Si yo vengo de otra Iglesia y fui bautizada, ¿es necesario bautizarse otra vez con ustedes?

La convocatoria que hice el año pasado, sobre qué preguntas les gustaría que les contestara en los artículos que publico, me dio una perspectiva de cuáles son las preguntas frecuentes de los creyentes, por lo que hace 2 semanas empecé esta pequeña Serie que he llamado “Preguntas Frecuentes”. Hoy responderé otra pregunta que recibí: “Si yo vengo de otra Iglesia y fui bautizada, ¿es necesario bautizarse otra vez con ustedes?”.

Lo que puedo interpretar de esta pregunta, es que se está refiriendo al Bautismo en agua, es decir, se trata de una persona que fue Bautizada en agua siendo miembro de otra Iglesia, y ahora que se congrega en Iglesia Palabra Pura, no sabe si debe volver a Bautizarse. Así que, luego de interpretar esta pregunta, procederé a contestarla, y creo que sería conveniente hacerlo explicando lo que el Bautismo en agua No es.

El BAUTISMO EN AGUA NO ES:

NO ES un requisito para la salvación:

EFESIOS 2:8-9 (NTV) “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo”

La salvación sólo es por la Gracia de Dios, es decir, Su favor inmerecido sobre nosotros al darnos a Su Hijo como Redentor, y Jesucristo es nuestro suficiente Salvador. Al poner fe en la obra de Jesucristo somos salvos del Juicio Venidero. Así que en el primer momento en el que llegamos a pensar que algo que hagamos, incluso algo tan solemne como el Bautismo en agua, nos da más salvación, o no hacerlo nos la quita, estamos haciendo una combinación de Gracia más obras, lo cual es incorrecto y no aceptado por Dios bajo esta Dispensación de la Iglesia.

NO ES el medio para ser limpiados de pecados:

1 JUAN 1:7 (RVR) “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”

Las obras humanas no alcanzan la perfección y la pureza de la Sangre de Jesucristo (Isaías 64:6). El Hijo de Dios, Jesucristo, derramó Su Sangre en la cruz, y esta misma Sangre fue analizada delante del Padre y declarada pura, con el poder de purificar; en la Sangre de Jesús no hay pecado, no hay mancha, no hay imperfección, por lo tanto, Su poder es efectivo en el ser humano que confía en Él, porque este no sólo es limpiado un poco de sus pecados, sino como dice 1 JUAN 1:7, de todo pecado. No existe pecador arrepentido que Dios no pueda limpiar, por más de que en su historial se encuentren los actos más vergonzosos. Esa Sangre maravillosa que limpia de todo pecado se recibe al reconocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de nuestra vida, no al ser Bautizados en agua.

NO ES un requisito para no perder la salvación:

HEBREOS 9:12 (LBLA) “no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna”

Cuando Jesucristo fue a la cruz, no fue para darnos algo así como la inscripción a la salvación, para que nosotros respondamos por la mensualidad, con riesgo a que si dejamos de pagar, se nos quite la membresía en el Cielo. No, la Palabra es clara que Jesucristo obtuvo Redención Eterna. Redención significa en otras palabras pago, y la palabra Eterna aclara que ese pago está fuera del tiempo Kronos, que es el tiempo que maneja la tierra. La Redención que ofrece Jesucristo da un pago por lo que hicimos en el pasado, hacemos en el presente y haremos en un futuro. Esto significa que Jesucristo obtuvo Redención Eterna para nosotros. No hay nada ni nadie que pueda quitarle a un creyente su salvación, por lo tanto, aquel que ponga el Bautismo como un requisito para la Salvación, está desconociendo la efectividad de la misma Sangre de Jesucristo, que está por encima del tiempo, está en la Eternidad. Sin embargo, algunos defienden esta falsa enseñanza, basados en Marcos 16:16 (RVR):

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”

Al que trata de usar esta Escritura para decir que si alguien no es Bautizado en agua se condenará, lo ubico dentro de la categoría de aquellos que llamo: Los que les gusta buscarle las cinco patas al gato. Ya que Marcos 16:16 sólo está enfatizando en que si alguien cree en Jesucristo puede ser Bautizado, pero si no cree en Jesucristo, como el Señor y Salvador de su vida, es condenado, así de simple, es condenado precisamente por no creer, mas no por no ser Bautizado. Jesucristo no menciona el Bautismo en agua para el condenado, es decir, no dice “… mas el que no creyera y no fuere bautizado, será condenado”, simplemente porque es obvio que si alguien no cree, se condena, por lo que para qué llevarlo al Bautismo.

