Iglesia Palabra Pura

La mayoría de Epístolas (cartas) del Nuevo Testamento fueron escritas por el Apóstol Pablo, por inspiración del Espíritu Santo. En cada una de sus cartas podemos ver cómo el Apóstol Pablo enfatiza que la salvación no es producto de las obras del ser humano, sino exclusivamente producto de la Gracia de Dios por medio de la fe que un ser humano pone en la Obra Redentora de Cristo (Efesios 2:8-9). Sin embargo, hay unos versículos que encontramos en la carta que escribe Santiago, que han llevado a pensar a muchas personas, y a discutir al respecto, si al parecer Santiago contradice la doctrina de Justificación por fe que predicaba el Apóstol Pablo.

Veamos qué dice Santiago en su carta:

Santiago 2:14 (RVR)

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?”

Santiago 2:24 (RVR)

“Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”

Entonces, ¿está Santiago en realidad contradiciendo al Apóstol Pablo? Primero que todo debemos hacer la diferencia en el contexto del pasaje de la Palabra que estamos leyendo, para no caer en confusión; pues hay un viejo dicho que dice: “Un texto sacado de contexto es un pretexto”. Recuerda, el contexto siempre es importante, ya que la Palabra nunca se contradice.

La justificación por fe ante Dios es una doctrina básica del Evangelio, todos debemos entender que ninguna obra humana, por más misericordiosa y pura que parezca, puede darnos algún tipo de Justificación ante Dios ni mucho menos la entrada al Reino Celestial.

Sin embargo, en el libro de Santiago, no se está hablando de este tipo de justificación, no es la fe para ser salvos delante de Dios.  Santiago se refiere a la justificación por obras, pero delante de los hombres. ¿Por qué? Porque los hombres no pueden ver nuestra fe, sólo nuestras buenas obras. Es por eso que Jesús dice: “Por sus frutos los conocerán” (Mateo 7:16).

Si leemos todo el capítulo 2 de la Carta de Santiago nos damos cuenta que en el contexto Santiago estaba enfatizando en la importancia que tienen nuestras acciones delante de las otras personas, pues con ellas demostramos si es real o no lo que predicamos. De lo contrario solo sería “aire caliente” saliendo de nuestra boca, a lo que Santiago termina llamando una fe muerta. Ya que es la fe la que nos lleva a vivir una vida de buenas obras.

Nunca debemos confundir estas dos Enseñanzas valiosas, debemos tener claro: “No fui salvo por obras, pero sí fui salvo para buenas obras”. Pues si una persona piensa que entonces que como fue salva por fe, no necesita un cambio, y que no hay que vivir conforme a la Palabra, estará siendo constantemente descalificada por los hombres, ¿cómo esa persona espera predicarle el Evangelio a alguien más, si vive contrario a la Palabra, si su testimonio no va acorde con lo que predica? Y es precisamente a lo que Santiago se refería.

En una ocasión el Apóstol Pablo y Silas, debido a la persecución por predicar el Evangelio, se encontraban en una cárcel en Filipos. Ellos se encontraban en una situación en la que ninguno de nosotros quisiéramos estar, sin embargo, ellos no sólo dijeron tener fe, ellos inclusive cantaron producto de su fe, no empezaron a quejarse y a maldecir el estado en el que se encontraban, fue el producto de esa fe en Dios que los llevó a adorar al Señor en medio de la dificultad, y sucedió que las puertas de la cárcel se abrieron milagrosamente luego de un temblor. Fue en esa demostración de fe que después un carcelero Romano cayó temblando ante el Apóstol Pablo y Silas diciendo: “…Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?(Hechos 16:30 [RVR]). 

El Rev. Tony Cooke en su libro “La Gracia el ADN de Dios” dice: “… la fe era más que un simple consentimiento intelectual…la fe genuina es inseparable de las acciones que esta produce”.

Te imaginas qué sucedería en el mundo si todos los hijos de Dios comprendiéramos la importancia que tienen nuestras acciones, sobre todo, delante de los no creyentes. Ya que nuestro testimonio es la herramienta más valiosa que podemos tomar para predicarle a otros. Con esto concluimos que definitivamente Santiago no contradice a Pablo. Vemos entonces ¡qué claro se hace todo cuando vamos al contexto!

Mateo 5:16 (RVR)

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”

Recuerda: Tenemos fe en Dios y somos justificados delante de los hombres.

3 comments on “¿ESTABA SANTIAGO CONTRADICIENDO AL APÓSTOL PABLO?  

  1. Queda, pues, claro que solamente somos salvos por la superabundancia de su gracia, como un regalo amoroso de Dios, por la única obra redentora de Cristo,, mediante la fe en Él, al confesarle con la boca y creer en el corazón, para buenas obras, para que andemos en ellas, como un testimonio para que otros crean y sean salvos de la misma manera que nosotros. Gracias por las explicaciones de audio y del blog, Dios les continúe bendiciendo. Soy discapacitado y vivo en Tocaima, Cundinamarca.

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