HEBREOS 6:12 (LBLA) “a fin de que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas”

Este mes, como lo hemos venido haciendo cada año en nuestra Iglesia, es el mes donde presentamos ante Dios nuestras peticiones. Enero es un mes donde las personas suelen tener gran expectativa de ver la manifestación de aquello que hay en sus corazones. Como Pastores, Morena y yo, les hemos enseñado a sacar su lista de peticiones, totalmente alineadas a las Escrituras, y a usar el poder de la imaginación para traer aquello que está en el plano espiritual a la manifestación natural.

Realmente en ese primer Servicio del año se puede sentir una atmósfera de fe; sin embargo, quiero ser sincero respecto al problema que he percibido en estos más de 7 años de Ministerio en Colombia, y es que a medida que van pasando los meses, gran parte de los que estaban avivados y en fe, parecen “globos desinflados”, totalmente desmotivados, creyendo que lo que hicieron en el Servicio de peticiones sólo fue producto de su emoción, y que simplemente esas peticiones no serán cumplidas en ellos.

La verdad es que esa actitud hará que todo pase tal cual como lo manifiesta su desaliento; todo porque dejaron de lado las dos fuerzas poderosas que hacen parte de la manifestación de las Promesas de Dios: la Fe y la Paciencia.

La fe es la certeza de que lo que ha dicho Dios se manifestará.  Pero la paciencia es la que le ayuda a la fe a perseverar en el tiempo de espera. La paciencia necesita un motivo para perseverar, y la fe necesita a la paciencia para poder soportar el prolongado tic toc del reloj con la misma expectativa.

La fe se puede ejercitar. Morena lo explica muy bien. Ella usa la analogía de la fe como los músculos que cada persona tiene, pero que sólo las personas logran desarrollarlos al ponerlos a trabajar. Nadie puede decirle a un entrenador de gimnasio “dame músculos”, porque los músculos los tiene, sólo que se encuentran sin ejercitar, por eso no los ve. Así mismo la paciencia también es un músculo que se puede ejercitar, y sólo puede ser ejercitada cuando realmente se encuentra en situaciones de espera, donde la fe tiene que ser sometida a la presión del tiempo.

Tú necesitas este 2023 ejercitar tu fe y paciencia si deseas ver manifestadas las peticiones que hay en tu corazón. Para ello necesitas tener un plan de ejercicio para desarrollar esos dos músculos poderosos, y las Escrituras tienen ese plan para hacerte espiritualmente fuerte.

EJERCICIO PARA LA FE: “Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo” (Romanos 10:17 [NVI]).

No solamente necesitas escuchar la Palabra de Dios una vez, necesitas oírla constantemente, meditarla, creerla, y apropiarte de cada Promesa con la total certeza de que es la absoluta verdad.

EJERCICIO PARA LA PACIENCIA: “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Santiago 1:3 [RVR]).

Los problemas, las dificultades o aflicciones no desarrollan paciencia. No necesitas salir a buscar problemas para ejercitar tu paciencia, aunque ciertamente los tendremos. Pero lee bien Santiago 1:3, dice “la prueba de vuestra fe”. Es decir, que la fe hace la diferencia para que en medio de la prueba se desarrolle un mayor nivel de paciencia.

El Rev. Kenneth Copeland llama a la fe y a la paciencia “las gemelas poderosas”, porque deben trabajar unidas para producir grandes resultados. No se puede tener paciencia sin fe puesta a prueba, ni se puede pasar una prueba sin fe, se necesitan una a la otra. Y eso es algo que muchos cristianos no han comprendido; ya que creen “bueno, voy a llenar estas peticiones, voy a orar y a decir <<En el Nombre de Jesús, amén>> al final, y si Dios quiere se cumplirán, y si no pues no era la voluntad de Dios. Pero la verdad es que simplemente no ejercitaron estos dos músculos necesarios para ver la manifestación de la herencia que tenemos en Cristo Jesús.

No menosprecies a la paciencia, no olvides su poder. ¿Estás creyendo este 2023 por grandes cosas?  Oye una y otra vez la Palabra de Dios al respecto, pero no te dejes presionar por el reloj, permanece en la carrera a través del poder de la paciencia.