Iglesia Palabra Pura

En el artículo pasado, vimos 2 puntos acerca de la Omnisciencia de Dios. Sigamos hoy aprendiendo sobre este fascinante e inmutable atributo de Dios.

Recuerden, el conocimiento de Dios es atemporal (en Inglés se dice ‘Timeless’), por lo tanto, Él no está atado a las leyes del tiempo. Este concepto para nosotros, que tenemos un conocimiento limitado, es algo difícil de absorber, es por eso que debemos comprender que Dios no sólo está fuera del tiempo, sino por encima del tiempo, por lo cual, Él puede ver desde la eternidad los eventos pasados, presentes y futuros, todos, al mismo tiempo.

A lo largo de la Palabra podemos encontrar pasajes que nos muestran la Omnisciencia de Dios, incluso ayer vimos que el Cordero de Dios ya había sido inmolado desde la fundación del mundo (Apocalipsis 13:8). Pero ¿han notado que en algunos versículos pareciera que Dios estuviera limitado en Su conocimiento sobre ciertos eventos? Me refiero a versículos como los siguientes:

Jeremías 17:10 (NTV)

“Pero yo, el Señor, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa, según lo merecen sus acciones”

2 Crónicas 16:9 (LBLA)

“Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti”

¿Notan que estos versículos utilizan palabras como: investigo, examino y recorro? Si ya hemos venido estudiando acerca de que Dios es Omnisciente, es decir, que lo sabe todo, ¿por qué Dios tendría que recorrer la tierra para investigar los corazones de los seres humanos y examinar sus intenciones? Les hago esta pregunta para hacerlos pensar un poco. Y si quieren que los ponga a pensar todavía más, mediten en lo que el siguiente versículo nos dice, comparado con lo que hemos visto hasta ahora de la Omnisciencia de Dios:

Génesis 18:21 (LBLA)

“Descenderé ahora y veré si han hecho en todo conforme a su clamor, el cual ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré”

Parece contradictorio el decir que Dios es Omnisciente, pero que, además, también examina e investiga al ser humano, ¿verdad? Sin embargo, no lo es. Recuerden que Dios le dio al hombre (Su creación) el mayor ‘don’ que el hombre pueda tener: libre albedrío. En simples palabras, esto implica que el hombre (la humanidad) tiene la capacidad de tomar decisiones por sí mismo, decisiones que tienen un efecto en su destino, y Dios aun siendo Soberano —Supremo en Autoridad— respeta cada decisión del hombre, tanto que sea una decisión correcta, como una decisión incorrecta, que le hará daño.

Quiero que no les quede ninguna duda de que Dios lo sabe TODO, Él es Omnisciente, pero Él puede elegir qué quiere conocer a detalle, y simplemente hay cosas que Dios elige no saber a fondo esperando que usemos bien nuestro ‘don’ de libre albedrío. Es por eso que en la Palabra encontramos alrededor de 1.500 promesas que vienen condicionadas con la conjunción “Si…”, lo cual nos muestra que Dios no causa TODOS los actos y eventos,  por Sus propios decretos, de acuerdo a Su voluntad, sino que para el cumplimiento de estas promesas tiene que intervenir la buena decisión que el hombre tome en su libre albedrío.

Concluimos, ¿Dios es Omnisciente? Sí, absolutamente. Es por eso que Isaías 46:10 dice: “… declaro el fin desde el principio…” (LBLA). Pero en lo que se refiere a los asuntos del hombre, Dios decide no involucrarse en cada detalle. Así que valoremos el gran ‘don’ que Dios nos ha entregado, nuestro libre albedrío, debemos usarlo con responsabilidad.

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