En Tailandia se consideran a los elefantes blancos sagrados. Se dice que antiguamente, cuando los reyes de Tailandia no estaban contentos con algunos de sus súbditos, como castigo acostumbraban a obsequiarles elefantes blancos, para que estuvieran en la obligación de alimentarlos y recibir a los ciudadanos que fueran a venerarlos, provocando que estos súbditos cayeran en la ruina financiera por el peso que representaba asumir el mantenimiento de este imponente mamífero.
Es de esta historia que nace la famosa expresión: “esa obra es un ELEFANTE BLANCO”. Así se le llaman a las propiedades que tanto en su construcción como en su mantenimiento tienen una carga financiera mucho mayor al beneficio que realmente aportan. Por supuesto esas propiedades no fueron contempladas en un inicio como ‘elefantes blancos’, sino como grandes proyectos de inversión, pero el resultado final demostró que no tuvieron en cuenta la importancia de calcular bien los gastos antes; no durante, ni después. Precisamente en la Palabra de Dios tenemos dos versículos que nos advierten del peligro de la falta de planificación y cálculo:
LUCAS 14:28-30 (DHH) “Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él, diciendo: “Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar”
Jesús usó la parábola de la torre para ilustrar cómo nuestras decisiones deben estar basadas en buenos cálculos, para no caer luego en la vergüenza del fracaso, y terminar dándonos cuenta que le abrimos la puerta a un “elefante blanco” en alguna área de nuestra vida, donde al inicio parece que se está dando un paso al éxito, pero el resultado de la mala planificación evidencia que sale más costoso lidiar con las consecuencias, que disfrutar de los beneficios de la decisión tomada.
Es por eso que me siento animado de traerles esta Serie, porque al exponerles los principios que encontramos en la Palabra respecto a la preparación del matrimonio, estoy invitándoles a calcular si tienen todos los materiales y recursos que necesitan para entrar en él; o si por el contrario deben frenarse e ir adquiriendo los materiales, con el propósito de que apunten a sacarle el mayor provecho a esta maravillosa institución que Dios estableció y llamó matrimonio.
En el Artículo Anterior, vimos 1 punto importante respecto a la preparación que tuvo Adán para el matrimonio, basándonos en el pasaje de Génesis 2:15-25 (RVR). Sigamos viendo otros puntos al continuar estudiando este pasaje:
ADÁN TENÍA REGLAS QUE CUMPLIR:
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Cuando Dios le entregó a Adán el trabajo como Jardinero y Agricultor del Edén, de inmediato le entregó las reglas que tenía su labor, con el objetivo de mantenerlo enfocado y protegido. Las reglas son importantes porque establecen límites, y los límites no sólo nos protegen sino que además nos mantienen enfocados en nuestro propósito.
Dios ha establecido varios límites para los solteros, buscando no sólo protegerlos del pecado y sus consecuencias, sino además, mantenerlos enfocados en el propósito principal por el cual vinieron a la tierra. Pero cuando una persona siente que lo único que necesita en su vida es casarse, y concentra toda su atención en ello, dejando de lado su propósito en la tierra, perderá de vista los límites y terminará pasando por encima de ellos.
Todas las etapas de nuestra vida (niñez, adolescencia, vida adulta, soltería, vida matrimonial, vida profesional, etc.) tienen y necesitan límites para que les podamos sacar el mayor provecho. Si no están acostumbrados a respetar los límites, significa entonces que están acostumbrados a lidiar con las consecuencias de sobrepasar los límites, pero es porque han permitido que el enemigo los engañe con su publicidad engañosa de: “Disfrute ahora”, ocultándole la siguiente parte de la frase de la publicidad, que es: “y pague las consecuencias después”.
Para seguir reglas debemos tener la fortaleza para someter lo que nuestra carne desea a la voluntad de Dios. Somos hijos de Dios, pero constantemente libramos una batalla contra nuestra carne y sus deseos contrarios a la perfección de nuestro espíritu. Miren lo que dice Gálatas 5:17:
“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis” (RVR)
La herramienta más importante que necesitamos para seguir las reglas se llama: dominio propio.
2 TIMOTEO 1:7 (RVR) “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”
Necesitamos dominio propio en todas las etapas de nuestra vida, y gracias a Dios que nos lo ha dado como regalo y característica del Espíritu Santo en nosotros, pero si los solteros no se ejercitan y fortalecen en el uso del dominio propio antes de buscar a la persona correcta para casarse, les será casi imposible no violar los límites que Dios ha establecido para una etapa de amistad y noviazgo con propósito.
Si supieran la cantidad de personas que atiendo en consejería que les hubiese encantado llegar vírgenes al matrimonio y no haberse acelerado y dado rienda suelta a sus deseos carnales dentro del noviazgo, sólo porque pasaron por alto su propósito en la tierra y que el dominio propio se debe trabajar antes de entrar en el noviazgo.
En el siguiente Artículo veremos otros puntos respecto a la preparación que tuvo Adán para estar listo para el matrimonio.
Excelente artículo Pastor Rafael. Dios siga dando más sabiduría y conocimiento a través de las escrituras. Bendiciones
excelente esta serie pastor pues aunque ya estoy casado y muy enamorado no hay lugar a duda que debo aprender y aplicar muchos aspectos en los que realmente nome prepare antes de casarme pues cuando me case no caminaba con el espiritu santo.gracias a Dios que mi esposa comparte mi fe y estamos unidos en este proceso