1 JUAN 2:2 (RVR) “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”
A lo largo del Nuevo Testamento, Dios estableció figuras y sombras que apuntaban al sacrificio que haría Jesucristo en la cruz. Cada cordero que era presentado como sacrificio sustitutivo representaba al Hijo de Dios que sería sacrificado en lugar de la humanidad pecadora. Lo interesante de esta figura y sombra, es que Dios le empezó a mostrar de forma progresiva, a la humanidad, la suficiencia del Cordero que Él mismo proveería. Veamos:
UN CORDERO POR UN HOMBRE: podríamos decir que el primer sacrificio se dio en el Jardín del Edén, cuando Dios sacrificó a un animal para cubrir la desnudez de Adán y Eva, pero es evidente que aunque no lo dice la Palabra, Dios le mostró a Adán que debía seguir derramando la sangre de un animal, para que de esta manera cubriera su pecado. Esto lo podemos intuir por el relato que encontramos en Génesis 4:4-5 (RVR):
“Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante”
Caín se molestó porque su ofrenda no agradó a Dios, pero Dios le recordó que él sabía que ese no era el sacrificio solicitado (Génesis 4:6-7), debía hacerse el derramamiento de sangre. Por lo que podemos llegar a la conclusión de que fue Adán el que le explicó a sus hijos que era necesario inmolar un cordero por persona. Misma enseñanza que fue transmitida a las siguientes generaciones.
UN CORDERO POR UNA FAMILIA: Dios le había dicho a Moisés que le advirtiera al Faraón que si no dejaba salir libre a Israel, vendría el ángel de la muerte a tomar la vida de todos los primogénitos. Por lo que para proteger la vida de Israel, Dios le mostró a Moisés qué debían hacer para que ese juicio que estaría sobre Egipto no cayera también sobre ellos:
ÉXODO 12:3 (RVR) “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia”
Fue en la primera Pascua celebrada, que Dios apuntó en esta sombra de Cristo, que no sólo sería suficiente para una persona el cordero que Dios proveería, sino que lo sería además para una familia. Fue en ese momento donde todas las familias que sacrificaron un cordero y pusieron la sangre como señal en los dinteles de las puertas de sus casas, fueron protegidas del juicio que el ángel de la muerte ejecutó sobre la casa que no tenía la señal del sacrificio.
UN CORDERO POR UNA NACIÓN: continuó Dios revelando de forma progresiva detalles del cordero que Él proveería para la humanad; ahora ese cordero no sólo cubriría el pecado de una persona y de una familia, sino además de una nación. Dios ordenó que cada año entrara el Sumo Sacerdote al Tabernáculo a presentar en el propiciatorio la sangre del sacrificio por la nación. Dios ordenó que lo hicieran cada año, todo apuntando a que ellos se dieran cuenta de que un animal sólo cubría sus pecados como nación un año, porque al siguiente debían volver a presentar otro sacrificio, y así continuar año tras año.
LEVÍTICO 16:34 (RVR) “Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel”
La declaración “estatuto perpetuo”, dejaba claro que no había otra forma que seguir cubriendo el pecado hasta que un acto mayor parara el sistema de sacrificios.
UN CORDERO POR EL MUNDO: Todas las sombras del cordero sacrificado apuntaban a Jesucristo, el Cordero de Dios, que no sólo pagaría en lugar de una persona, una familia o una nación, Su sangre es mucho más valiosa, es incalculable, fue un sobrepago Su derramamiento, por lo tanto, Su sacrificio pagó por el pecado del mundo.
Juan el Bautista lo reconoció como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo:
JUAN 1:29 (RVR) “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
La paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23), pero los sacrificios de animales sólo podían cubrir el pecado, no quitarlo, porque nunca un animal tendrá el mismo valor de un ser humano. Pero con el sacrificio perfecto de Jesucristo en la cruz, todo el sistema de sacrificios de animales fue abolido por la Suficiencia de Jesucristo, Su sacrificio pagó por el pecado una vez y para siempre.
HEBREOS 10:11-12 (RVR) “Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios”
Ahora, hay algo muy importante que tenemos que tener en cuenta, y es que así como en la sombra del sacrificio de animales, las personas debían voluntariamente participar del beneficio que traía el sacrificio, así mismo, aunque Jesucristo pagó por todos los pecados —pasados, presentes y futuros—, sólo aquellos que estén dispuestos a reconocer que Él es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo, y que es el único camino Suficiente de Salvación, podrán disfrutar de esta salvación tan grande.
No podemos malinterpretar la salvación, como lo hacen aquellos que creen en la doctrina de la salvación universal, que afirma que todos, independientemente de si creen o no en Jesucristo, son salvos, porque ya Su Sangre pagó por todos. Pero es clara la Palabra:
JUAN 3:16 (RVR) “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
Detallemos un poco más este versículo dividiéndolo en dos:
- Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito: Dios por amor ofreció al mundo la única salida que tenía para ser libre de la condena del pecado, Su Hijo amado como Cordero por el pecado.
- Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna: no hay duda de que Dios es claro en las condiciones de Su Nuevo Pacto bajo la Sangre de Jesús. El Cordero fue sacrificado para todos, pero sólo lo podrán disfrutar aquellos que pongan su fe en Él. El que no crea en el Cordero y Su Sacrificio se perderá; por el contrario, el que crea en Jesucristo y Su obra como Cordero inmolado recibirá vida eterna.
Dios no quiere que nos quedemos con la sombra de Jesucristo. Estudiar lo que pasó con el sistema de sacrificio de animales sólo es beneficioso si encontramos los paralelos que tiene con el cumplimiento en Jesucristo, pero por ningún motivo debemos pretender volver a ese sistema. ¡Exaltemos hoy la Obra completa del Gran Cordero de Dios que pagó por nuestros pecados! ¡Gracias al Cordero de Dios, no estamos perdidos y tenemos vida eterna!
Excelente explicación Pastor Rafael muchas gracias por compartir sus conocimientos de la palabra de Dios que nos ayuda a crecer y madurar espiritualmente en el conocimiento de nuestro Señor. Bendiciones
Muchas gracias pastor por su explicación y compartir su conocimiento acerca de las escrituras. Bendiciones