
“HE VISTO EL PROGRESO DE SANIDAD EN MIS DOS HIJOS DIAGNOSTICADOS CON AUTISMO”
Katherine Rodas nos comparte el testimonio de sus dos hijos, Yulian (el mayor) e Isabella, cuyos diagnósticos la tuvieron sumergida en la angustia y tristeza. Ella nos cuenta ahora, con la seguridad de quien lucha contra la desesperanza, y sale indemne después de una ardua batalla.
“A mi niña la diagnosticaron con autismo atípico cuando tenía casi 3 años de edad. En ese tiempo ella no hablaba, todo lo pedía por señas, y no caminaba muy bien, le daban unas crisis muy fuertes. Por otro lado, mi niño también estaba pendiente por ser diagnosticado, sin embargo, no se había hecho, porque en ese momento la prioridad era la niña.
Isabella fue diagnosticada por Genética y Neurología, y debido a su diagnóstico, fue que le mandaron exámenes a Yulian. Como al año del diagnóstico de Isabella, dieron el diagnóstico de Yulian como síndrome de asperger, que es un nivel leve de autismo”.
Katherine pensaba en la salud de sus hijos, pero también en su futuro; puesto que los afectaba física y mentalmente.
“Isabella tenía unas crisis muy fuertes, era difícil el arreglar su cabello, entre otras cosas; se tiraba al piso gritando e intentaba hacerse daño, se arañaba y se mordía. Y al mismo tiempo Yulian estaba teniendo crisis, si bien es cierto no eran tan fuertes, eso hacía más difícil poder manejar la situación”.
“El ladrón viene sólo para robar y matar y destruir” Juan 10:10 (AMP)
Katherine sentía como si esta Escritura se estuviera haciendo realidad en su vida y la de sus hijos; la salud en sus hijos no era lo único que se estaba viendo afectado, su salud emocional y sus relaciones interpersonales hacían parte de lo que, sentía ella que le estaban arrebatando.
“No tenía paz, no tenía tranquilidad; nadie podía visitarnos debido al comportamiento de Isabella, era horrible. Cuando alguien llegaba a la casa, me encerraba con la niña en el cuarto.
Yo recuerdo que una amiga me invitó a Iglesia Palabra Pura en el año 2015, cuando la Iglesia llevaba apenas unos meses aquí, en la ciudad. Eso fue en Octubre del mismo año, un Miércoles por la noche. Y allí recibí al Señor Jesucristo. Me presentaron a la Pastora, y le hablé de mi situación.
Mi amiga (que me había invitado a la Iglesia) fue una vez a la casa. Ese día le conté lo desesperada que estaba, y ella empezó a decirme: <<Pero es que no tienes por qué aceptar esa enfermedad sobre tus hijos>>. —<<¿Cómo así?>> Le dije yo. — <<Sí, tus hijos fueron sanos por la llaga de Jesucristo>>; y yo le dije que no entendía mucho de la Palabra. Entonces, ella me entregó un paquete que le dieron a ella en la Iglesia (Palabra Pura) con versículos de sanidad, que para que se los leyera a la niña”.
Ningún comienzo es fácil, sin embargo, Katherine tomaría la determinación de enfrentar su situación, con la diferencia de que esta vez ya no estaría sola, porque sabía que podía contar con Dios y toda una familia de fe, aunque tuviera resistencia por parte de su familia biológica.
“Cuando pasaron la Iglesia para el centro de Pereira, yo decidí ir más seguido, porque yo no podía sola con esto, necesitaba de Dios. A veces era muy complicado poder ir, por la condición de la niña; pero además a mi mamá no le gustaba la Iglesia, y era difícil que me cuidaran a la niña. Cuando la niña tenía casi 4 años de edad, yo estaba viendo avances; arreglar su cabello era más fácil, ya hacía sola cosas que antes no.
Pude hablar con la Pastora en más detalle sobre la situación, y ella me dijo: “Tráeme los niños, y yo oro por ellos”. Ella me regaló el librito de La Santa Cena, que es espectacular y lo amo. Empecé a usar todas las herramientas que la Palabra me mostraba; la oración, la Santa Cena, y hubo un audio que me impactó y lo tomé como una promesa para mí, porque sentí como si el Señor me hubiera hablado. En este audio recuerdo que el Pastor Rafael explicaba que la sanidad a veces se da de manera instantánea, y a veces de manera progresiva, así que debía tener paciencia y fe, obviamente.
Ha sido un proceso muy bonito, porque a los niños con esta condición le dan unas terapias para mejorar su desarrollo; pero en el caso de Isabella no fue así. No tuve que llevarla a todas las terapias, y vi su progreso. Ya sabe leer, sumar, restar y todo lo que hacen los niños. Ahora tiene 10 años y está en tercero de primaria. Yulian, por otro lado, ya tiene 17 años, y el próximo año se gradúa; ha habido otras crisis; pero las hemos sabido superar, vamos lento pero seguro, como se dice.
Además del progreso que he visto en mis hijos, también me da alegría el hecho de que mi mamá ahora es para mí una aliada. Después de tantas oraciones finalmente, decidió ir a la Iglesia.
Estoy agradecida con mi amiga por haberme invitado a la Iglesia, agradecida con mis Pastores por tanta enseñanza; pero, sobre todo, estoy muy muy, pero muy, agradecida con Dios porque ha sido Bueno conmigo”.
“Nunca [bajo ninguna circunstancia] te abandonaré [ni te dejaré sin apoyo, ni en ningún grado te dejaré indefenso], ni te fallaré…” Hebreos 13:5 (AMP)
Dios es bueno
Ayyy !Dios mio! Que Bueno Eres gracias por obrar en la bida de esta Hermana y de sus hijitos. Sin duda terminarás la obra con ellos, para Dios sea Gloria, Honra y Adoración, por los Siglos de los siglos, amén.
Mis ojos se aguaron con este testimonio tan grande. Felicitaciones Kathe y gloria a Dios por la promesa cumplida en la vida de sus hijos. Dios los bendice siempre!
Yo le doy gracias al que todo lo puede mi padre celestial ,yo también he vivido Milagros en mi vida y en mi familia y sigo confiada en que la buena obra que Dios comenzó en mis hijos y en mi esposo El la va a terminar .
Dios es soberano creador de los cielos la tierra y de todo lo que en ellos hay, eso dice su verdadera y santa palabra, así que debemos poner toda nuestra fe en Cristo Jesús nuestro Señor y salvador, porque su palabra dice:
Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convinsion de lo que no se ve, “hebreos 11:1
Bueno esperemos con mucha fe que el Señor continuará haciendo su obra de sanidad en esos hermosos niños.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece “Filipenses 4:13.
Amén, Amén y Amen…