A finales de los años noventa (90) fue autorizado el uso del GPS a nivel civil y empezó a ser usado como una herramienta a la hora de conducir, que con el tiempo se volvió indispensable. Los GPS trabajan a través información satelital que nos indican en qué lugar estamos y cuál es la ruta más apropiada para llegar al punto que deseamos. Con el tiempo fue modernizada la experiencia del GPS, tanto que ahora no sólo ves un pequeño mapa, cada vez más detallado, que se mueve a la velocidad que vayas conduciendo, sino que además una voz te dice qué dirección debes tomar. Sin embargo, a pesar de que tú veas el mapa y escuches la voz, no pierdes tu libre albedrío, pues podrías simplemente ignorar todas las indicaciones y girar de acuerdo a tu decisión. No obstante, te estarías arriesgando a tomar una mala decisión.
Hay algo interesante que ocurre cuando no sigues la indicación del GPS, y es que la voz del GPS te dice: “Recalculando”. Que quiere decir que como no seguiste la indicación que te dio el dispositivo, él debe nuevamente calcular todas las indicaciones que debe darte para llegar a tu destino, teniendo en cuenta desde qué posición te encuentras en ese momento.
Realmente es una gran herramienta el GPS, pues estos satélites que le dan información al dispositivo se encuentran a aproximadamente 20.000 km de altura y pueden ver el panorama mucho mejor que tú. Pero definitivamente estos satélites sólo entienden de distancia y dirección en el área física, mas no conocen qué dirección debes tomar en cuanto a tu destino profético.
Como cristianos tenemos un “GPS espiritual” maravilloso que nunca se equivoca y que nos guiará y conectará con nuestro propósito en la tierra. El mapa es la Palabra de Dios que nos traza el camino y la voz es el Espíritu Santo que nos dice dónde y cuándo tomar una dirección. Mientras estemos mirando el mapa (la Palabra) y seamos sensibles a la voz del Espíritu Santo, y obedezcamos la indicación que recibimos, estaremos dando pasos seguros para cumplir nuestro propósito en la tierra.
JUAN 16:13 (RVR) “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”
Jesucristo sabía que pronto iría a la cruz y que luego de resucitar ascendería a la diestra del Padre. Además, sabía que Sus discípulos tendrían que caminar en el propósito que les estaba entregando. Pero no podrían hacerlo solos; ellos necesitaban una ayuda superior, una ayuda sobrenatural, ellos necesitaban al Espíritu Santo que les indicara cómo avanzar hacia el cumplimiento de lo que Jesús les encomendaría posteriormente (Mateo 28:19-20).
La Palabra de Dios es la única verdad, Jesucristo dijo: “Santificalos en tu verdad, Tú Palabra es la verdad” (Juan 17:), y El Espíritu Santo es llamado el Espíritu de verdad, por lo tanto, podemos confiar en cada indicación del Espíritu Santo. Él desea que disfrutemos la vida abundante que Jesucristo ha conquistado por nosotros y que cumplamos aquello para lo cual fuimos creados. El Espíritu Santo es indispensable en nuestras vidas. Es por esto que desde que nacimos de nuevo recibimos al Espíritu Santo. Sí, desde que nacimos de nuevo recibimos a la tercera persona de la Trinidad que es la “voz de nuestro GPS espiritual”, aquel que cuando leemos el mapa (la Palabra), nos explica qué nos quiere decir el mapa y qué dirección debemos tomar para ir desde donde estamos hacia donde debemos llegar.
Al igual que con el GPS natural, en muchas ocasiones tomamos decisiones sin contar con lo que nos indica nuestro “GPS espiritual”, por lo tanto, terminamos incluso caminando en dirección contraria a nuestro destino o propósito. Esto sólo nos terminará afectando a nosotros mismos. En muchas ocasiones las personas desisten de hacer aquello para lo que fueron llamadas sólo porque no confiaron en el “GPS espiritual”, sino en su propia prudencia. Quizás sí fueron llamadas a crear empresa, quizás sí fueron llamadas a estudiar esa carrera que tanto les llamaba la atención, quizás sí fueron llamadas a profesionalizarse en ese deporte o quizás sí fueron llamadas al Ministerio—sólo por poner algunos ejemplos—, pero quisieron dar cada paso de acuerdo a su propia prudencia, y omitieron la indicación que les daba la Palabra y la confirmación del Espíritu Santo, por lo tanto, terminaron fracasando y desistiendo de esos sueños y propósitos.
PROVERBIOS 3:5-6 (NTV) “Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar”
De una vez te lo digo con toda franqueza: no lograrás llegar a cumplir aquello para lo que fuiste llamado, si no sigues la dirección que Dios mismo te traza en Su Palabra y la guía del Espíritu Santo. No puedes depender de tu propio entendimiento. Tú ves lo natural y medio puedes leer qué está pasando a tu alrededor cercano, pero el Espíritu Santo sabe todo lo que pasará en unas horas, días, años, etc. Tú puedes trazar un plan de viaje, pero sólo la Palabra de Dios y el Espíritu Santo te pueden dar 100% la garantía de que llegarás a tu destino.
Si has renunciado a un sueño que sientes que Dios mismo puso en ti, pero que lo intentaste y fracasaste, porque no supiste escuchar la guía de Dios o porque simplemente quisiste desobedecer a Su guía, no puedes simplemente creer que no hay nada qué hacer, tú puedes pedirle al Espíritu Santo que te ayude en este momento a RECALCULAR tu viaje hacia tu propósito. Dios sabe que aunque en tu espíritu eres perfecto, aún tu alma quiere tomar el volante de tu vida. Por lo tanto, Él está dispuesto a mostrarte una y otra vez el camino, pero debes escucharlo y obedecerlo, porque Él nunca te forzará a hacer algo. Él respeta tu libre albedrío. El enemigo que hoy espero que elimines de tu vida, es tratar de cumplir tu propósito sin la ayuda de Dios, es decir, basándote en tu propia prudencia. Dios sólo está esperando a que nuevamente mires el mapa y escuches la guía del Espíritu Santo. Ya no sigas dando vueltas sin un rumbo claro en la vida. Permítele al Espíritu Santo recalcular el camino hacia el cumplimiento de tu propósito.
Muchas gracias Pastor Rafael por compartir tanta sabiduría y revelación por ra darnos alimento espiritual. Bendiciones
Mi GPS espiritual precisó y perfecto, la palabra de Dios.
Gracias pastor Rafael por compartir todos sus conocimientos, seguiré pidiéndole al Espíritu Santo su guía. Siempre he pedido a Dios una familia y aún no lo he podido ver ..
Pastor muchas gracias, ha sido una enseñanza reconfortante, gracias por obedecer la guía del Espíritu santo al escribir este articulo. Necesito que el Espíritu recalcule mi camino, pero mas que nada debo escuchar y obedecer.
Gracias a Dios por Su Palabra que es la lámpara en nuestro diario caminar y por Su Santo Espíritu que nos guía a toda verdad , gracias a Dios por su vida pastor , por su dedicación y por seguirnos instruyendo , que tema tan importante para nuestras vidas , Dios les continúa bendiciendo.
que maramivillosa enseñanza, esa comparacion tan perfecta del GPS, gracias mi pastor, bendiciones.