Iglesia Palabra Pura
  • 4 septiembre, 2023
  • Rafael Lemes
  • 4

Si una persona no entiende la forma en cómo Dios ve la muerte, no entenderá las siguientes Escrituras:

EFESIOS 2:1 (RVR) “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados

1 JUAN 3:14 (RVR) “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte”

No tenemos duda alguna de que cuando se nos presentó el Evangelio teníamos signos vitales en nuestro cuerpo, pero la verdad es que todos estábamos muertos delante de Dios. Debemos comprender que Dios no percibe la muerte como la perciben los seres humanos. Desde una mirada humana, una persona sólo muere cuanto ha perdido todos los signos de vitalidad en su cuerpo, como la respiración, la circulación sanguínea y el funcionamiento de su cerebro. Pero para Dios esos detalles del cuerpo son sólo superficiales, porque para Él la muerte es la separación de Su Presencia.

Esto lo podemos comprobar con la advertencia que le dio al primer Adán en el Edén:

GÉNESIS 2:17 (RVR) “mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”.

Muchas traducciones utilizan la expresión “ciertamente morirás” o “sin duda morirás”, pero al revisar una transliteración de las Escrituras en Hebreo, encontraremos que aparece dos veces la palabra “Muth”, que es muerte en Hebreo, lo cual no es un error de escritura, sino que es lo que conocemos como un Hebraísmo, es decir, una expresión Hebrea, que lo que realmente significa es “muriendo morirás”. ¿Por qué? Porque cuando Adán comió del fruto del árbol prohibido murió inmediatamente delante de Dios, porque se separó espiritualmente de Él, y al estar separado espiritualmente de la fuente de vida, con los años, su cuerpo fue afectado hasta que dejó de funcionar en la tierra. En otras palabras, Adán, sí “Muth Muth/murió murió”, primero espiritualmente y luego físicamente, tal y como Dios se lo advirtió.

Dios no enfatiza en la muerte física del ser humano porque nadie deja ni dejará de existir. Dejemos claro que ni la muerte espiritual ni la muerte física tiene que ver con dejar de existir.

Por lo mismo cuando Adán murió espiritualmente, no fue que dejó de existir como espíritu, sino que se separó de la comunión que tenía con Dios, ni tampoco dejó de existir cuando su cuerpo físico no soportó las consecuencias de la degradación del pecado.

Me gustaría que viéramos una historia que narró Jesús, que nos da ciertos detalles acerca de qué sucede cuando una persona deja su cuerpo en la tierra:

LUCAS 16:22-31 (RVR) “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora este es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”

Jesús usó parábolas para explicar principios o verdades espirituales, pero no se pueden entender las parábolas como fábulas o cuentos que salían de la imaginación de Jesús, sino como historias reales que Él usaba como ventanas para aquellos que lo escuchaban. Podemos notar que el Rico y Lázaro ya no estaban dentro de sus cuerpos físicos en la tierra, sin embargo, Jesús nos describe que aunque una persona deje el cuerpo terrenal podrá seguir como espíritu:

  • Viendo: “alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham…”
  • Hablando: “Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí…”
  • Sintiendo dolor: “… porque estoy atormentado en esta llama”
  • Escuchando: “Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate…”
  • Recordando su vida en la tierra: “Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento”.

Entre otros detalles muy interesantes. Pero lo que está claro es que todos los seres humanos, aunque dejen su cuerpo terrenal, seguirán existiendo. Sin embargo, la gran pregunta es: ¿Existiendo Dónde?

Debo aclarar que la narración de Jesús sobre el Rico y Lázaro ubica a uno en el infierno y a otro en el seno de Abraham. Pero esto ocurría antes de la cruz, ya que sin un sacrificio perfecto, nadie tenía acceso directo al Tercer Cielo, ante la Presencia de Dios. No obstante, aunque el infierno y el seno de Abraham estaban relativamente cerca, nadie podía pasar de un lado a otro, porque el seno de Abraham sólo era un lugar para preservar a aquellos, que durante su vida en la tierra, habían puesto su fe en la Promesa del Mesías Redentor, y el infierno era, y es, una especie de cárcel que encierra a aquellos que nunca creyeron en Dios y Sus Promesas de un Redentor.

¿Qué sucede ahora después de la cruz cuando alguien deja su cuerpo en la tierra?

Sólo hay 2 lugares a donde ir: al Cielo o al infierno, no existen puntos medios, como la falsa doctrina del purgatorio o el limbo, sólo existen esos 2 lugares. Si una persona en vida recibió a Jesucristo como Señor y Salvador, inmediatamente sucede como el Apóstol Pablo lo indicó:

2 CORINTIOS 5:8 (BLP) “…abandonar el cuerpo para ir a vivir junto al Señor”

Así es, en esta Dispensación de Gracia, un creyente que deja su cuerpo no va al seno de Abraham, ni mucho menos sucede como incorrectamente han enseñado, que se queda como en un estado de inconsciencia, sino que dejar el cuerpo sólo significa que inmediatamente entra al Tercer Cielo junto al Señor.

Pero el infierno no ha dejado de ser una cárcel que sigue recibiendo y torturando a aquellos que en la tierra no quisieron recibir el mensaje de Salvación. Jesucristo dijo que nadie podrá entrar por otra puerta a Dios, la única puerta por la que se puede entrar al Cielo es Jesucristo mismo. El infierno fue creado para satanás y los ángeles caídos, en realidad Dios nunca ha querido que ningún ser humano vaya a ese lugar de tormento, pero muchas personas necias que rechazan la verdad que los puede salvar, terminan escogiendo su triste final.

Entonces, sí estuvimos muertos antes de recibir a Jesucristo como Señor y Salvador, tal y como lo dice Efesios y 1 Juan, pero se nos ha dado la vida, que nos asegura que dejar el cuerpo sólo es pasar del plano terrenal a la misma Presencia de Dios.

4 comments on “ESTÁBAMOS MUERTOS

  1. Hola!!
    Yo creo que la palabra deja más claro que los nacidos de nuevo iremos al Paraiso, por eso Jesús le dijo al ladrón crucificado: hoy estarás conmigo en el Paraiso…y los no nacidos al Hades, y ya después del juicio, unos son mandados al infierno y nosotros al cielo, no tiene esto más sentido? Perdón que me sienta tan atrevida de decir esto 😅
    Se que vosotros sabéis mucho más, pero en esto veo más sentido 😊
    Como si fuera un pre infierno y cielo.

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