“MARÍA Y SU HIJA SE MANTUVIERON FIRMES EN LA PALABRA DE DIOS”
María Morales nos comparte este maravilloso Testimonio:
“… Cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti” Lucas 8:39 (RVR)
“Testimonios de mi vida cristiana tengo muchos, y digo de mi vida cristiana, contando a partir del momento en que llegué a Iglesia Palabra Pura; porque yo era cristiana hacía nueve años atrás; pertenecía a otra congregación donde me hacían creer que Dios me quería sufriendo”.
El caso de María era el mismo de muchos cristianos, que desafortunadamente están bajo una enseñanza que, en lugar de hacerlos libres, los esclaviza a una vida de resignación y aceptación a las diferentes situaciones de la vida.
“Cuando conocí del Señor en esa otra congregación, en lugar de ser libre, fui más esclava. De verdad que yo doy gracias a Dios, con mi vida, por la bendición de haber conocido a mis pastores, los amo con un amor inmenso, de agradecimiento infinito; porque cuando uno empieza a vivir con la libertad con que Dios nos hace libres, es algo maravilloso”.
Poco a poco, María empezó a entender quién es en Cristo y a conocer al verdadero Dios que nos hace libres de toda condenación.
“El Pastor Rafael dice que nosotros tenemos que acostumbrarnos, no a vivir de milagro en milagro; sino a vivir en bendición, y en eso se convirtió mi vida, para la Gloria de Dios. Yo ya no dependo de los milagros, estoy segura de que la bendición está conmigo, que donde yo esté está Cristo conmigo, porque ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí, eso lo tengo claro.
¿Cómo podría yo llamar este testimonio? yo lo llamaría: firmes en la Palabra de Dios, firmes en lo que hemos aprendido.
Yo tengo dos hijos. Mi hija mayor es casada, tiene dos niñas preciosas; la primera no tuvo problemas. Cuando ella quedó en embarazo de su segunda hija, me pidió que la acompañara en su primera cita con el médico. Desafortunadamente no pude entrar con ella al consultorio, la tuve que esperar afuera. Cuando ella salió de la cita, yo la vi totalmente desdibujada. Vi en su rostro que las noticias no eran buenas. Ella me miró y me dijo: <<Mami, gracias por haberme acompañado>>. Cuando salimos de ahí, ella se puso a llorar. Cuando le pregunté qué le pasó, su respuesta fue que le habían dicho que tenía una enfermedad que producen los gatos, llamada “Toxoplasmosis”. Eso fue muy horrible, porque desde el primer momento, la mujer que la trató en la cita le dio un muy mal diagnóstico; dijo que la niña podría nacer en condiciones que no quiero ni mencionar. Fue terrible”.
María asumió su autoridad en Cristo cuando su hija más lo necesitaba. “En ese momento yo la miré y le dije: <<Recuerde de quién es hija usted, recuerde a Quién le hemos creído, recuerde que Jesucristo ya pagó el precio. Él no se va a volver a crucificar porque usted está llorando; Él ya lo hizo, Él permitió que le convirtieran la espalda en una sola llaga, usted verá si lo toma o no lo toma>>. Eso fue una mezcla entre levantarle el ánimo y levantármelo yo misma, porque lo que yo sentía era tremendo; pero yo le dije: <<Vamos a orar y vamos a creerle a Dios>>.
“Tengan dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo anda por ahí como un león rugiente buscando a quién devorar” 1 Pedro 5:8 (PDT)
Empezamos ese proceso. Yo le dije: <<Lo primero que vamos a hacer es que a nadie le vamos a contar, esto queda entre usted y yo>>; por eso yo daba gracias a Dios de que hubiera sido yo quien la acompañó, porque si no hubiera sido así, ella se habría derrumbado y hubiera confesado cosas contrarias a la Palabra, y el enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar. Yo le dije: <<En el nombre de Jesús cancelamos todo mal diagnóstico y declaramos que la niña viene bien>>.
Fue un proceso largo. Le mandaron exámenes, y siempre ella y yo orábamos y declarábamos. Por eso yo digo que Dios es maravillosamente bueno. Me acuerdo tanto de lo que dice la Palabra de Dios cuando le dijeron a María por lo que Jesucristo iba a pasar, y dice la Palabra que María meditaba en ello; más o menos eso es lo que uno pasa cuando le dan ese tipo de diagnósticos, fue tremendo”.
Le mandaron mucha medicina, me acuerdo que ella llegó a la casa y llevaba como 12 cajas de medicina, pero muy fuerte. Y no por decisión mía, sino de ella, me dijo: <<Mami, yo no me la voy a tomar>>. Yo guardé la medicina y eso rodó y rodó y nunca se la tomó. Seguíamos aferradas a la Palabra. En estos momentos que les narro mi testimonio, Dios sabe que las lagrimas que corren por mis mejillas son de felicidad.
La materia prima para la manifestación de la sanidad es la fe, que toma lo que la Gracia ha dado. La mujer del flujo de sangre (Lucas 8:43-48), la hija de Jairo (Marcos 5:21-43) y el siervo del centurión Romano (Lucas 7:1-10) recibieron la manifestación del poder de Dios debido a su fe, aunque en los 3 casos habían niveles diferentes de fe. Una mujer tocó el borde del manto de Jesús, Jairo necesitó que Jesús fuera a su casa para que Jesús le impusiera las manos a su hija y el centurión Romano sólo necesitaba que Jesús declarara la Palabra de sanidad. Nuestra Iglesia nunca recomienda dejar de tomar medicina, a menos que la persona sienta que está en ese nivel de fe. Dios nos encuentra en nuestro nivel de fe. En este caso, María y su hija tenían fe para creer que sin medicina alguna, Dios manifestaría aquello por lo que creían sobre la bebé por nacer.
Yo recuerdo cuando fue a nacer la niña, yo me arrodillaba y declaraba y le decía: <<Gracias, Señor, porque yo sé que ella viene bien>>. ¡Bendito sea Dios! Cuando nació y la sacaron para que nosotros la viéramos, yo le daba la Gloria a Dios. sólo Dios y el conocimiento de Su Palabra nos sostuvo. ¡La niña nació totalmente sana!
Ahora pienso que donde yo no hubiera pertenecido a Iglesia Palabra Pura, como dice en el lenguaje popular, “otro gallo cantaría”; pero me afirmé, me sostuve y sostuve a mi hija, y vimos la Gloria de Dios. Dios es bueno, todo el tiempo”.
Hermoso testimonio y tremenda frase: ¨Yo ya no dependo de los milagros, estoy segura de que la bendición está conmigo, que donde yo esté está Cristo conmigo, porque ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí, eso lo tengo claro”.
Eso resume todo… excelente testimonio.. gracias por compartirlo!!! Bendiciones
Toda la gloria sea para Dios y la enseñanza de nuestros pastores que mediante la palabra nos libera de toda mentira
La toxoplasmosis suele contraerse al comer carne contaminada mal cocida o por exponerse a heces de gato que contienen el parásito o por comer frutas y verduras sin lavar.
La fe recibe ,lo que nos fue dado por gracias. Creerle a Dios,en lo que ha hecho por nosotros. Maravilloso testimonio de que nuestro ABBA no miente ,solo hay que creerle . Gracias por compartir.