Esta Serie está cada vez más interesante. Hemos estado viendo cómo Satanás seguirá operando con su única arma, que es el engaño, y cómo logrará hacerlo con muchas personas, mas no con los escogidos.

En esta Parte, seguiremos viendo más señales que nos apuntan a los Últimos Tiempos, avanzando la lectura en el versículo 6 de MATEO 24:

“Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin” (LBLA).

Aunque parezca lo mismo; hay una gran diferencia entre guerras y rumores de guerras: las guerras son conflictos llevados a cabo por la fuerza de las armas, entre dos o más naciones o entre dos partes de una nación, bien sea por medio de tierra, mar o aire, o incluso, por la combinación de las tres. Pero los rumores de guerras representan a las que conocemos como: ‘guerras frías’. Estas guerras son enfrentamientos políticos, económicos y sociales, sobre conflictos ideológicos, llevados a cabo por métodos que no llegan a la acción militar.

Jesús dijo que cuando veamos guerras y rumores de guerras NO nos alarmáramos, porque no representan el fin, pero sí estos eventos son necesarios para llevarnos al fin. Debemos tener claro que es un engaño pensar que habrá paz en la tierra sin que el Príncipe de Paz Reine en la tierra. Desde la caída de Adán la tierra ha estado sumergida en guerras y en rumores de guerras, unas con mayor intensidad que otras. No obstante, tanto las guerras como los rumores de guerras nos están llevando a una guerra como jamás el mundo ha visto hasta la fecha: ¡a la guerra del Armagedón! En otras palabras, todos estos eventos se utilizarán como catapulta para llevar las cosas al tiempo deseado por todos nosotros los creyentes —los discípulos de Cristo—: el fin.

Muchos, por años, nos hemos preguntado: “¿Hasta cuándo llegará esta locura?”, porque lo que vemos es aterrador y aberrante, pero no podemos olvidar, que la Palabra de Dios es fiel, y que aunque todo el mal acelere su paso para destruir por completo lo puro y santo, Dios tiene un tiempo determinado para frenar toda esta locura del mundo. Dios tiene el control del tiempo y Él se encargará de que hacer justicia para traer la verdadera paz al mundo.

¡NO DEBEMOS TEMER, JESÚS, EL PRÍNCIPE DE PAZ REINARÁ EN LA TIERRA!

Los espero en el Próximo Artículo, para que estudiemos el versículo 7 de Mateo 24.