- 28 octubre, 2024
- Rafael Lemes
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HEBREOS 10:7-9 (RVR) “Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último”
Este pasaje habla de la Obra perfecta de Jesucristo, que cerró la Dispensación de la Ley y abrió la nueva Dispensación, que es en la que estamos, en la Dispensación de la Gracia. Jesucristo es la manifestación real de todos los tipos y sombras que apuntaban a lo que Él haría por la humanidad. El Cristo Eterno bajó desde Su Trono para hacer la voluntad del Padre, que fue presentarse como la ofrenda perfecta que frenó el sistema continuo de sacrificios de animales que nunca pudo limpiar el pecado del ser humano. La Sangre de Jesucristo abrió el único camino para salvación, y se ha estado ofreciendo en esta Dispensación de la Gracia, gratuitamente a todo aquel que se arrepienta y ponga su confianza en Él.
El Apóstol Pedro nos dice que los Profetas sabían que vendría esta Dispensación de Gracia, donde la Salvación se ofrecería absolutamente como un regalo inmerecido, y por eso trataban de descubrir qué tanto quedaba para que entrara en vigencia:
1 PEDRO 1:10-11 (DHH) “Los profetas estudiaron e investigaron acerca de esta salvación, y hablaron de lo que Dios en su bondad iba a darles a ustedes. El Espíritu de Cristo hacía saber de antemano a los profetas lo que Cristo había de sufrir y la gloria que vendría después; y ellos trataban de descubrir el tiempo y las circunstancias que señalaba ese Espíritu que estaba en ellos”
Precisamente el rey David, sobre quien venía el Espíritu Santo, fue uno de los que se maravilló al conocer que existiría un tiempo donde los pecados serían perdonados por Gracia. David, que estaba bajo la Ley, y había experimentado la severidad de la maldición de la Ley, apreciaba lo que hoy se está ofreciendo a la humanidad, por eso dijo:
SALMO 32:1 (NBV) “¡Qué felicidad la de aquellos cuya culpa ha sido perdonada! ¡Qué gozo hay cuando los pecados son borrados!”
En esta Dispensación, la Salvación y relación con Dios se está extendiendo a la humanidad por Gracia, es decir, como un regalo, sin las exigencias de la Ley, para que no deje de ser por Gracia, pero eso no significa que a Dios no le haya costado nada. La Palabra dice que el costo fue la Sangre de Cristo.
1 PEDRO 1:18-19 (NTV) “Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni plata, los cuales pierden su valor, sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha”
Lo que ocurrió en la cruz no son sólo noticias para el mundo, son Buenas Noticias, tan buenas que para aquel que las escucha le es difícil de comprender; que el Dios perfecto estuvo dispuesto a pagar por los injustos, y está ofreciendo a todos los seres humanos que reconozcan su necesidad de Él, para que entren en Su Reino, sin tener que hacer méritos humanos para ello.
Esta Dispensación inició en el Pentecostés, después de la Ascensión de Jesús, en el Aposento alto, donde 120 Discípulos, incluyendo a los Apóstoles y María la madre de Jesús, recibieron por primera vez en la historia, al Espíritu Santo en ellos, para que habitara permanentemente en sus espíritus nacidos de nuevo, y que así recibieran Su guía y poder para testificar de las Buenas Noticias de esta Dispensación de Gracia.
HECHOS 2:1-3 (RVR) “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”
Jesús anunció que estas Buenas Nuevas empezarían por Jerusalén, pero que el mundo entero debía escucharlas, porque Él no sólo había pagado por Su Nación escogida entre las naciones, Israel, sino por toda la humanidad.
HECHOS 1:8 (RVR) “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”
Por lo tanto, el Espíritu Santo se derramó en Pentecostés sobre los 120 creyentes, pero a partir de ese momento, siguió haciendo Su obra, guiando y empoderando a los creyentes para anunciar las condiciones de esta Dispensación hasta lo último de la tierra, mientras Él convence a los no creyentes de pecado justicia y juicio (Juan 16:8-11).
Jesucristo solucionó el problema en el que nos había metido el primer Adán, con Su Sacrificio abrió el camino que durante milenios estuvo cerrado para los seres humanos, recuperando lo que se había perdido con la caída del primer Adán, y es en este tiempo, que es conocido como la Dispensación de la Gracia, que está llamando a todos los seres humanos a recibir por Gracia lo que Él ganó, y las únicas condiciones que exige esta Dispensación para los seres humanos son:
- Arrepentimiento de la antigua manera de vivir sin Dios y Su Palabra:
HECHOS 2:38 (RVR) “Pedro les dijo: Arrepentíos, …”
HECHOS 17:30 (RVR) “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”
2 PEDRO 3:9 (LBLA) “El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento”
2. Recibimiento del don de la Justicia, al reconocer a Jesucristo como su Señor y Salvador:
2 CORINTIOS 5:21 (RVR) “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”
Debe quedar claro que aunque la Salvación se está ofreciendo por Gracia, sí tiene unas condiciones, así como hemos visto que las demás Dispensaciones las tuvieron, por lo que en este caso, a menos que un ser humano reconozca su condición de pecador y necesidad del Salvador Jesucristo, no participará de los beneficios de esta Dispensación, sino que seguirá en esta vida con su destino marcado para el Juicio que Dios ejecutará a todos los injustos de todos los tiempos.
Como pueden ver, esta Dispensación tiene muchísimos puntos para tocar. Así que los invito a que sigan esta Serie, porque continuaremos estudiando sobre la Dispensación de la Gracia la próxima Semana. Los espero.
DIOS ES BUENO Y SU PALABRA NOS EDIFICA
Doy gracias a Dios por conocerles, lo que no he a prendido en 5 años lo estoy aprendiendo en 2 meses, que llevo viendoles y escuchando, Dios les bendiga pastor Rafael y pastora Adriana 🙏
Excelente enseñanza
Felicitaciones
Muchas gracias
Gracias Pastor por esta maravillosa enseñanza 🙏🏻