La Semana pasada, terminamos la Serie “Sonará la Trompeta”, sin embargo, hay mucho más que me gustaría compartir con ustedes, porque como siempre digo: “Cuando pensamos que ya lo sabemos todo, dejamos de crecer”. Así que espero que sigamos avanzando en el conocimiento de la Palabra. Así que continuaremos con esta Serie que he llamado: “EL TERCER CIELO ES REAL”.

Como quiero que tengan expectativa de saber qué más podemos aprender respecto a este tema, hoy sólo voy a traerles la siguiente historia como una introducción:

Era un Diciembre, cuando Suzanne Edwards encontró un globo de helio azul desinflado en el patio trasero de su casa en Monroe, Georgia. El globo tenía una foto de un hombre, una mujer y un niño pequeño, los cuales parecían llenos de felicidad. Suzanne también encontró una carta escrita por un niño, y mientras la leía comenzó a llorar.

La carta decía:

Papá: desearía que estuvieras aquí para que podamos divertirnos juntos. Te deseo una feliz Navidad. Espero que le digas a Dios que me dé regalos. Espero que seas feliz en el Cielo. Si estás bien déjame saberlo. Te amo. Alejandro.

Después de un tiempo y un poco de investigación, Suzanne supo que la carta era de Alejandro García-Herreros, de 7 años de edad, cuya casa estaba a unos 30 kilómetros de distancia. Tres años antes, Alejandro vivía con sus padres en Cúcuta (Colombia), donde su padre, Carlos, era profesor de Derecho —conocido por sus opiniones a favor de la aplicación de la ley y la justicia—. Pero el 4 de Diciembre de 2013, Alejandro vio morir a tiros a su padre durante un asalto.

Luego de ese terrible episodio, Alejandro y su madre se mudaron a los Estados Unidos, y en Navidad, siendo un tiempo de un doloroso recuerdo para Alejandro, él escribió una carta a su padre y la envió hacia el Cielo en un globo de helio, con la gran esperanza de que su padre lo recibiría.

Esta conmovedora historia llegó a alcanzar a millones de personas en todo el mundo cuando comenzó a ser difundida en las noticias y redes sociales. La realidad es que todo ser humano tiene en su corazón ese sentir de la Eternidad (en el Cielo).

ECLESIASTÉS 3:11 (LBLA) “Él ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones…”

Según los índices de “mortalidad”, datos 100% verificados, se conoce que cada 3 segundos alguien muere en el mundo, es decir, que 180 personas mueren cada minuto, y sobre unas 10.800 personas mueren cada hora del día. Lo cual nos deja ver que impresionantemente cada 24 horas mueren alrededor de 259.200 personas.

Lo asombroso de esta fría realidad es que sólo hay dos lugares a donde ir después de partir de este mundo físico: el Cielo o el Infierno. Para unos felicidad por la eternidad; y para otros tormento y sufrimiento por la eternidad.

Aunque la mayoría de personas cuidamos nuestro cuerpo y tomamos medidas de prevención para evitar la muerte, la realidad es que lo único que nos libraría de la muerte es el Rapto de la Iglesia que tanto esperamos.

Quiero que tengan gran expectativa de esta Serie, así que los espero la próxima Semana. Mientras tanto, mediten esta Semana en este versículo.

JUAN 14:2 (LBLA) “En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros”