Iglesia Palabra Pura

Desde hace 2 semanas, venimos estudiando algunas razones por las que la manifestación de sanidad puede verse bloqueada en una persona. Hemos visto 2 puntos importantes:

1. Oraciones incorrectas.

2. Incredulidad.

Retomemos esta lista con la siguiente posible razón que puede bloquear la sanidad:

3. FALTA DE PACIENCIA:

HEBREOS 6:12 (RVR) “a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”

En el área de la sanidad no sólo se necesita fe, además, se necesita fe unida a la paciencia, ya que si bien muchas sanidades pueden manifestarse de manera inmediata, como el caso de la mujer del flujo de sangre que puso su fe en que al tocar el manto de Jesús sería sanada, o el caso del hombre lisiado de nacimiento al que Pablo vio con fe para ser sanado y sólo lo impulsó a levantarse de su estado; hay otras sanidades que no se manifiestan inmediatamente, sino de forma progresiva, y es allí donde la paciencia hace un dúo poderoso junto a la fe. A esta unión de fe y paciencia se le conoce como: las gemelas poderosas, dos fuerzas que unidas traen al mundo visible la manifestación de las promesas de Dios.

Para entender cómo la paciencia ayuda a la fe, tienen que desligar su significado del concepto que le ha dado el mundo a esta palabra. El mundo señala que tener paciencia es sólo esperar un largo tiempo sin caer en el enojo por la tardanza. Y aunque puede parecer un bonito concepto, no es exacto con la paciencia Bíblica. El Rev. Kenneth Copeland lo explica de esta forma en su libro “Fe y Paciencia”: “Por lo general, pensamos que la paciencia es darse por vencido y conformarse con cualquier cosa que nos toque. Eso no tiene nada que ver con la paciencia. La paciencia es una fuerza real, la cual tiene que crecer y desarrollarse”. Por lo que es claro que estas declaraciones, aunque parezcan piadosas, no están sustentadas en una espera de Paciencia Bíblica: “Aquí esperando a que el Señor me sane, se hará lo que Dios quiera, yo no entiendo por qué no me he sanado, pero seguiré esperando a que el Señor se acuerde de mí”.

La paciencia es donde la fe se apoya para mantenerse firme, sin fluctuar, con la misma expectativa, manteniendo su confianza en la integridad de la Palabra y la fidelidad de Dios.

Muchas personas que experimentan síntomas, creen que Dios tiene poder para sanar, pero no tienen la capacidad de esperar la manifestación progresiva de bienestar. ¿Por qué? Porque tienen una fe inmediata, una fe no ejercitada, y aunque parezca contradictorio, es una fe que tiene una espera y una convicción limitada. Sin embargo, sabemos que hay sanidades que no se manifiestan ante nuestros sentidos inmediatamente después de una oración y confesión de fe en la sanidad que Jesucristo ganó, es allí donde la paciencia apoya a la fe, para mantenerse firme en que todo lo que Dios promete es un trato hecho, porque Dios es fiel a Su Palabra.

Nuestros sentidos naturales no son confiables para confirmar el panorama completo de una situación. En la Palabra vemos que Jesús maldijo, frente a sus discípulos, a la higuera que tenía hojas pero no frutos (Marcos 11:12-14). Los discípulos no vieron ninguna manifestación evidente cuando Jesús la maldijo, sólo hasta la mañana siguiente que pasaron por el mismo lugar:

MARCOS 11:20-21 (RVR) “Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado”

Sin embargo, la manifestación sí empezó desde que Jesús usó el poder de Su declaración, sólo que empezó desde un lugar escondido para el ojo humano, las raíces del árbol; se empezó a secar desde las raíces hasta que se secó completamente cada parte de la higuera, haciéndose evidente a los ojos de los discípulos.

Aclaro que de ninguna manera Jesús nos maldice; Él vino a morir en la cruz para darnos Su Bendición. Pero el punto de que analizáramos lo que ocurrió con la higuera es que notemos lo que puede ocurrir en muchas personas que oran por sanidad, que al no ver un cambio evidente instantáneo, creen que nada ha ocurrido, pero desconocen que todo está avanzando desde la parte que es oculta a sus sentidos naturales, por lo que deben basar su confianza no en lo que ven o sienten, sino en la base que han tomado para su sanidad, que es Dios y Su Palabra.

No obstante, muchos bloquean su sanidad porque en medio de la manifestación progresiva desmayan y empiezan a usar su boca en contra de la misma manifestación que ya estaba operando en sus cuerpos. A esta actitud le llamo: Abrir la puerta del horno antes de tiempo. Todo aquel que sabe hacer buenas preparaciones en horno, conoce que esa es una regla a respetar para que la receta sea exitosa, porque se corre el riesgo de perder el calor necesario y bien distribuido, influyendo negativamente en el resultado final.

Ahora, veamos estos dos pasajes:

EL HIJO DEL OFICIAL DEL REY: “Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir… Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre” (Juan 4:46-47, 50-52 [RVR]).

LOS DIEZ LEPROSOS: “Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados” (Lucas 17:12-14, 50-52 [RVR]).

¿Qué característica une estos dos pasajes? Que las dos sanidades ocurrieron de manera progresiva. Como lo pueden notar en la parte que resalté en estos dos pasajes, el hijo del oficial del rey empezó a sentirse mejor cuando Jesús le dio la Palabra al oficial, y los 10 leprosos mientras iban de camino a presentarse a los sacerdotes fueron limpiados.

Así que no permitan que sus sentidos levanten un juicio sobre la veracidad y cumplimiento de la Promesa de Sanidad, haciéndoles desanimar y no perseverar en la fe. No se consideren a sí mismos conforme a sus capacidades y posibilidades, sino conforme a las capacidades de Dios, y para Él nada es imposible (Lucas 1:37). Esta fue la misma fórmula que aplicó el Patriarca Abraham:

ROMANOS 4:18-21 (RVR) “Él creyó en esperanza contra esperanza,… Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”

Si Abraham consideraba su cuerpo y el de su esposa, veía esterilidad en la matriz de su esposa y la vejez y fuerza nula en ambos. Pero él no tuvo en cuenta esa realidad, sino que pasó por encima de ella, estando plenamente convencido en que si Dios le prometió un hijo de su simiente, Su poder operaría en su cuerpo ya “como muerto” y en la hostil matriz de Sara, y esta fe y paciencia (constancia) fue suficiente para que Dios pudiera manifestar Su poder en ellos.

Continuaremos esta Serie en el próximo Artículo.

2 comments on “JESUCRISTO TAMBIÉN VINO A SANAR- PARTE 8

  1. Muchas gracias Pastor Rafael que privilegio estar bajo la cobertura de IPP con usted como pastor que nos enseña cada día a ser mejores creyentes y poder tomar el poder de Dios en nuestra vida. Bendiciones.

  2. Gracias pastor Rafael por sus enseñanzas en diferentes medios, aparte de la IPP. Respecto al tema creo que mi sanidad es progresiva. Soy discapacitado con varios agregados. Pero, desde que estoy en IPP y con el libro que me enviaron, estoy viendo cambios importantes en mi salud. Bendiciones.

Responder a José Rubén Arango Rodríguez Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SELECIONA TU MONEDA