“Porque nosotros somos colaboradores de Dios…”1 CORINTIOS 3:9 (RVR)
En mis años como Pastor y maestro de la Palabra he podido comprobar que se tiene la idea errónea, que sólo le es útil a Dios quién tiene un llamado ministerial (Efesios 4:11), Y por eso consideran estos llamados, especiales. Bueno déjenme decirles que su importancia radica en el grado de responsabilidad delante de Dios
“A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho”
Lucas 12:48 (NVI)
Pero eso no cambia el hecho, y este es el punto que quiero establecer, que todos, como creyentes, tenemos la facultad en Cristo de ser útiles para Él en la expansión del Evangelio.
Por eso quiero compartir con ustedes un fragmento de la historia de Adoniram Judson que me parece interesante para ilustrar el punto. Judson fue un misionero muy famoso a finales del siglo XVII por su influencia en Birmania, lo que hoy se conoce como “Myanmar” ubicado en la península de “Malaca”.
Viajó en una época difícil, por los frecuentes enfrentamientos entre Birmania y Gran Bretaña, además de la fuerte presencia del budismo, la religión predominante de ese país.
Recuerden que, en la enseñanza de los jueves sobre Corintios, en uno de los últimos servicios mencione que todos tenemos dones y talentos que aportar para el beneficio de otros y por lo tanto no debemos privarlos de dicho beneficio.
En ese sentido, Judson no fue la excepción, este hombre se embarcó en un viaje en el año 1813, a una tierra desconocida para él; cuando llego a estas tierras ya tenía conocimiento y manejo de varios idiomas entre ellos Griego y Hebreo. Su tarea al llegar allí fue aprender el idioma del lugar, lo que le tomó varios años; cuando finalmente logro entenderlo y hablarlo, empezó a traducir la Biblia al Birmano.
Todos tenemos habilidades que podemos poner al servicio del Reino con el propósito de que otros conozcan el Evangelio de Jesucristo. Adoniram fue encarcelado, golpeado; su esposa y su hijo estuvieron en peligro cuando se supo que ellos estaban predicando la Palabra, pero quiero que entiendan esto, más allá de las dificultades que él y su esposa enfrentaron, esto no fue impedimento para que Adoniram continuara con la traducción de la Biblia y la predicación del Evangelio.
La Palabra de Dios dice:
“…muchos obreros, canteros, albañiles, carpinteros, y todo hombre experto en toda obra” 1 Crónicas 22:15 (RVR)
Pero son innumerables las excusas que he escuchado para no servir con aquello que se nos ha dado. Tú eres bueno en algo, posees talentos y habilidades que Dios te ha dado, pero los temores y la auto descalificación, han sido la barrera que impide que des un paso al frente y marques la diferencia.
Todo este conocimiento que tenía Adoniram sobre diferentes idiomas lo uso en beneficio de otras personas, aunque tenía muchas excusas de peso para regresar a Estados Unidos, sin embargo, tomó la firme decisión de continuar con el trabajo para el cual, él estaba convencido, Dios lo había llamado.
Tú puedes hacer mucho desde la posición en que te encuentras. La Palabra en Ezequiel 22:30 (RVR) nos dice: “Y busqué entre ellos hombreque se pusiese en la brecha” . Aquí la palabra “brecha” significa: 8romper, abrir camino). Adoniram perdió a su esposa e hijo en el proceso, no obstante, logró hacer la primera traducción de la Biblia Birmana, escribió un diccionario del Birmano al Ingles y fundó 100 iglesias con cerca de 9.000 creyentes.
Tú también tienes la oportunidad de pararte frente a la brecha como lo hizo Adoniram y su esposa; se que muchas veces nos agobia la duda, la preocupación y la inseguridad de saber si podremos o no, hacer algo que afecte positivamente nuestro entorno; pero Dios nos ha prometido en Su Palabra lo siguiente:
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaías 41:10 (RVR)
No será en vano todo lo que puedas hacer en Cristo; porque Dios no es injusto para olvidar tu obra y el trabajo de amor que has mostrado hacia Su nombre y tu servicio en la obra del Señor (Hebreos 6:10), de modo que sigue caminando en fe, mirando Aquel que prometió y avanzando en la esperanza de sus promesas.
“Un momento y estamos en la eternidad,
antes de encontrarnos hagamos mucho por Cristo”
Ann Judson