Iglesia Palabra Pura
  • 4 abril, 2025
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LA FAMILIA ROJAS MENJURA SE PARÓ FIRME POR LA SANIDAD DE ISABEL SOFÍA

Mi nombre es Martha Isabel Menjura. Junto a mi esposo y mis tres hijas nos congregamos como miembros de Iglesia Palabra Pura desde hace 10 años. Hoy quiero compartirles un testimonio maravilloso para darle la Gloria a nuestro Dios.

En el mes de Agosto del año 2022, salí en el carro, en horas de la tarde, con dos de mis hijas, Valeria e Isabel Sofía, para llevarlas a clases de natación; para ese tiempo, Valeria tenía 14 años e Isabel Sofía, 9 años. Las llevé a las clases. Luego seguimos rumbo a la oficina donde trabajo con mi esposo. Valeria iba en el asiento del copiloto e Isabel Sofía en el asiento de atrás.

Para ingresar al sótano del centro comercial donde está ubicada la oficina se debe pasar por una rampa muy inclinada, y cuando me dispuse a hacerlo, el carro se me apagó, así que de inmediato traté de accionar los frenos, pero no logré frenar, simplemente el carro siguió e impactamos dentro del carro contra una columna.

En el accidente se activaron los airbags, Valeria y yo tuvimos algunas leves raspaduras y contusiones, pero mi hija menor, que no iba con el cinturón para ese momento, tuvo una lesión muy fuerte en varios de sus dientes delanteros; cuatro de sus dientes del maxilar superior se le hundieron. El impacto fue realmente muy fuerte, pero gracias a Dios, Él guardó nuestras vidas.

Luego nos llevaron a clínicas diferentes para que nos revisaran las lesiones que habíamos presentado, y a mi hija Isabel Sofía adicionalmente tuvieron que intervenirla quirúrgicamente para acomodarle los dientes. Después, continuamos haciendo todos los cuidados postoperatorios y asistiendo a las múltiples citas que tenía con dos especialistas en el tema, la endodoncista y la periodoncista.

Cada vez que asistíamos a las revisiones médicas con las dos especialistas le tomaban radiografías y analizaban su avance, pero sus diagnósticos no eran positivos, ellas indicaban  que mi hija perdería dos de los cuatro dientes que sufrieron en el impacto del accidente porque las bacterias los estaban afectando desde la raíz.

Sin embargo, desde que recibimos el primer reporte negativo sobre los dientes de Isabel Sofía no lo tomamos como una sentencia final para ella, sino que al salir del consultorio declarábamos junto a mi familia lo contrario, e imponiendo nuestras manos sobre ella orábamos: “Señor, Tú tienes el control de estos dientes. Señor, estos dientes vuelven a su estado normal, a recuperarse. Y se seca toda bacteria que quiere comerse el hueso, se seca en el Nombre de Jesús”. De igual forma, en nuestra casa orábamos en familia y participábamos de la Santa Cena confesando la Sanidad de Isabel Sofía, porque hemos aprendido que la Sanidad es nuestra Herencia y tenemos autoridad para tomarla.

Cada mes debíamos llevar a Isabel Sofía a la clínica para que le analizaran una nueva radiografía, palparan sus dientes y revisaran su sensibilidad. El diagnóstico en la parte médica continuó siendo negativo. La doctora decía: “Ese diente se le va a poner negro. Ese diente se le va a empezar a oscurecer. Hay que tratar de que ella no mastique por esos dientes de adelante porque en cualquier momento se le pueden caer”.

La indicación médica era que Isabel Sofía evitara utilizar sus dientes delanteros al máximo para tratar de que no se cayeran, porque según la doctora eso era lo que iba a ocurrir porque la bacteria no quería ceder a los tratamientos, seguía comiéndose la raíz. Lo que decían era que ella a su corta edad tendría que tener implantes dentales. Pero nosotros seguimos firmes orando y declarando sanidad sobre Isabel Sofía.

Seguimos en el tratamiento con la endodoncista y esta manifestó que el siguiente paso era una segunda cirugía con la periodoncista para intervenir las encías de mi hija. Por lo que en una siguiente cita estarían las dos especialistas para atenderla.

Para el tiempo donde tuvimos esa cita con las dos doctoras ya había pasado un año, un año donde a la par de los tratamientos estuvimos creyendo en una intervención Divina del Señor sobre los dientes de Isabel Sofía, pese a todo lo malo que decían de ella y los resultados médicos. Nunca nos pusimos de acuerdo con el diagnóstico, siempre creímos que Dios podía manifestar Su sanidad en Isabel Sofía.

Ese día de la cita con las especialistas es inolvidable. Recuerdo las caras de impacto que pusieron al ver cómo estaban los dientes de mi hija. Ellas me miraron y me dijeron: “No sé en qué es lo que ustedes creen, pero se les hizo el milagro. La niña está muy bien. La niña está mejor”. A lo que les respondí: “Dios es maravilloso, en Él tenemos nuestra confianza”.

Quiero contarles que contra todo diagnóstico médico la Sanidad empezó a manifestarse en  mi hija Isabel Sofía, era tan notoria la Sanidad que no tuvo que ser intervenida, sino que le ordenaron un seguimiento de control rutinario cada tres meses, donde nos decían que cada vez la veían mejor mejor y mejor. Y seguimos en control hasta hace unos días, esta vez con la periodoncista, que le ordenó una nueva radiografía, y sus palabras fueron: “Pues la niña está muy bien, los dientes están restaurados completamente y muy fortalecidos”. Y así mismo lo confirmó la endodoncista.  

¡Gloria a Dios! ¡Es maravilloso lo que Dios hace en nuestras vidas! Realmente comprendemos la importancia de confiar en Dios sin importar las circunstancias o el tiempo que pase, creer en lo que Él ya ha hecho a nuestro favor y esperar en Su respuesta de Sanidad. Les testifico que mi niña Isabel Sofía tiene sus dientes completamente sanos. ¡Toda la Gloria sea para el Señor!

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