La salud y la prosperidad divinas son mejores que una curación y una provisión milagrosas. Si tú vives con salud y prosperidad divinas, no necesitarás un milagro para ser sanado o para pagar tus gastos. Si no puedes ver cuál es la diferencia entre las dos, quizá la razón es que tú solamente visitas lo mejor de Dios en vez de que verdaderamente vivas ahí.

La mayoría de los cristianos viven en una situación tal que solamente es cuestión de tiempo para que se presente una crisis en sus vidas y que necesiten un milagro. Quizá tú piensas que sería maravilloso vivir de milagro en milagro, pero, ¡eso significa que tendrías que vivir de crisis en crisis!

Los milagros son fabulosos cuando necesitas uno, pero su propósito no es que sobrevivas por ellos. Dios quiere cambiar el lugar donde vives. ¡Permítele a Andrew que te muestre cómo vivir en lo mejor de Dios hoy!