Iglesia Palabra Pura

Hemos repasado de manera general quién fue Elías, cómo sirvió a Dios y qué lo llevó a esconderse. Muchos podrían pensar que fueron las amenazas de una mujer, pero en realidad, no fue eso lo que lo motivó. Elías fue un hombre de carne y hueso, igual que tú y yo, y, por lo tanto, no era ajeno a las emociones.

SANTIAGO 5:17 (NVI) nos dice:

Elías era un hombre con debilidades como las nuestras

De esto podemos aprender varias cosas. Una de ellas es la errónea percepción que a veces se tiene acerca de aquellos que sirven a Dios. Se tiende a pensar que una persona usada de manera sobresaliente por Dios, como en el caso de Elías, no sufre, no se angustia, ni siente temor. Nos enfocamos tanto en la magnitud de lo que Dios hace a través de esa persona, que olvidamos que es un ser humano el que sirve de vehículo para que Dios cumpla Su voluntad.

Por otro lado, también podemos aprender que el hecho de que alguien sirva a Dios de manera extraordinaria no es garantía de que siempre esté firme ante las dificultades. En algún punto del camino, es muy probable que esa persona también flaquee. En 1 Reyes 17:1 y 18:41-46, vemos a un Elías valiente y decidido, pero, como podemos observar en 1 Reyes 19:10 y 14, también encontramos a un Elías lleno de pretextos y temores.

El punto que quiero destacar es que, aunque todos estamos expuestos al temor y a todo lo que ello conlleva, hay una verdad que permanece por encima de ese miedo, una verdad que nunca cambiará: la promesa de la Palabra de Dios, que nos asegura que Dios nunca nos dejará y nunca nos abandonará” (Hebreos 13:5).

Elías experimentó esa promesa de manera tangible. Escuchó la voz audible de Dios y fue testigo de manifestaciones asombrosas de Su poder. Fue sustentado por el Ángel del Señor, protegido día y noche, y aun así, eligió esconderse en una cueva. Quiero que comprendan algo importante: hay una línea muy fina entre dudar de Dios y confiar más en uno mismo. En el momento en que elegimos lo segundo, somos nosotros quienes nos apartamos de la presencia de Dios.

El Profeta Elías tomó su propio camino, no el de Dios, cuando creyó en el mensaje de muerte contra su vida. Pero cuidado; no somos tan diferentes a Elías, también estamos hechos de carne y hueso, por lo que debemos cuidarnos, pues una mala noticia, una dificultad en el trabajo o en la familia, puede afectarnos si no nos enfocamos correctamente. Sin embargo, como dice la Escritura: aunque vivimos en este mundo, no libramos nuestras batallas como lo hace el mundo (2 Corintios 10:3, NVI).

Sabemos por la Palabra cuál fue el fin de Elías:

Elías subió al cielo en un torbellino (2 Reyes 2:11, RVR)

A pesar de su glorioso final, siempre queda esa sensación de que pudo haber hecho más, de que tal vez debió tomar otras decisiones o responder de otra manera ante Dios. No debemos permitir que las dificultades nos priven de aprovechar cada oportunidad que tenemos como hijos de Dios. No debemos convertir nuestros problemas en una cueva de temor.

Es por eso que Elías se convierte en un ejemplo para nosotros, y la Palabra lo recuerda:

ROMANOS 15:4 (NVI) “De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza.”

El apóstol Pablo, en otras palabras, nos está diciendo que todo lo que está Escrito, desde los antiguos Profetas hasta nuestros días, no fue en vano. Su propósito de fortalecer nuestro conocimiento de Dios sigue siendo vigente. No desechemos Su Palabra, sino sigamos adelante con confianza en Aquel que lo prometió. Si nuestros hermanos en el pasado pudieron mantenerse firmes, nosotros también podemos, en la profesión de nuestra fe.

Así que no cometamos el mismo error de Elías, y si llegamos a caer, recordemos a nuestro Dios y todo lo que ha hecho por cada uno de nosotros. Lleguemos al punto de poder decir con seguridad:

HEBREOS 13:6 (RVR) “… El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”

2 comments on “LAS CONSECUENCIAS DE DEJAR QUE EL MIEDO TE CONTROLE- PARTE 3

  1. Pastor Rafael, gracias por toda la sabiduría compartida, por abrir las escrituras de la manera en que lo hace.
    He sido grandemente edificada a través de sus enseñanzas.
    Siempre lo llevo en mi corazón.

  2. Wow. Este artículo ha sido la respuesta
    Que separaba del Señor para mi.
    Me alienta a seguir adelante, pues el nunca nos dejará, ni nos desamparará.
    Gracias Pastor Rafael…..que nos ayuda con los ejemplos de la palabra que sigamos adelante y caminemos puestos los ojos en Jesús y en sus promesas.
    El tiene lo mejor de lo mejor para con nosotros sus hijos.
    Vivir por fe y no por vista.
    El tiene cuidado de nosotros. Y
    Lo mejor de lo mejor nos da.
    Abrazos y bendiciones.

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