Iglesia Palabra Pura

En las últimas semanas varias personas me han hecho la misma pregunta: “Pastor, ¿cuál es la mejor traducción de la Biblia que usted considera debo leer?”. Bueno, la respuesta es corta y sencilla para todos ustedes: “La mejor traducción de la Biblia es la que ustedes puedan entender”.

Déjenme explicarles un poco de cómo ha sido el proceso para la publicación de las diferentes traducciones de la Biblia: un comité de eruditos (expertos) se reúne para trabajar en la traducción de las Escrituras, donde comúnmente utilizan la combinación de las siguientes dos técnicas de traducción: “Equivalencia Formal” y “Equivalencia Dinámica”.

La técnica de traducción por “Equivalencia Formal” se caracteriza porque busca el significado exacto, palabra por palabra, al idioma al que se está traduciendo. Es por eso que a esta forma de traducción se le conoce como ‘Traducción Literal.

Por otro lado, la técnica de traducción por “Equivalencia Dinámica” se caracteriza porque no pone énfasis tanto en la traducción palabra por palabra, sino en buscar la forma de captar el pensamiento y contexto de lo que se expresa en las Escrituras originales, para luego traducir el pensamiento general. Es por eso que a este tipo de traducción se le conoce como “Pensamiento por Pensamiento”.

Todo este proceso puede parecer fácil, pero no lo es, ya que todo se complica cuando entran a traducir porciones de las Escrituras donde la ambigüedad del contexto, la gramática y hasta el uso de las palabras tienen una diferente aplicación en los diferentes idiomas a los que se está traduciendo. Déjenme darles un ejemplo muy conocido, que está en 2 Juan 1:12:

“Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar CARA A CARA, para que nuestro gozo sea cumplido” (RVR).

¿Notaron que escribí en mayúscula la expresión “cara a cara”? Bueno, lo hice para explicarles que en el idioma Griego las Escrituras no dicen literalmente —palabra por palabra— “cara a cara”, sino “boca a boca”. Sin embargo, los traductores buscaron unas palabras más claras para nosotros, pues no solemos decir cuando queremos ver a alguien personalmente: “Me gustaría verte boca a boca”, sino “Me gustaría verte cara a cara”. Así que le hicieron ese cambio de palabras, que en realidad no alteran el concepto, ya que podemos entender la intención principal.

Ahora, regresemos al punto de la respuesta que les di, de cuál es la mejor traducción de las Escrituras. Veamos un versículo que se presta para darles un ejemplo (es importante que lean cada versión [traducción] del mismo versículo para que se den cuenta de las diferencias):

1 Corintios 7:1

(LBLA)

“En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno es para el hombre no tocar mujer”

(RVR)

“En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer”

(NTV)

“Ahora, en cuanto a las preguntas que me hicieron en su carta: es cierto que es bueno abstenerse de tener relaciones sexuales”

(NVI)

“Paso ahora a los asuntos que me plantearon por escrito: «Es mejor no tener relaciones sexuales”

(DHH)

“Ahora paso a contestar las preguntas que ustedes me hicieron en su carta. Sería preferible no casarse”

Acabamos de leer el mismo versículo en cinco (5) versiones (traducciones) diferentes. Como pueden ver, en su gran generalidad, el contexto es el mismo: el Apóstol Pablo habla de no tener relaciones íntimas (sexuales) antes del Matrimonio. No obstante, si miramos las diferencias que encontramos en cada versión, con mayor cuidado, notaremos que algunas versiones usan palabras como “no tocar” o “no casarse”, que no aparece en las otras versiones. Así que nos podríamos preguntar: “¿Por qué los diferentes comités de cada versión viendo las mismas palabras en el Griego, no hicieron la traducción a nuestro idioma con las mismas palabras? Sin embargo, podemos ver que en este versículo (1 Corintios 7:1) el cambio de palabras, de las diferentes versiones, no perjudica el significado del concepto principal.

Así que a la hora de estudiar la Palabra es importante que conozcamos cuál fue el propósito principal de los traductores de cada versión. Debemos conocer si los traductores buscaban darle más sentido al pensamiento del versículo o buscaban traducirlo palabra por palabra. Por ejemplo, en el caso del versículo que acabamos de leer (1 Corintios 7:1), la traducción que más se acerca al original (Griego) es la traducción de la LBLA (La Biblia de las Américas), pues aunque se parece mucho a la traducción de la RVR (Reina Valera); en la RVR encontramos que se añade la palabra “sería”, que aunque parece sólo una leve diferencia, en realidad es de gran importancia, ya que la palabra que se le agregó, está dando a entender que podría ser sólo una opción, y no una única indicación al respecto.

En conclusión, a la hora de leer la Palabra la mejor versión siempre será la que mejor podamos entender, pero a la hora de estudiar y profundizar en la Palabra, lo mejor que podemos hacer es buscar versiones que traduzcan palabra por palabra el versículo que estemos estudiando. Por lo tanto, deberíamos tener a la mano diferentes versiones (traducciones) para que a la hora de encontrar en cada versículo las diferencias en palabras y formas de expresarlo, podamos enriquecer nuestro conocimiento y entendimiento de las Escrituras.

2 comments on “¿CUÁL ES LA MEJOR VERSIÓN DE LA BIBLIA?

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