Iglesia Palabra Pura

FILIPENSES 3:13 (RVR) “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”

Muchas veces se interpreta erróneamente el versículo anterior como un llamado a olvidar el pasado por completo. Sin embargo, Pablo no habla de borrar la memoria, sino de dejar atrás esfuerzos humanos inútiles: aquello que hicimos por nuestras propias fuerzas intentando agradar a Dios o controlar nuestras circunstancias. Pablo renuncia a confiar en sus logros pasados para enfocarse completamente en Cristo.

La Biblia, de hecho, recalca constantemente la importancia de recordar. En Deuteronomio, Dios le ordena al pueblo que recuerde que fue esclavo en Egipto y que fue liberado por Su mano poderosa:

DEUTERONOMIO 5:15 (NTV) “Recuerda que tú también fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y brazo poderoso. Por esa razón, el Señor tu Dios te ordenó descansar el séptimo día”

Recordar lo que Dios ha hecho es esencial para fortalecer nuestra fe. Salmos 103:7 dice:

 “Dio a conocer sus caminos y sus hechos a Moisés y al pueblo de Israel(DHH).

Las obras de Dios –esos momentos donde Él interviene, provee, responde o consuela– no están ahí sólo para agradecer, sino para aprender de ellas. Cuando reconocemos a Dios en cada detalle (desde un desayuno hasta una sanidad), comenzamos a entender cómo Él obra y cómo podemos caminar en Su voluntad.

Pablo tenía un propósito: Cristo. Todo lo demás giraba en torno a ese blanco. No se dispersaba en múltiples prioridades. “Una cosa hago”, decía. En nuestra cultura sobrecargada, aprendemos que poner a Dios primero no es solo una prioridad espiritual, sino un principio de vida que trae orden, dirección y paz.

Cuando una persona sabe a dónde va y por qué camina, sus decisiones cobran sentido. Muchos desean bendición, crecimiento o éxito, pero no tienen metas claras, preparación ni dirección. El enfoque en Dios, combinado con la disciplina, crea el terreno para la transformación.

Hoy en día, muchos buscan acumular conocimiento Bíblico, pero eso no necesariamente transforma. Lo que verdaderamente cambia una vida es la revelación: cuando la Palabra pasa de la mente al corazón y se vive día a día.

Pedro entendió esto cuando dijo en 2 Pedro 1:12 que, aunque sus oyentes ya conocían la verdad, él seguiría recordándoselas. ¿Por qué? Porque somos propensos al olvido. La revelación requiere repetición, práctica y meditación constante.

En medio del cansancio, las presiones y la rutina, olvidamos fácilmente que es Dios quien nos da la fuerza para todo.

DEUTERONOMIO 8:18 (RVR) “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día

Cada sábado, el pueblo de Israel debía descansar y recordar. Nosotros también necesitamos ese espacio para agradecer, recalibrar nuestra mente y renovar nuestro propósito. Dios quiere que recordemos de dónde venimos, lo que Él ha hecho y hacia dónde nos lleva.

Debemos decidir que Dios no sea solo parte de nuestras vidas, sino el centro. Que Su presencia sea tangible, no solo una teoría. Que lo que enseñamos o decimos creer sea lo que realmente vivimos.

La invitación es clara: recuerda, enfócate, avanza. No dependas de tus fuerzas ni vivas en la superficialidad del conocimiento. Busca a Dios, conoce Sus caminos, y haz de Cristo tu meta suprema. Pregúntate:

  • ¿Qué obras de Dios has olvidado?
  • ¿En qué áreas has estado confiando en tus propias fuerzas?
  • ¿Qué puedes hacer hoy para recordar y agradecer lo que Dios ya ha hecho?

La vida cristiana no es una lista interminable de tareas. Es una jornada con dirección. Pablo nos enseñó que el verdadero éxito está en enfocarse en una sola cosa: Cristo.

Recordar lo que Dios ha hecho fortalece la fe. Caminar en Sus caminos nos da dirección. Y vivir con un propósito claro nos da paz. Una sola cosa hago: que esas palabras se conviertan en tu enfoque, tu estilo de vida y tu recordatorio constante de que Dios sigue siendo fiel. 

2 comments on “La Fuerza del Recuerdo y el Poder del Enfoque

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