Iglesia Palabra Pura

A través de esta Serie, hemos confirmado que la Palabra nos muestra la existencia de 3 Cielos, siendo el Tercer Cielo el lugar donde Dios habita.  Aún nos queda mucho por hablar del Tercer Cielo, pero antes, en esta parte de la Serie, quiero que veamos unos datos importantes acerca del Primer y Segundo Cielo:

EL PRIMER CIELO

Nosotros vivimos en un planeta que es realmente privilegiado, ya que tiene a su alrededor unas capas de gases, que contiene primordialmente nitrógeno y oxígeno, haciendo posible nuestra existencia en la tierra.

ISAÍAS 55:10-11 (LBLA) “Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié”

El Primer Cielo es básicamente el espacio en el que vivimos, y comprende una distancia de unos 30.000 kilómetros (20.000 millas) de altura.

MATEO 6:26 (DHH) “Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves!”

La palabra “Aire” que vemos en este versículo es la palabra “Ouranos” en el Griego, y es la misma palabra que encontramos en los versículos traducida como “Cielo”. Veamos el siguiente versículo para establecer este punto:

SANTIAGO 5:18 (LBLA) “Y otra vez oró, y el cielo (ouranos) dio lluvia y la tierra produjo su fruto”

La palabra “Cielo” en Inglés en realidad es un poco más fácil de diferenciar que en el Español. Ya que por ejemplo en el Inglés al Cielo donde vuelan los pájaros se le dice “Sky”, y para referirse a los Cielos en sí se les llama “Heavens”. Por el contrario, como podrán darse cuenta, tenemos el reto de que en Español tanto para el Cielo que podemos ver como para el Cielo donde está Dios (el Tercer Cielo) se usa la misma palabra.

EL SEGUNDO CIELO

Cuando nos referimos al Segundo Cielo, hablamos del majestuoso universo en el que vivimos:

GÉNESIS 1:14-17 (LBLA) “Entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche, y sean para señales y para estaciones y para días y para años; y sean por luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominio del día y la lumbrera menor para dominio de la noche; hizo también las estrellas. Y Dios las puso en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra”

En el Segundo Cielo encontramos al sol, que tiene en su centro una temperatura perfecta para nuestro planeta tierra, con una intensidad de unos 15.000.000 ºC. El sol tiene un diámetro que es 109 veces más grande que la tierra. Para que se hagan una idea de la magnitud del sol, 1 millón de planetas como el planeta tierra cabrían dentro del sol.

Además, en el Segundo Cielo encontramos la luna: con su influencia gravitacional produce el oleaje de los océanos y afecta la duración de cada día.

SALMOS 104:19 (LBLA) “Él hizo la luna para medir las estaciones; el sol conoce el lugar de su ocaso”

Y también hacen parte del Segundo Cielo las estrellas, los planetas y las galaxias. Es tan maravilloso este universo que vemos en Génesis 15:5 que Dios le dijo a Abram que levantara su vista y contara las estrellas, si él podía hacerlo:

GÉNESIS 15:5 (RVR) “Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia”

Dios usó esa referencia para comparar el número de la descendencia de Abraham, para dar a entender lo imposible que es para el ser humano contar las estrellas, por la inmensidad del universo.

El universo es impresionante. Los científicos han demostrado que la tierra gira alrededor del sol, que la luna gira alrededor de la tierra y que la tierra gira sobre su propio eje. Por lo tanto, no es casualidad que el calendario Judío haya sido establecido bajo este fenómeno astronómico —la rotación de la tierra sobre su eje (un día); la rotación de la luna alrededor de la tierra (un mes); y la rotación de la tierra alrededor del sol (un año)—. El sol, la luna y las estrellas sólo podrían haber sido puestas de manera tan perfecta por la mano de Dios, Él es el gran Creador y Diseñador de nuestro universo. Por eso encontramos las siguientes magníficas palabras en el Libro de Isaías:

ISAÍAS 45:12 (LBLA) “Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella. Yo extendí los cielos con mis manos, y di órdenes a todo su ejército”

Seguiremos estudiando sobre este tema, en el próximo Artículo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SELECIONA TU MONEDA