Aunque ya estamos en la recta final de esta Serie, nos quedan varios versículos del Capítulo 24 de Mateo por cubrir.

Mateo 24:11-12 (LBLA)

“11 Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. 12 Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará”

En estos versículos encontramos que la palabra “muchos” es mencionada tres veces, es por eso que no se puede pasar por alto, porque nos da una clave del problema al que los creyentes en esos tiempos se enfrentarán. Esta palabra nos da la idea de multitudes. Es decir, multitud de falsos profetas, multitud de engañados y multitudes que se enfriarán.

Recuerden que el engaño NO es una mentira; ya que si fuese una mentira, en tal caso, el engaño sería fácilmente detectado y desechado. No obstante, la mayor táctica del engaño es que tiene mitad verdad y mitad mentira. Es literalmente una mezcla de verdad con mentira, pero asegurándose de contener la suficiente verdad para que sea aceptado el engaño, y así lograr confundir a las personas, para hacerlas caer.

Así que se pueden imaginar a la “multitud” de los llamados profetas (que claramente son falsos profetas), levantando sus voces y predicando engaño a la gente, pero con tal tacto, destreza y sutileza, en la predicación del engaño, que la gente aceptará lo que ellos digan como la verdad. Jesús nos advierte que multitudes que escucharán estas voces de los falsos profetas caerán en las redes del engaño y en las garras de la manipulación. Pero no hay otra respuesta para no caer en el engaño que la misma arma que usamos hoy en día: el conocimiento y discernimiento de la Palabra de Dios.

Ahora, quizás algunos de ustedes se preguntarán a qué se refiere la Palabra cuando indica que habrán muchos falsos profetas; bueno, un falso profeta es aquel que asegura hablar por inspiración divina, pero que en realidad NO ha sido enviado por Dios. En otras palabras, es un auto-nombrado y auto-enviado, donde claramente no ha recibido ninguna inspiración divina ni es respaldado por Dios. La Palabra de Dios nos dice que habrán multitudes de estos personajes.

Es importante que prestemos mucha atención al versículo 12, ya que allí hay una advertencia incluso para nosotros en este tiempo, ya que indica que el aumento de la iniquidad hará que el amor de muchos se enfríe. La palabra “iniquidad” es la palabra “lawlessness”, en Inglés, que significa “sin ley”, y es precisamente lo que una gran mayoría de las nuevas generaciones vienen demandando, que se elimine toda ley y que cada quien camine en sus límites personales, estableciendo sus propias leyes, lo cual es la fórmula para el desastre, porque la iniquidad o “lawlessness” nos habla de las acciones de individuos, grupos, culturas y aun naciones, que han tomado la decisión de apartarse de Dios y de Sus Principios y, por ende, de toda ley natural impuesta para mantener el orden en la sociedad.

Me imagino que ahora se pueden dar cuenta de la gravedad del asunto, porque es exactamente esto lo que hoy en día estamos viendo alrededor del mundo. Entonces, si esta es la realidad de hoy en día, en el tiempo de la tribulación llegará a su clímax. El único que puede cambiar esta situación caótica es Dios; en la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo. Él es la única respuesta, y salida de este mundo de iniquidad. Por eso les recuerdo los versículos de Romanos 1:28-32 (LBLA):

“Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen; estando llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos, engaños y malignidad; son chismosos, detractores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de lo malo, desobedientes a los padres, sin entendimiento, indignos de confianza, sin amor, despiadados; los cuales, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican”

Así que, como lo vimos en el versículo de Mateo 24, por causa del aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará, y si ahora se está manifestando, en la tribulación se manifestará   en un nivel inmensamente superior.

Pero mientras somos Raptados, nosotros podemos ser guardados de enfriarnos espiritualmente si comprendemos la importancia de establecer nuestras prioridades. Todo es cuestión de una simple decisión, independientemente de lo que veamos en el exterior, tenemos que decidir poner a Jesús por encima de todo en nuestras vidas.