En los tiempos en los que las Tribus de Israel estaban tomando posesión del territorio que les pertenecía dentro de la Tierra Prometida, la Tribu de Dan descubrió la existencia de una Ciudad llamada Lais, a la cual envió algunos espías para que reportaran lo que encontraran allí, y esto fue lo que dijeron los espías a sus hermanos al regresar:
JUECES 18:9-10 (RVR) “Levantaos, subamos contra ellos; porque nosotros hemos explorado la región, y hemos visto que es muy buena; ¿y vosotros no haréis nada? No seáis perezosos en poneros en marcha para ir a tomar posesión de la tierra. Cuando vayáis, llegaréis a un pueblo confiado y a una tierra muy espaciosa, pues Dios la ha entregado en vuestras manos; lugar donde no hay falta de cosa alguna que haya en la tierra”
Esta vez los espías no se dividieron entre los que animaban y desanimaban a las personas, esta vez unánimes decían: “Subamos”; sin embargo, esas palabras no eran porque tenían un espíritu de fe que los impulsaba a vencer gigantes, sino porque vieron características de un enemigo fácil de vencer:
JUECES 18:7 (RVR) “y vieron que el pueblo que habitaba en ella estaba seguro, ocioso y confiado, conforme a la costumbre de los de Sidón, sin que nadie en aquella región les perturbase en cosa alguna, ni había quien poseyese el reino. Y estaban lejos de los sidonios, y no tenían negocios con nadie”
La Tribu de Dan encontró a los habitantes de Lais:
- SEGUROS: la palabra que usan en el original Hebreo es “Betakj”, de donde también viene la palabra “desprevenido”. Así que los que los habitantes de Lais se sentían tan cómodos que no pensaban que debían cuidarse de algún enemigo que intentara atacarlos.
- OCIOSOS: las personas ociosas son aquellas que no se asumen ningún tipo de responsabilidad, por lo tanto, no se interesan por rendir alguna utilidad a otras personas o a sí mismas.
- ACTUABAN CONFORME A LAS COSTUMBRES DE SIDÓN: los Sidonios tenían una cultura demoniaca y depravada, ellos adoraban al dios Baal (sacrificio de niños) y a la diosa Astarte (orgías y todo tipo de inmoralidad sexual). Esta cultura fue la misma que desvió el camino del rey Salomón (1 Reyes 11:5-6) y que persiguió hasta la muerte a los Profetas de Dios a través de Jezabel (1 Reyes 16:31). Así que no se imaginen a estos habitantes como unas personas que no hacían nada malo, porque no es lo que quiere decir el versículo 7 de Jueces 18; lo que quiere decir es que aún con sus prácticas paganas, se sentían confiados de sus actos.
- NADIE LOS MOLESTABA: antes de que entraran los Israelitas a la tierra Prometida, Lais vivía cómoda porque las ciudades vecinas compartían la misma cultura.
- NO TENÍAN NEGOCIOS CON NADIE: la versión Nueva Traducción Viviente dice “no tenían ningún aliado cerca”. Los habitantes de Lais confiaban tanto en sí mismos y en lo que poseían, que nunca sintieron la necesidad de establecer relaciones con algunas de las ciudades vecinas.
Los habitantes Lais se sentían fuertes y confiados, pero en realidad fueron un enemigo fácil a vencer para Dan.
Ahora, recordemos que de toda la Palabra de Dios podemos tomar ejemplo para no cometer los mismos errores, y aún de los enemigos de Israel (Lais) podemos aprender qué no hacer como hijos de Dios. Recuerden lo que Escrito está en 1 Corintios 10:12 (LBLA):
“Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga”
Esta advertencia fue hecha a la Iglesia, a nosotros, los que estamos bajo el Nuevo Pacto. Jesucristo venció a nuestro adversario (enemigo) en la cruz, pero nosotros tenemos que cerrarle cualquier incursión a nuestras vidas, nosotros somos los responsables de no darle lugar al diablo (Efesios 4:27). Por lo tanto, no podemos estar:
- SEGUROS: no me refiero a que esté mal el establecernos en la seguridad que tenemos en Jesucristo y Sus Promesas, sino el olvidarnos de estar firmes, velando, apercibidos. 2 de Corintios 2:11 nos manda a no ignorar las maquinaciones del enemigo. El enemigo ha sido vencido, pero es perseverante en su ataque, por lo que una cosa es estar firmes en Jesucristo, y otra desapercibidos de la batalla espiritual que hay en nuestra contra.
EFESIOS 6:12 (RVR) “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
- OCIOSOS: Dios reprende la ociosidad, que es sinónimo de la pereza y la falta de responsabilidad. Jesucristo dijo: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17); lo cual significa que como hijos de Dios debemos sentirnos responsables de hacer lo que debemos hacer en el momento en el que debemos hacerlo. Nosotros no somos llamados los Adornos de Cristo, sino los Miembros del Cuerpo de Cristo, y cada uno de nosotros tiene una función que cumplir. Cuando no enfocas tu mente en aquello que Dios te ha llamado, pierdes tiempo, administras mal los recursos que Dios ha puesto en tus manos, te convertirás en una carga para otros y te sentirás frustrado. En una ocasión, una mujer y su joven hijo se acercaron a un reconocido pianista cristiano. La mujer le dijo al pianista que necesitaba que él le impusiera las manos a su hijo para que todo el conocimiento que él tenía se le transfiriera a su hijo, y así este se convirtiera en un excelente pianista para Dios. El pianista aceptó orar por el hijo de esta mujer, le impuso las manos, y dijo gritando (parafraseo): “Señor, ¡oro para que le quites ahora todo espíritu de pereza a este joven!”. El pianista justificadamente se sintió ofendido de que esta mujer no viera que su hijo debía esforzarse y estudiar en aquello que sentía era su llamado. Ténganlo claro, Dios no usa a desocupados y perezosos, Dios usa a los diligentes y responsables.
Nos quedan 3 características de Lais que debemos tener en cuenta para no ser presa fácil del enemigo, pero estas las veremos la próxima semana.
Muy buena información Dios los bendiga