NO ES un ritual o amuleto de protección para los bebés:

MATEO 19:14 (RVR) “Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”

Sé que poner este punto, inmediatamente puede traerles a la mente el Bautismo de bebés que practica la Iglesia Católica, sin embargo, deben saber que no sólo las Iglesias Católicas practican este tipo de Bautismo; algunas Iglesias Cristianas también lo hacen, como son las Iglesias Luteranas, Anglicanas, Presbiterianas, Congregacionalistas, Metodistas y algunas denominaciones Pentecostales. En su mayoría, las Iglesias Cristianas lo hacen para demostrar públicamente que el niño que ha nacido es un hijo de Cristiano, y en las Iglesias Católicas lo tienen como un sacramento que quita pecados.

Si me preguntan, yo creo, de acuerdo al Estudio de las Escrituras, que el Bautismo a los bebés no se debe hacer por ninguno de los dos motivos, ni para identificar a un hijo de un creyente (que para eso se hace la ceremonia de presentación de bebés), ni para quitar los pecados de un bebé; un bebé tiene una larga etapa de inocencia, a causa de su inconsciencia, su falta de capacidad para razonar y diferenciar entre el bien del mal, que Dios toma en cuenta y por eso indica que de ellos es el reino de los Cielos. No podría asegurar exactamente cuándo un niño pasa de esa etapa de inocencia a la etapa de conciencia, pero lo que podría asegurar es que desde el momento en que el niño pueda discernir completamente que es un pecador y necesita a un salvador, está listo para recibir a Jesucristo como el Señor y Salvador de su vida, y luego proceder a ser Bautizado, en señal de su verdadera convicción de conversión.

En Iglesia Palabra Pura, en algunas ocasiones los padres han inscrito a sus hijos muy pequeños a que se Bauticen en las actividades de Bautismos que hemos tenido, y esperan que nosotros lo hagamos, pero lo que primero hacemos es evaluar en qué etapa de conciencia están esos menores, ya que si no hay una verdadera convicción del nuevo nacimiento, se convierte el Bautismo en un ritual más, sin fundamento detrás. Cuando notamos que los menores sólo quieren ser Bautizados para hacer lo que los padres hicieron, sólo como una imitación, o porque quieren que los metamos al agua para dar un chapuzón, con mucho amor, les decimos que esperen un poco más para ese maravilloso momento, mientras van aprendiendo el verdadero significado del Bautismo en agua.

NO es un método Bíblico de inscripción para ser parte de una denominación:

MATEO 28:19 (RVR) “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”

El Bautismo que nos mandó Jesucristo a hacer con los nuevos creyentes no es en el nombre de la Iglesia a la que asista la persona. El Bíblico no es una representación externa de la Iglesia local a la que pertenecemos, sino una representación externa de aquello que ha sucedido en el interior de un creyente —murió a su vida de pecados pasada y resucitó a una nueva vida, con una nueva naturaleza, en Cristo—. El Bautismo en agua se hace en presencia de testigos, porque es un testimonio de algo que a simple vista no se ve, porque ocurrió en el espíritu del nuevo creyente. Y aquellos que presencian el que un nuevo creyente sea sumergido por otro en el agua, visiblemente pueden ver que esa persona ha dejado su vida atrás y ahora camina en una nueva vida en Cristo, los presentes pueden ver que el sumergido en agua es parte de la Iglesia de Jesucristo.

Por lo que si, por alguna u otra razón, fueron bautizados por otros creyentes de otras denominaciones, y ahora están en nuestra Iglesia, no necesitan ser Bautizados de nuevo, en ese caso ya ustedes saben que han nacido de nuevo y que un día testificaron ante otros creyentes esa maravillosa realidad. No obstante, nos sucede continuamente, que las personas que llegan a nuestra Iglesia, y que eran miembros de otras, no tenían ni idea cuál era el genuino significado del Bautismo en agua, sólo hasta que se los explicamos, por lo que se sienten un poco desilusionados por no haberlo entendido antes, y son ellos los que nos preguntan, si ahora con el entendimiento más claro pueden ser Bautizados, y la respuesta es: Sí, porque el Bautismo en agua sólo tiene sentido si se comprende su significado.

Espero haya quedado claro que no somos bautizados en agua para inscribirnos en una Iglesia local, sino para dar testimonio del nuevo nacimiento. Si quieren saber más de este tema, hace un tiempo publiqué estos artículos, que también pretenden explicarles al respecto:

ARTÍCULO RECOMENDADO 1: https://iglesiapalabrapura.com/site/2022/06/24/esto-no-es-lo-que-dice-parte-2/

ARTÍCULO RECOMENDADO 2: https://iglesiapalabrapura.com/site/2023/09/22/las-6-doctrinas-basicas-de-cristo-parte-4/