
1 Pedro 5:1-4 (RVR) “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”
En el artículo anterior, vimos la primera de las responsabilidades que tenemos los Pastores como autoridades sobre la Iglesia que Dios nos delegue a Pastorear. Veamos la segunda responsabilidad que tenemos los Pastores bajo autoridad legítima:
2. Cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente: los Pastores siguen únicamente la doctrina de Jesucristo. Todo lo que contradiga la doctrina de Jesucristo debe ser señalado como erróneo, falso y pervertido. La Palabra es nuestra máxima autoridad, y nosotros no nos amoldamos al sistema del mundo y sus doctrinas (Romanos 12:2), sino que permanecemos firmes en lo que Escrito Está, así tal cual debemos dar el mensaje sin diluirlo.
En muchas Iglesias que venían apacentando bien el rebaño que estaba bajo su responsabilidad, simplemente no velaron, no cuidaron la doctrina, y permitieron que las doctrinas de demonios se infiltraran en sus Iglesias. Lo vemos incluso con Iglesias donde muchos de los servidores eligen qué doctrina aceptar y qué no, y fácilmente pueden estar sirviendo, mezclando los principios de la Palabra de Dios con la ideología Marxista-comunista, sin que los Pastores ejerzan autoridad sobre ellos. Eso simplemente es no cuidar la sana doctrina, y es responsabilidad del Pastor velar por ello.
Ahora, dice “no por fuerza, sino voluntariamente”, esto no se está refiriendo a que el Pastor debe ser tímido y esperar a que se den cuenta de que las idologías que contradicen la Palabra no son correctas, y mientras tanto vivan con esas mezclas en la Iglesia. No, a lo que se refiere es que a la autoridad delegada de Dios deben respetarla, y no debería existir resistencia a ella, pero en el momento en el que no se sujeten a la autoridad, entonces simplemente esa autoridad ejerce autoridad, y se toma decisiones al respecto, así sea retirar a alguien de una posición que no debe estar. Rafael y yo no tenemos temor de pedirle a una persona que salga de su posición en la Iglesia, si voluntariamente no quiere seguir la doctrina de la Palabra, que sí sigue Iglesia Palabra Pura. No vamos a forzar a esa persona a que siga la doctrina; o la acepta, o la puerta está bien amplia. Así de sencillo. Porque nosotros tenemos una gran responsabilidad delante de Jesucristo, y a Él damos cuentas, como para ponernos a permitir mezclas. Todo se vuelve más claro, ¿verdad?
3. No por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto: Rafael les ha contado del señor que se dedicaba a vender verduras en un local, cuando de un momento a otro el local ya no ofrecía verduras, sino que tenía un aviso con un nombre de “Iglesia” rimbombante, y que cuando le preguntaron a este hombre por qué ya no vendía las verduras, sino que ahora ese local era una “Iglesia”, él hombre contestó sin ningún pudor, que las verduras ya no daban dinero, y que por eso prefería montar una Iglesia. ¡Qué deshonra con lo que representa el Ministerio del Pastor!
Los verdaderos Pastores no estamos en el Ministerio porque tengamos el deseo de llenar nuestros bolsillos con el dinero de los congregantes, es más, los dineros que entren a la Iglesia deben ir para cubrir primero que todo los gastos de la Iglesia, y de ese dinero del Ministerio se saca un sueldo para los Pastores, porque Escrito Está: “… No pondrás bozal al buey cuando trilla, y: El obrero es digno de su salario” (1 Timoteo 5:18).
Si un Pastor se dedica al Ministerio medio tiempo, el sueldo irá de acuerdo a su tiempo, y tendrá que trabajar el otro medio tiempo en otra área, para no generar una carga financiera para la Iglesia, pero si se dedica a tiempo completo, porque la capacidad de la Iglesia lo requiere tiempo completo, pues así mismo será su sueldo. Sin embargo, esa no es la motivación de un verdadero Pastor; el sueldo simplemente es la promesa de sustento de Dios para el que trabaja en su obra, más el Ministerio Pastoral es un llamado directamente de Dios para personas específicas, no es para cualquiera; incluso el Ministerio Pastoral es considerado uno de los cargos profesionales con más riesgo, por la cantidad de estrés que puede representarle a un Ministro liderar una Iglesia. Lastimosamente, sí hay muchos asalariados, que están bajo la motivación de lo que represente un peso o un dólar más en sus bolsillos. Infortunadamente muchos de estos personajes suelen ser muy elocuentes y extrovertidos, por lo que pueden engañar a muchas personas, que son ignorantes de las Escrituras, al punto de despojarlas de todos sus bienes. Yo conozco a muchos de esos innombrables.
4. No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey: un Pastor bajo autoridad y en autoridad sabe que debe mantener un estándar alto en su testimonio. Esto no se trata de aprenderse un pasaje de las Escrituras, hacer un esquema de Sermón, aprendérselo, hasta preparar otro mensaje más. Se trata de ser ejemplo, vivir la Palabra. Mostrar la fe con obras delante de la Iglesia. El Apóstol Pablo escribió al respecto:
“Imítenme a mí, como yo imito a Cristo” (1 Corintios 11:1 [NVI])
“Amados hermanos, tomen mi vida como modelo y aprendan de los que siguen nuestro ejemplo” (Filipenses 3:17 [NTV])
Es por todas estas responsabilidades que acabamos de ver en estos 3 Artículos anteriores, que un congregante debe saber sujetarse a la verdadera autoridad delegada de Dios. Un Pastor no tiene por qué aguantarse la deshonra de un miembro de la Iglesia. En caso de deshonra, la Palabra le da todo el respaldo para ejercer autoridad y aplicar el correctivo necesario para el caso específico. Los congregantes no eligen quiénes serán los Pastores por votación popular, Dios los escoge, aunque el congregante sí elige debajo de qué Ministerio estará, pero ese congregante debe saber que a esa autoridad bajo la cual se puso la debe respetar, que esa persona es digna de doble honor:
1 Timoteo 5:17 (LBLA) “Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza”
Recuerden, la autoridad no funciona de abajo hacia arriba, sino de arriba hacia abajo. Todo lo que invierta este orden establecido es diabólico. Si ustedes supieran cuántas veces nos han dicho a Rafael y a mí, o nos hemos dado cuenta de los que se expresan de nosotros con: “Vean a estos” o “¿Qué tal estos?”, “¿Qué se creen?”, “Yo veré qué hago”. Cuando lo que buscamos es el bienestar de la Iglesia de la cual somos responsables. Eso hace un verdadero Pastor bajo autoridad delegada.
“Obedezcan a sus líderes espirituales y hagan lo que ellos dicen. Su tarea es cuidar el alma de ustedes y tienen que rendir cuentas a Dios. Denles motivos para que la hagan con alegría y no con dolor. Esto último ciertamente no los beneficiará a ustedes” (NTV)
Excelente blog pastora Adriana, muchas gracias con ustedes aprendí lo que es estar bajo una autoridad. Bendiciones