Hay una pregunta, que independientemente del nivel de educación, edad, cultura o país por los cuales he estado viajando, nunca ha fallado de aparecer en la superficie en algún momento de mis conferencias – ¿Cómo puedo hacer dinero?

Es interesante saber que el 95% del dinero en este mundo está concentrado en las manos del 5% de la población mundial. Por lo tanto, el 95% de la población mundial no solamente trabaja por él, sino que lo hace hasta el punto de codiciarlo de tal forma que crea un dios en la vida de ellos, y este dios no sólo los controla, sino que también los tiene esclavizados.

Es por ello que en la Biblia encontramos el famoso verso: “… la raíz de todos los males es el amor al dinero” (1 Timoteo 6:10 [LBLA]). Pero nótese que no es el dinero, sino el amor al dinero lo que lleva a las personas a hacer tantas locuras. El dinero en sí no es bueno ni malo, es el uso y la forma de codiciarlo lo que lleva al hombre a la destrucción.

Lo curioso de esto, es que la gente que está en la búsqueda del dinero no termina de entender que el dinero en sí no les da paz, ni tampoco les hace feliz. Este concepto, la gran mayoría nunca lo termina de ver y, por lo tanto, viven sus vidas en un engaño cuando creen que el dinero en sí lo es todo y no lo ven simplemente como una herramienta.

Así que el gran porcentaje de la población dedica todo su tiempo y energía sacrificando su salud, como también sacrificando el tiempo familiar, con el fin de trabajar y trabajar, con el objetivo de obtener el premio final: dinero; no entendiendo que mientras sacrifican todas estas cosas han ignorado el desarrollo de su carácter y el tiempo que deben poner en adquirir el conocimiento de cómo manejar las finanzas, y llegan al final de sus vidas igual o en peor condición económica, siempre codiciando el objeto por el cual dieron sus vidas y nunca lo pudieron conservar, controlar o disfrutar, no reconociendo al final de cuentas que lo único que han hecho es vivir en esclavitud, sirviendo a un dios que no tiene piedad ni compasión.

En la Biblia, el dios Sirio del interés es conocido como Mammon, el cual se traduce en “Mordedura de Serpiente”, refiriéndose al amor (esclavitud) que se tiene por el dinero. Ahora, la pregunta que me he hecho como Pastor y Profesor Bíblico es también la pregunta que debería hacer la gente: “¿Cómo romper este círculo vicioso el cual tiene a la gente esclavizada?”. Pues he llegado a la conclusión de que hay dos aspectos primordiales que deberíamos combatir:

1. La falta de carácter e integridad.
2. La falta de conocimiento sobre finanzas en general.

No hay un camino fácil ni corto para el éxito en esta vida, requiere un gran trabajo el construir carácter en nosotros, requiere disciplina, una palabra que hoy día a la gran mayoría de la gente no le gusta; también se necesita conocimiento y se requiere sabiduría para aplicarlo.

En la actualidad, la sociedad está acostumbrada a lo rápido, a lo fácil, a lo que no requiere esfuerzo ni trabajo. Por esta razón cuando uno le habla a la gente de principios, la mayoría te miran como si uno fuera de otro planeta, porque están buscando soluciones sin complicaciones, que se pueda solucionar todo con el chasquido de los dedos, por eso los libros de mayor venta son los que tienen títulos como: “Sé Millonario Ya”, “El Camino Corto a la Prosperidad”, “Hágase Rico Ahora”.

Muchos piensan que ahora las cosas se obtienen de una forma diferente a como está establecido desde el principio, pero no es así, debemos cambiar las motivaciones de nuestro corazón. Es triste ver que al final de las vidas, las personas que no toman estas decisiones les gustaría poder regresar el tiempo y hacer las cosas basándose en estos principios tan básicos pero necesarios. El pensar que de una forma y otra podemos sobrepasar estos principios y obtener riquezas por otros medios, sólo nos lleva a una segura destrucción.

Tener ética, moral y disciplina en los principios de Dios nos da la integridad para obtener el dinero, y también la capacidad para retenerlo. Es por eso que el principio del tiempo de preparación o de estudio nunca es tiempo perdido. La gente normalmente piensa que no se necesita tiempo para ello, parece que para muchos es más importante ganar dinero, pero el problema es que una vez que lo empiezan a obtener no tienen el conocimiento necesario para saber qué hacer con él, y toman decisiones las cuales normalmente les llevan a la ruina, simplemente por el hecho de no tener el conocimiento de cómo manejar lo que han conseguido con un arduo trabajo y esfuerzo.

He encontrado que las armas más destructivas de las vidas de las personas aparecen cuando cuando hay falta de aplicación del significado de estas palabras: carácter, integridad, disciplina y conocimiento; por lo tanto, el cambio es necesario, y empieza con el reconocimiento de los errores, y con la búsqueda de duraderas y eficaces soluciones en la Palabra de Dios.