Iglesia Palabra Pura

PROVERBIOS 24:30-31 (NTV) “Pasé por el campo de un perezoso, por el viñedo de uno que carece de sentido común. Vi que habían crecido espinos por todas partes. Estaba cubierto de maleza, y sus muros, destruidos”

El rey Salomón, a quien Dios le concedió gran sabiduría, se encontró con el viñedo de un hombre, que tenía espinos y maleza por todas partes, además de sus muros destruidos, lo cual dejaba vulnerable el poco fruto que pudiera obtener de su cosecha. Él se da cuenta de que este viñedo no está en ese terrible estado por un agente externo en sí, sino por culpa del mismo dueño, al que Salomón llama perezoso. ¿Pero por qué Salomón lo llama así? Veamos lo que dice unos versículos después:

PROVERBIOS 24:32-34 (NTV) “Entonces, mientras miraba y pensaba en lo que veía, aprendí esta lección: un rato más de dormir, un poquito más de sueño, un breve descanso con los brazos cruzados, entonces la pobreza te asaltará como un bandido; la escasez te atacará como un ladrón armado”

Noten que el hombre que describe Salomón se sintió satisfecho con su viñedo porque le había puesto un muro de protección, así que decidió tomarse un pequeño descanso, luego despertó, se dio cuenta de que todo estaba bien y volvió a tomarse otra siesta, finalmente, vio que mientras dormía todo seguía igual, por lo cual se relajó más, cruzó sus brazos junto a su cabeza, y mientras dormía profundamente, su muro de protección fue destruido y su viñedo estaba a punto de echarse a perder.

El dueño del viñedo podría argumentar que él inicialmente hizo todo bien, pero es que en un viñedo no se necesita sólo un buen comienzo, sino, además, un cuidado permanente, una labor continua que asegure la cosecha completa. Así mismo, en el matrimonio, si bien se requiere una muy buena preparación para entrar en él, cuando se da el sí en la ceremonia matrimonial no se termina todo el trabajo, se requiere que se levanten murallas que protejan el matrimonio, pero sobre todo, que las mismas sean supervisadas constantemente, para que estas no caigan, por imitar la actitud pasiva y confiada del hombre perezoso de Proverbios 24.

La semana pasada, empecé una lista de características de las murallas que protegen el matrimonio, buscando no sólo que las identifiquen, sino que, además, las supervisen para que puedan vivir un maravilloso matrimonio, blindado contra el divorcio y cualquier otro tipo de ataque. Hemos visto 2 características:

1. RELACIÓN CON DIOS EN PAREJA.

2. ROLES DEFINIDOS.

Continuemos viendo otra característica:

3. COMUNICACIÓN BASADA EN LA CONFIANZA Y COMPRENSIÓN:

Deben entender que Dios creó al hombre y a la mujer igual en esencia, dignidad y valor, pero con gran diferencia en personalidad y habilidad, para que uno al otro fuesen un complemento perfecto. El hombre se caracteriza por su fuerza y valentía impulsiva, y la mujer por su delicadeza y racionalidad.

Tanto el hombre como la mujer en el matrimonio deben identificar en qué son iguales, como también en qué son diferentes, para que su comunicación no se vea debilitada por la frustración y desánimo frente a su pareja. Un ejemplo muy conocido de la diferencia entre hombres y mujeres al recibir un mensaje, es el que da el Dr. Emerson Eggerichs en su libro Devocional “Cada Día con Amor y Respeto”: “Cuando alguien dice <<¡No tengo qué ponerme!>> Ella escucha nada nuevo, mientras que él escucha nada limpio”. Los dos escuchan diferente porque tienen características diferentes, el hombre es práctico a la hora de vestir y, por el contrario, la mujer quiere aprovechar cada fecha para sorprender con su outfit. Ninguno de los dos sexos debe ser juzgado por la forma en cómo siente o piensa, pero ya que se está en un matrimonio, los dos deben buscar un balance que les permita comunicarse el uno al otro sin entrar en pleitos y divisiones.

Noten que no le puse a esta característica sólo comunicación, sino que enfaticé cómo debe ser la comunicación: basada en la confianza y la comprensión. ¿Por qué? Porque cada uno  debe sentirse cómodo expresando sus sentimientos y deseos frente al otro, sabiendo que no será juzgado por lo que exprese, y que sí está equivocado, será convencido por el cónyuge de una manera sabia, no agresiva, para no cortar con la importante comunicación. Por lo tanto, voy a darles un consejo a cada una de las partes del matrimonio:

MUJERES

SANTIAGO 5:12 (RVC) “…Cuando digan «sí», que sea «sí»; y cuando digan «no», que sea «no»…”

Los hombres somos directos y en muchos casos poco creativos, por lo que necesitamos más información, clara y sencilla. Nos gusta complacerlas, pero necesitamos que lo que digan nos deje completamente claro qué les gusta, y qué no les gusta. Sin embargo, ustedes suelen dejarnos exámenes con espacios en blanco, donde debemos tratar de acertar qué quisieron decir. Aunque algunos hombres hemos aprendido que ninguna respuesta a la pregunta “¿Qué vestido me queda mejor, el rojo o el negro?” es correcta, otras frases como: “Te cuento que a mi amiga la llevó el esposo a Miami, qué bien la deben estar pasando” o “¿Sabes qué día es hoy?”, nos cuesta un poco captarlas al instante. Así que si responden “Estoy bien, no me pasa nada”, los hombres tomaremos sus palabras, y no ahondaremos al respecto. No es falta de interés, sólo es parte de nuestras características como hombres.

HOMBRES

COLOSENSES 3:19 (DHH) “Esposos, amen a sus esposas y no las traten con aspereza”

La Palabra nos exhorta a los esposos a tratar a las esposas como vasos frágiles (1 Pedro 3:7). Las mujeres son muchísimo más sensibles que nosotros, y es nuestra responsabilidad protegerlas, incluyendo sus corazones. Ya que somos más directos al hablar, debemos usar herramientas que nos permitan expresarnos sin ser ásperos. Ellas deben sentir que nuestras palabras contienen amor, y así mismo recibirán el mensaje. Los hombres somos más visuales, y las mujeres más auditivas, por lo que la forma en cómo le hablamos, y lo qué decimos, influye en cómo las mujeres recibirán el mensaje.

Como lo pueden ver, los hombres y mujeres somos diferentes en varios aspectos, pero Dios no lo hizo así para dividir, sino para complementar, por lo que debemos usar la confianza y comprensión para lograr sacar el mayor provecho de ser el complemento perfecto para el otro.

Hasta ahora, hemos tratado con temas un poco superficiales de la comunicación, por lo que en el próximo artículo me gustaría que viéramos una lista de temas donde la mala comunicación puede abrir una brecha en la muralla de protección.

6 comments on “MURALLAS QUE PROTEGEN EL MATRIMONIO – PARTE 2

  1. Muchas gracias Pastor Rafael por compartir su sabiduría con respecto a este tema tan importante, cada día aprendiendo más. Bendiciones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SELECIONA TU MONEDA