FUI SANADA DE MIGRAÑA PREMENSTRUAL
Mi nombre es Lilibeth Sánchez, vivo en la Ciudad de Armenia – Quindío (Colombia), soy hija de Pastores y este es uno de los muchos testimonios de lo que Dios ha hecho en mi vida en estos años que llevo escuchando las enseñanzas y siendo miembro de Iglesia Palabra Pura:
Hoy quiero compartir un proceso de 4 años aproximadamente:
He podido ver cómo Satanás usó por 37 años la religiosidad para tenerme en atadura. Sí, soy una mujer nacida en el cristianismo, pero que vivió gran parte de su vida atada a la enfermedad.
Voy a empezar por contar que hace más de 4 años Dios usó a una amiga para hacerme llegar los 227 Audios de Iglesia Palabra Pura, y los empecé a escuchar; con ellos fue una demolición total de todo lo que se me había enseñado en 37 años.
Cuando llegué a la serie de SANIDAD, NUESTRA HERENCIA, se hizo un ¡BOOM!, en mi mente, y creí lo que por mí se ganó en la cruz. Quiero que sepan que este proceso no fue fácil, entre el creer y ver la manifestación de la sanidad.
Fui diagnosticada por el neurólogo con una migraña premenstrual, a causa de los efectos secundarios por los métodos de planificación y hormonales, pues siempre presenté irregularidades en mi periodo menstrual. La enfermedad que presentaba fue a tal grado, que me vi en la obligación de afiliarme a una medicina prepagada, para que me prestara atención domiciliaria.
Los episodios de migraña se agudizaron con el tiempo a causa de mi trabajo, ya que tenía turnos rotativos, entre ellos el trasnochar, llegando a presentar migrañas 3 veces en la semana, a tal grado, que en varias ocasiones perdí el conocimiento y tuve que ser trasladada al hospital.
Lo que prendió todavía más las alarmas en mí, fue cuando en una ocasión los paramédicos me visitaron en mi hogar 2 veces seguidas en un mismo fin de semana, ya que presenté un episodio crónico, el medicamento que me aplicaban no me hizo efecto y me aplicaron tramadol. Fue en ese momento que el paramédico me dijo: “si con este medicamento usted no mejora, tendremos que aplicarle MORFINA”. Yo quedé ‘pasmada’, ya que esa palabra, MORFINA, me causó terror. Y yo dije: “Jamás seré esclava de las drogas, y menos de la MORFINA, hoy decido creer lo que Cristo ganó por mí y soy sana, porque a mi Señor le pusieron una corona de espinas… por toda enfermedad cerebral, recibo sanidad en mi cerebro, ya no más migrañas a partir de hoy”.
Pero, sí, hay un PERO. Resulta que no ocurrió una sanidad inmediata. Yo seguí presentando episodios de migraña y con la misma frecuencia, con la misma intensidad y los mismos síntomas, pérdida de la visión, vómitos, entre otros; además seguí siendo inyectada con medicamentos como la dipirona y el tramadol.
No obstante, en ese momento mi actitud fue diferente, porque seguí firme, creyendo lo que se había ganado por mí en la cruz. La duda me atacó, obviamente, pero yo continué recordando las Escrituras de sanidad, profetizada por Isaías (Isaías 53:5), manifestada a través de Jesucristo (Mateo 8:17) y disponible para todo aquel que pone su fe en Jesucristo (Pedro 2:24).
Fueron 4 años, aproximadamente, para que esa sanidad se hiciera evidente en mí, en muchas ocasiones sólo oré en lenguas porque el dolor era muy fuerte y la duda me atacaba, yo sabía que debía resistir al diablo para que él huyera de mí.
Fue entonces que empecé a notar que los episodios de migraña bajaron de frecuencia, pasaron de ser 3 veces a la semana, a 1 vez a la semana; luego cada 2 semanas; y luego a ser sólo 1 vez al mes, antes o después de mi periodo menstrual.
Sólo hasta hace 4 meses, aproximadamente, fue que pude decir: ¡¡¡ESTOY TOTALMENTE SANA!!! Pues noté un mes que el dolor no fue tan fuerte, luego ya no hubo dolor, al siguiente mes sólo fue vómito, al mes siguiente sólo náuseas, y en el mes Junio de este año, no hubo nada, el dolor no se presentó, el vómito cesó y las náuseas no se presentaron más. Lloré, pero de felicidad y de gratitud, porque lo que creí por 4 años, se había manifestado.
¡Gloria a Dios, porque Sus promesas son en el SÍ y en el AMÉN!
Esto es cuestión no solo de oír, sino de hacer y hacer; es pararse en lo que Escrito está, y aunque los síntomas digan que no, yo digo sí, porque Escrito está. Y aunque han venido síntomas de aturdimiento, sólo declaro la Palabra: “POR SU LLAGA YA FUI SANADA”.
Quiero que sepan que la Santa Cena también fue crucial en mi sanidad. Pues en muchas ocasiones, antes de tomar el medicamento o antes de que llegaran los paramédicos, yo participaba de la Santa Cena, para recordarme y recordarles a mi esposo e hijo, y obviamente a Satanás, Quién me había sanado.
No les voy a mentir, esto no fue fácil, pero tampoco es imposible, es cuestión de fe y de firmeza.
¡TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE!
ÁNIMO, SI YO PUDE EXPERIMENTAR LA MANIFESTACIÓN DE SANIDAD, USTEDES TAMBIÉN LA EXPERIMENTARÁN.
Amén amén y amén
Gracias al Dios y Padre Nuestro, a Él la Gloria, la Honra,, la Adoración,y Alabanza.
Qué felicidad hermanita que haya experimentado la grandeza y la fidelidad de Dios.
Gracias por compartir este milagro en su vida y por infundirnos de y confianza en las promesas de Dios.
Muchas gracias por compartir tu testimonio, DIOS es grande y poderoso. Bendiciones.
Excelente testimonio de Lilibeth. Tu testimonio, junto a otros que he leído y escuchado, pero muy particularmente las Escrituras, me han puesto en una condición como la tuya. Leí un libro que me obsequiaron sobre la Sanidad, he escuchado varias veces los audios sobre el tema, blogs de IPP y los textos bíblicos y determiné creer que la sanidad vendrá respecto a una enfermedad degenerativa desmielinizante y respecto al síndrome de depresión que padezco desde 2010. Tu testimonio me confirma que será progresiva la sanidad, quizá, pero vendrá porque “por sus llagas fuimos sanados”.