Iglesia Palabra Pura

A través de la Cruz, Jesucristo hizo todo por nosotros; nada quedó fuera de su plan redentor. En la Cruz del Calvario, Jesús nos dio salvación, justificación y santificación. Pero en este artículo quiero enseñarles cómo en la Cruz también está trazada la bendición para nosotros, los hijos de Dios.

Hace poco enseñé cómo los malos reportes ejercen presión sobre las personas. Nos hacen olvidar nuestros sueños, aplazar nuestros proyectos, o incluso —en muchos casos— descuidar o abandonar el llamado que Dios ha puesto en nuestros corazones.

Muchas veces, ni siquiera intentamos dimensionar el alcance de la Cruz, aunque sea infinito. Pero esto no cambia el hecho de que podemos vivir una vida de bendición a medida que vamos comprendiendo la Cruz.

Hay una Escritura que nos da una perspectiva muy amplia sobre la bendición marcada en la Cruz y nos muestra cómo Dios quiere que veamos las cosas. Él desea que las veamos en el espíritu, antes de verlas con nuestros ojos naturales. Veamos:

GÉNESIS 13:14 (RVR) “Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente”

Después de una serie de problemas que Abraham enfrentó en la tierra de Canaán y en Egipto, al salir de allí Dios le da estas palabras, señalando los cuatro puntos cardinales para mostrarle lo que poseería. Si se fijan bien, en estos puntos cardinales está dibujada la Cruz; en ellos está marcada nuestra bendición. Luego, Dios va más allá y le dice:

GÉNESIS 13:15 (RVR) “Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre”

Imagínese por un momento a Abraham de pie en el monte de Bet-el —que significa “Casa de Dios”— observando hasta donde le alcanzaba la vista. Visualizarse dueño de todo lo que veía, aunque aún no lo tuviera, era precisamente lo que Dios quería que hiciera: que su mente y su corazón se alinearan con lo que Dios le estaba mostrando.

No podemos permitir que el ruido del mundo opaque la visión de Dios en su Palabra, que nos ha sido dada para vivirla por encima de lo que digan las circunstancias. Dios le muestra entonces a Abraham Su visión, para que se imagine como heredero de toda la tierra que estaba frente a él:

GÉNESIS 13:16 (RVR) “Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra…”

Cada vez que Abraham mirara al suelo y viera el polvo bajo sus pies, debía recordar la promesa de Dios. La Cruz también nos recuerda que somos herederos de la bendición en Cristo, como dice 1 Pedro 3:9. A veces parece que no basta con memorizar las Escrituras. Somos tan visuales, que necesitamos ver con nuestros propios ojos lo que dice la Biblia y confirmar que Dios cumplirá su Palabra y que esta es verdad.

Por eso Dios le dice a Abraham:

GÉNESIS 13:7 (RVR) “Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré”

¿Lo ven? De nuevo se presenta la imagen de la Cruz: “a lo largo y a su ancho”. Nunca debemos olvidar que todo lo que proviene de Dios está esencialmente relacionado con la Cruz. Y por eso resulta tan interesante lo que hace Abraham después de escuchar las palabras de Dios:

GÉNESIS 13:18 (RVR) “Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón”

Abraham fue a un lugar llamado Hebrón. Lo interesante aquí es el significado de la palabra “Hebrón”, que proviene del verbo chabar, que significa “estar unido” o “hacer alianza”. Curiosamente, este verbo es la raíz de la palabra Chabburah, que quiere decir “llaga” o “herida”, la misma palabra que usa Isaías 53:5: por su Chabburah, por su llaga, fuimos sanados.

Así como Abraham se unió al Señor para que la bendición se extendiera a través de él, de la misma manera el Hijo de Dios nos unió al Padre, para que la bendición de Abraham nos alcanzara.

No obstante, fue necesario que Abraham creyera en lo que Dios le estaba diciendo y mostrando. De igual forma, el sacrificio de Jesús en la Cruz lo recibimos por fe, al decidir creer en Su Palabra y en lo que hizo por nosotros, incluso antes de ver la manifestación de esa bendición.

Ahora bien, Abraham, con aproximadamente 83 años, recibe otra promesa de parte de Dios. Esta vez, ya no pondría su mirada en el suelo, sino que debía mirar hacia los cielos:

GÉNESIS 15:5 (RVR) “Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia”

Abraham recordaría las promesas de Dios cada vez que sus pies tocaran el suelo y cada vez que alzara sus ojos al cielo. Cuando tú observas la Cruz, estás viendo las promesas hechas en el cielo tocando la tierra. Y noten que la Palabra nos dice que, después de mirar al cielo, Abraham creyó:

GÉNESIS 15:6 (RVR) “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”

Aquí, la palabra “contado” viene del verbo chashab, que significa “pensar, calcular, hacer juicio”. Es decir, que después de que Abraham creyó a Dios —por lo que vio en el cielo y en la tierra—, Dios analizó (chashab) su fe, evaluó su corazón, y determinó que era justo.

Tú también eres justo ante los ojos de Dios. No tomes a la ligera el sacrificio de Jesús. Cuando mires a la Cruz, contempla en ella la bendición de Dios extendida a lo largo y ancho de tu vida.

2 comments on “La Cruz: Señal Eterna de Bendición

  1. Maravilloso artículo . Muchas gracias Pastor Rafael por cada enseñanza donde podemos ver las promesas y el amor del Padre para con sus hijos. Dios le bendiga grandemente y sobreabunde en sabiduría y conocimiento de la palabra de Dios un fuerte abrazo!!

  2. Pastor buenas tardes, que enseñanza tan magistral, que su DIOS y mi Dios lo guarde, para que nos comparta todas esas enseñanzas ejemplares, para nuestro crecimiento espiritual. Abrazos Pastor y Pastora.

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