
“ME AFERRÉ A LA SANIDAD“
Mi nombre es Carlos Alberto Vallejo Arias, soy miembro de Iglesia Palabra Pura desde hace siete años, hoy les compartiré mi testimonio:
Hace ocho años fui víctima de un atraco y un intento de homicidio trabajando de taxista. Un hombre que se subió al taxi por la parte de atrás, a media noche, me amenazó con una arma, y luego de que me hurtó mis pertenencias y el dinero que había recolectado del trabajo, disparó su arma dos veces en mi cabeza.
Cuando recibí los dos impactos de bala en mi cabeza, empecé a ver pequeños destellos de luz, que describo como pequeñas “estrellitas”, y sentí que caía hacia el volante, pero cuando estaba cayendo recobré el conocimiento y regresé a la posición inicial, sentado en el asiento del piloto. En ese momento, me di cuenta que el hombre que me había disparado ya no estaba en el vehículo, por lo que mi primer impulso fue prender el taxi y salir a buscar un centro asistencial.
En el trayecto, sentía cómo vertía sangre por mi cara hacia el pecho, por lo que yo tomé el trapo “dulce abrigo” que solemos usar en los vehículos, y con mi mano izquierda trataba de limpiarme, mientras seguía conduciendo con mi mano derecha. Pero estaba tan bañado en sangre que el trapo quedó completamente empapado, por lo que terminé botándolo por la ventana, mientras seguía buscando un centro asistencial.
En el centro asistencial, el cuerpo médico me ingresó de urgencia para estabilizarme la hemorragia y luego de un análisis de mi estado, al pasar unos días, me ingresaron al quirófano, para una cirugía muy compleja, y me hospitalizaron durante un mes con muchas restricciones para incluso caminar o ir al baño, pues no podía hacerlo sin alguien que me acompañara y me ayudara a hacerlo prácticamente todo.
A pesar de que me dieron de alta luego del mes, el médico no me autorizó movilizarme más allá de mi casa ni ir al baño sólo; me indicó que por lo delicado del procedimiento que me había realizado, debía continuar con las mismas restricciones que tuve en la hospitalización. Desde ese momento, comprendí que toda mi vida había cambiado, pues no sólo había perdido el hueso frontal de mi cabeza y el mentón, sino que además mi rutina diaria había cambiado, tanto en movilidad como en la cantidad de medicamentos diarios que requería.
El médico me dijo que el siguiente paso que podía dar en mí era realizarme una cirugía para ponerme un implante en la frente, y así que no me quedara el hueco en mi cabeza, pero autorizar y programar mi cirugía fue realmente una “odisea”, problemas con las Eps, problemas para conseguir el material del implante, cancelaciones de citas, cambios de médicos, entre otras, tornó la situación mucho más estresante para mí, hasta que por fin me realizaron la cirugía.
Después de la cirugía me sentí bien, pero aun así debía continuar con unos estrictos cuidados y controles con médicos de diferentes ramas, incluyendo neurología y psiquiatría (por los impulsos nerviosos que presentaba, la pérdida de memoria ocasional), quienes también aumentaron los medicamentos que debía tomar.
Un año después del atentado de homicidio, regresé a trabajar como taxista y me llamó la atención el nombre de la Iglesia a la que me pedían algunas personas que las trasladara al prestarle el servicio, Palabra Pura, por lo que empecé a investigar acerca de sus horarios y empecé a asistir. En Iglesia Palabra Pura recibí a Jesucristo como mi Señor y Salvador, me Bauticé y me hice Miembro de la Iglesia. Empecé a recibir la Enseñanza y a transformar mi mente con la Palabra, de tal manera que he absorbido todo lo que he podido; me escuché los 227 Audios de los Pastores, hice los Discipulados, vengo a cada Servicio de la Iglesia, los Miércoles y los Domingos. Realmente amo a mis Pastores y a todos los que trabajan y sirven en la congregación.
Al mismo tiempo, seguí tomando medicamentos, pero al mismo tiempo empecé a lidiar con más efectos secundarios de los mismos, donde llegué incluso a convulsionar. El día que convulsioné el médico me dijo que había sido porque mi cuerpo ya no estaba tolerando uno de los medicamentos que venía tomando, por lo que no me lo retiró, sino que me ordenó una nueva dosificación.
Para ese momento, yo andaba con un montón de medicamentos dentro de mi maletín para tomarlos en los horarios precisos, con la zozobra de que en cualquier momento o lugar podía convulsionar. Y así continué mes tras mes, año tras año, tomando medicamentos.
Hasta que llegó la Escuela de Sanidad, que fue para mí un paso muy importante, porque allí vi testimonios de personas que se pararon firmes y no soltaron la Palabra como dice el Pastor Rafael: “Como un bulldog aferrado a un hueso”. Por lo que yo en fe dije: “Me declaro sano en el Nombre del Señor Jesús”, y por convicción personal tomé la decisión de abandonar completamente la cantidad de medicamentos que me tomaba, no volví a tomar medicamentos recetados ni por neurología ni por psiquiatría, todo lo hice a un lado. Estaba supremamente convencido que ya la Sanidad me pertenecía, y así se manifestó.
Por eso quiero testificarles que desde que terminó la Escuela de Sanidad, a mediados de Julio de este año (2024), hasta hoy, Diciembre, no me he vuelto a tomar un solo medicamento, y no los he necesitado, he sido Sanado. En este momento me siento como si nada me hubiera pasado. No tengo ningún síntoma después de que estuve en la Escuela de Sanidad. ¡Soy Sano gracias a mi Señor y Salvador! ¡Gloria a mi Dios!
Maravilloso!👏👏👏👏👏👏👏
Amén porque nuestro Dios siempre es bueno 🙏🏾💗
Que hermoso es el Señor Jesucristo y nuestro Padre celestial, me alegra que esta persona se vea en Victoria. En mi caso hace un año me diagnosticaron con Cáncer del seno y desde el primer momento que lo supe cancelé todo, no preocupaciónes no llorar, dormí, comí y seguí mi rutina, ir a la iglesia y a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia , hoy día estoy totalmente sana para la Gloria de Dios, amo a mi Señor sin el nada soy. Bendigo a los Pastores
Gracia gracias a Dios por su amor y fidelidad Qué hermoso testimonio y damos la gloria y honra a nuestro padre celestial por su obra redentora y por la victoria que nos ha dado en Cristo Jesús amén amén y amén.
Que maravilloso testimonio , el aferrarte en Fe desato la sanidad tu herencia en Cristo Jesús