba determinado a surgir en medio de las ‘cenizas’ económicas que habían dejado las malas decisiones de su pasado sin Dios.

De una forma asombrosa, sin dinero para invertir, fue contactado por otra empresa extranjera que le propuso trabajar por una cantidad ocho veces menor a lo que un día estuvo acostumbrado a ganar, pero con su mirada puesta en Dios, emprendió su nuevo empleo, ocupando todos los cargos. “Salía con la maleta a tocar puertas, a vender, con todo, yo hacía la factura, yo iba y entregaba, yo hacía todo”. Hoy Nissinjawer es importador autorizado de esta empresa extranjera, sin deudas, y además, Dios restauró su hogar.

Nissinjawer llegó a ser parte de nuestro Ministerio por medio de uno de los Cd´s de nuestras Enseñanzas que llegó a sus manos y que escuchaba junto a su esposa. Decidió congregarse en nuestra Iglesia porque empezó a comprender Principios de la Palabra que antes no entendía, y que ahora se le estaban abriendo de tal forma que estaba siendo llevado a un nuevo nivel de oír y obedecer. Por más de un año, sin importarle la distancia o el tiempo que tomara, Nissinjawer y su familia viajaban desde Armenia a Pereira —Ciudad a una hora de Pereira— para congregarse en Iglesia Palabra Pura.

Hoy, Nissinjawer vive en Pereira y se siente pleno por comprender las verdades del Evangelio. «Eso que el mundo nos vende es algo pasajero. En el mundo, el éxito está como medido en plata, en belleza, en lo físico, lo material, en lo palpable. Uno por más exitoso que se crea en el mundo siempre está vacío; mientras que cuando uno busca primero a Dios y su Justicia, todo lo otro es añadido. Paz no es no tener problemas, sino tener a Dios, porque en medio de las tormentas, Dios está ahí con nosotros… yo voy por la noche a Dios, y digo: “tengo ‘tal cosa’, pero estoy tranquilo porque Tú estás conmigo, y porque Tú me sostienes, porque Tú me levantas”, y me acuesto a dormir, y al otro día como mi fe está basada en Dios, se soluciona… entendiendo que no es por lo que yo salga a hacer, sino porque creo en Él».

Si Nissinjawer, después de haberlo perdido todo, pudo surgir de las ‘cenizas’ al poner  toda su confianza en Dios, tú también puedes hacerlo, tú también puedes descansar, confiado en que Dios te dará la sabiduría para solucionar cada problema que quiera retar tu fe.