En Octubre de 1925, se desató uno de los conflictos más insólitos entre dos países: un soldado Griego recibió un disparo luego de que fuera sorprendido por el ejército Búlgaro cruzando la frontera. Los Búlgaros consideraron al soldado como una gran amenaza al ver que este corría hacia Bulgaria. Lo que el ejército Búlgaro no sabía era que este soldado Griego estaba huyendo de un perro que estaba fuera de control. El disparar al soldado Griego, por un tonto malentendido, provocó que el ejército de Grecia invadiera Bulgaria y que 50 personas perdieran la vida.

Hay un dicho que dice: “El ‘creí que’ y el ‘pensé qué’ son hermanos del ‘tonteque’”. Este dicho se refiere a aquel que siempre tiene una excusa para cada error que comete, diciendo: “Es que yo creí que…”, o “yo pensé que…”; todo porque juzgó antes de tiempo, sin tener la seguridad sobre el tema, y termina actuando como tonto.

Recuerdo este dicho, porque para resolver problemas en el matrimonio, que es precisamente el tema de esta Serie, nunca debemos juzgar, ni mucho menos actuar, antes de tiempo, sin tener toda la información ni todo el panorama del por qué se están presentando los problemas en nuestro hogar; ya que seguramente, si actuamos de forma desaforada, podemos llegar a cometer graves errores que terminan agrandando más los problemas, que resolviéndolos, y es allí donde inician las famosas excusas de: “Yo creí que… yo pensé que…”.

Creo que la mayoría de problemas que están teniendo las parejas son porque no se han tomado el tiempo de conocerse mutuamente, sólo juzgan desde su propia óptica lo que creen que al otro le gusta y lo que no le gusta. ¿Cuántas esposas siguen esperando esos ramos de flores sorpresa que nunca les han dado sus esposos, sólo porque ellos ‘piensan que’ a ellas no les gusta este tipo de detalles? ¿O cuántos esposos siguen esperando de sus esposas halagos por su apariencia física, sólo porque ellas ‘piensan que’ eso es sólo cosa de chicas que seguramente a ellos no les importa escuchar? Peor aún, ¿cuántas peleas han iniciado por una mirada o una palabra que el otro ‘pensó que’ su cónyuge la hizo o dijo por una macabra intención, cuando simplemente todo fue un malentendido del momento?

Es importante que tomen la decisión de parar con ese círculo vicioso de pensar por el otro, sin tomarse el verdadero trabajo de conocerse, porque seguirán actuando como tontos. Preguntar es de sabios. Así que es momento de que se sienten a hablar sobre lo que realmente sienten, piensan, les gusta o no les gusta. No sean orgullosos, diciendo: “Si él/ella me ama, tiene que saber ya todo de mí”; eso sería injusto. Conocerse, y sobre todo comprenderse, toma tiempo, pero si los dos se comprometen a hacerlo constantemente, les aseguro que evitarán muchos problemas en el matrimonio. Recuerden que el amor nunca se da por vencido.

1 CORINTIOS 13:7 (NTV) “El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia”