NO LE HALLABA SENTIDO A LA VIDA
Mi nombre es Yurani Andrea Navia Varela, y quiero compartir mi testimonio:
Hace más o menos 4 años atrás, mi madre fue diagnosticada con cáncer de mama. Ella empezó un tratamiento de oncología. Fue un proceso muy complicado en todos los sentidos, tanto en problemas con la Eps, suspensiones constantes del tratamiento, inestabilidad en los resultados de efectividad del tratamiento, el tumor crecía y disminuía, etc. Mi madre se sometió a varias quimioterapias, pero cuando le estaban autorizando una quimioterapia más, mi madre tomó la decisión de no continuar con el tratamiento, decía que ya no tenía fuerzas para continuar.
Para ese tiempo yo quedé en embarazo, y pensé que al darle la noticia ella se motivaría a continuar con el tratamiento, pero ella se mantuvo firme en que no se sometería a una quimioterapia más.
Cuando tenía 8 meses de gestación, el cáncer había hecho metástasis en la columna de mi madre. Aunque estaba en embarazo, me encargué de atender a mi madre en la clínica gran parte de su hospitalización. Anunciaron que debían operarla, ya que el tumor le impedía cada vez más respirar. La doctoras (cirujana y anestesióloga) que la iban a operar me dijeron que debía despedirme de ella, porque tenía un 90% de probabilidad de no salir viva de la cirugía.
El impacto por supuesto fue muy fuerte. Empecé a despedirme de mi madre llorando; ella, aunque también se despidió de mí, me dio muchos consejos y recomendaciones por casi 45 minutos. Ella había estado por muchos años en la religión, había servido por muchos años en la Iglesia que asistía, pero siempre bajo un sistema religioso y legalista, porque realmente no había comprendido la dimensión del Evangelio. Sin embargo, había estado asistiendo a Iglesia Palabra Pura y había entendido lo que por muchos años ignoró, por eso cuando empecé a llorar con más fuerza; ella me dijo que estaba en paz, que había vivido muchos años en el cautiverio, que ahora sabía para dónde iba, que había conocido al verdadero Dios. En ese momento yo no entendí el significado de sus palabras.
Mi madre entró a cirugía, y salió viva del quirófano, la acompañé ese día, estuve atenta a ella, pero al otro día me dieron la noticia de que había fallecido. Mi bebé nació a los 15 días del fallecimiento de mi madre. La situación me abrumó tanto que entré en una fuerte depresión post-parto.
Yo conocía a Iglesia Palabra Pura, pero fui supremamente desobediente. En ese momento, creyendo que supuestamente “tenía mis razones” me alejé de la Iglesia. Tomé muy malas decisiones al dejarme de congregar, sobre todo en una Iglesia como Palabra Pura, donde tienen una enseñanza tan acertada y fundamental para la vida diaria, pero yo me sumergí en la depresión, tenía también muchas dificultades con mi esposo, no le hallaba sentido a la vida; lo único que me motivaba el sentimiento de que mi bebé me necesitaba porque estaba muy pequeño.
Sin embargo, en mi soledad, le pedí a Dios con todo mi corazón que me ayudara porque yo no le encontraba sentido a la vida, sólo vivía porque sentía responsabilidad por mis hijos, pero de resto, no le encontraba sentido a estar viva. Luego de esta oración, empecé a escuchar otra vez los Audios de la Iglesia, me contacté con la señora Gloria Deicy (de la Iglesia), empecé a comprar los libros y prédicas de la Iglesia, y volví a congregarme. Estoy segura que hacer esto fue fundamental para salir de ese hoyo en el que me encontraba.
Al llenarme del conocimiento de la Palabra, con todo ese material que empecé a estudiar, entendí que Dios me amaba, que estaba conmigo, entendí muchas situaciones de la vida. Me arrepentí con todo mi corazón de haber sacado a Dios de mi vida. Me di cuenta de que cuando uno está viviendo una situación emocional difícil, no hay ni amigos, ni familia, ni un lugar, absolutamente nada en este mundo, que nos pueda sacar de de esa crisis, sólo Dios. Me arrepentí con todo mi corazón de haber dejado de lado a Dios, porque sé que si no lo hubiera hecho, no hubiera pasado por tantas situaciones. Como enseñan los Pastores, sobre que las malas decisiones nos pasan factura, así me sucedió.
Le doy gracias a Dios porque me sacó de ese lugar oscuro donde no tenía en cuenta a Dios. Ahora, cuando recuerdo a mi madre le doy la Gloria a Dios porque entiendo que ella lo conoció, en sus últimos meses de vida, fuera de la religión. Mi madre pudo conocer en Iglesia Palabra Pura el verdadero Evangelio de la Gracia. Le doy gracias a Dios porque la depresión y tristeza ya no me dominan. Confío en Dios, sé que el Gozo del Señor es mi fortaleza”
Gloria a Dios, gracias por compartir ese testimonio.
Gracias por compartir tu testimonio, no cabe duda que Dios es Bueno y el Único que transforma nuestra vidas, Bendiciones.