“EL RIÑÓN DE MI BEBÉ FUE SANADO”
Nací de nuevo en una Iglesia en Colombia, en un evento de mujeres al que una tía me llevó a los 22 años; en ese momento algo empezó a cambiar en mi interior, pero no entendía qué era, porque yo no me congregaba en ninguna Iglesia.
Lo primero que sentí fue la necesidad de encontrar un sitio para aprender más de la Palabra De Dios, pero pasaron 10 años hasta que llegaron a mi vida, a través de una tía, los maravillosos Audios de Iglesia Palabra Pura. Debo reconocer que en un principio escuchaba los Audios con cierto escepticismo, pero a medida que seguí escuchándolos, mis ojos empezaron a abrirse a la verdad y sentí cada vez mayor hambre por la Palabra de Dios. Escuchaba todo el tiempo los Audios; mientras iba en bus, mientras trabajaba, etc.
Para ese tiempo, empecé a congregarme en una Iglesia en Londres, y poco después quedé embarazada. Fue en este punto de mi vida que sentí que se estaba poniendo a prueba todo lo que había aprendido en los Audios:
Mi embarazo fue planeado y feliz, pero en la primera ecografía encontraron un poco de agua en uno de los riñones de mi bebé. Los médicos me dijeron que monitorearía a mi bebé durante el embarazo, pero que existía la posibilidad de operar al bebé si no expulsaba el agua del riñón al nacer.
Cuando me hablaron de la posibilidad de cirugía, algo dentro de mí se angustió, pero gracias a Dios ya había pasado por los Audios de Enseñanzas sobre la Sanidad. Así que empecé a declarar la verdad sobre la Sanidad en Jesucristo y las Promesas disponibles para mí y mi bebé. Con los ojos húmedos iba camino a casa diciéndome a mí misma que ese diagnóstico no era real, que mi bebé no pasaría por ningún quirófano, porque la voluntad de Dios era que mi hijo estuviera sano.
Me hicieron varias ecografías para revisar el crecimiento del agua o de la mancha en el riñón de mi bebé, y aunque creció, no fue mucho. En cada ecografía yo iba segura de que me dirían que el riñón de mi bebé estaba limpio, pero no era así; los médicos seguían diciendo que veían el agua o mancha en el riñón. Sin embargo, no me desanimé, y seguí firme, creyendo en la Sanidad todo el resto del embarazo.
No fue fácil a veces imaginar que mi niño podría ser operado, pero me sostenía en la Palabra y en los Audios de Iglesia Palabra Palabra Pura. Empecé a descargar todas las Enseñanzas en cuanto me hice Socia-Miembro del Ministerio, y empecé a aplicar todo ese conocimiento que estaba adquiriendo.
¡Gloria a Dios! Cuando el bebé nació, lo primero que hizo fue orinar encima de mí, y cuando le hicieron el escáner para mirar su riñón, ¡estaba perfectamente limpio, mi bebé fue SANADO! Esta fue la primera manifestación en mi vida de que la Palabra de Dios es eficaz.
Poco después, vino la segunda manifestación, y fue la restauración de la relación con mi padre:
Yo crecí en un hogar roto, mis padres se separaron cuando yo era una bebé, y aunque mi madre intentó que mi padre y yo tuviéramos una buena relación, mi padre no supo demostrarme su amor, por la amargura que había en su corazón no supo ser papá. Aunque él y yo intentábamos acercarnos y hablar, siempre pasaba algo y terminábamos sin hablarnos.
Un día, mi esposo me dijo que llamara a mi padre y hablara con él, que le diera otra oportunidad. Le hice caso, y así fue como todo el odio, la decepción y desamor empezó a desaparecer, y a ser cambiado por amor. Decidí perdonarlo y escucharlo. Poco tiempo después, viajé a Colombia, y desde ese momento empecé a amarlo de verdad. Hablamos cada semana al menos una vez. Él ha cambiado mucho. Por medio de esa restauración Dios ha venido obrando también en su vida.
Dios ha hecho grandes cosas en mi vida y en mi familia. Aún hay muchos testimonios más que podría compartirles, en áreas como las finanzas, la sanidad, matrimonio, gracias a la Gracia de Dios y a la aplicación de lo que he aprendido de las Enseñanzas de Iglesia Palabra Pura. Lo que puedo decirles finalmente, es que sigo esforzándome por seguir creciendo en el conocimiento y en la aplicación de lo que Escrito está.
Mi nombre es Isabel Ortiz, soy Socia-Miembro del Ministerio y vivo en Inglaterra.
Gracias por esta publicación. Ha tocado bastante mi corazón.
Me detectaron lo mismo en mi embarazo y mi hija si fue operada. Dios obró en mi vida de una manera increíble, aunque los médicos
no le daban esperanza de vida con tan solo 4 meses de nacida, paso por 3 cirugías, 5 trasfuciones y perdio un riñón.
Hoy tiene 6 años y tengo que estar cada año en revisión orando porque le funcione bien el único que tiene y no le operen el que no le funciona. Leo esta historia con lágrimas en mis ojos, porque solo Dios sabe lo que siento en cada revisión con los doctores. Ahora se que camino seguir. Gracias Isabel Ortiz y gracias palabra pura. Alabado sea Dios que los puso en mi camino.
Gloria al Señor
Gloria al Rey, nuestro Dios es bueno todo el tiempo.