MATEO 16:18 (RVR) “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”
En este pasaje, encontramos a Jesús mencionando por primera vez a Su Iglesia. Por supuesto, no fue una idea que nació en esa reunión con Sus discípulos, pues a lo largo de la Palabra no encontramos a Dios improvisando, sino ejecutando Sus planes. Pero fue la inspiración que Dios Padre le dio a Simón (Pedro): “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente” (Mateo 16:16), la que abrió la oportunidad para que Jesucristo empezara a revelar lo que antes era un Misterio escondido: LA IGLESIA.
Estaba a punto de terminarse la Dispensación de la Ley de Moisés, para darle paso a la nueva Dispensación, conocida como la Dispensación de la Gracia o de La Iglesia; un Cuerpo formado por creyentes que creerían de corazón y confesarían con libertad lo que Simón (Pedro) declaró: “Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente”. Un Cuerpo que no estaría estático, sino en constante movimiento de avance para impactar el mundo, dirigido por una única Cabeza, Jesucristo.
Hay muchos aspectos que podríamos estudiar sobre La Iglesia, que incluso ya he tratado en otras enseñanzas desde el Púlpito, como:
-La Iglesia eres tú (2016).
-Movimiento vs Iglesia (2017)
-La Iglesia, Su idea (2017).
-La expansión de la Iglesia (2018).
-Cristo en todo el mundo (2018).
-La Iglesia, somos alguien especial (2019).
Pero en este Artículo, quiero que estudiemos un poco sobre esta descripción que dio Jesucristo, ante Sus discípulos, de lo que sería Su Iglesia: “las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”, mostrando que La Iglesia es un objetivo a eliminar por parte del reino de las tinieblas, pero que la misma es INDESTRUCTIBLE.
Quizás en países Norte y Sudamericanos no se vea la persecución por el motivo de ser seguidores de Jesucristo al nivel de otros países ubicados en continentes como Asia y África, donde se reporta que 2 de cada 5 cristianos sufre persecución en Asia y 1 de cada 5 sufre persecución en África. Sin embargo, las tinieblas perseveran en tratar de tumbar la Iglesia para que desaparezca, pero es IMPOSIBLE.
El Apóstol Pablo, en la Carta a la Iglesia de Colosas, nos dice que Jesucristo venció en la cruz y exhibió a los principados y a las potestades de maldad como los grandes perdedores:
COLOSENSES 2:15 (RVR) “y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”
Los imperios, reinos y gobiernos de la tierra han intentado destruir la Iglesia, pero estos son los que han quedado atrás. Por ejemplo, el Imperio Romano. Varios Emperadores impulsaron y aprobaron la persecución y asesinato de los cristianos de su tiempo buscando exterminar la Iglesia. Veamos algunos nombres de estos:
–NERÓN (37 – 68 d.C.): un sádico hombre que inició un incendio al usar cristianos como antorchas para encender la ciudad. Bajo su imperio fueron martirizados los Apóstoles Pablo y Pedro.
–VESPASIANO (69 – 79 d.C.): persiguió ferozmente a los cristianos y ordenó atacar a Jerusalén, destruyendo su Templo en el año 70 d.C.
–DOMICIANO (90 – 96 d.C.): un emperador cruel y paranoico, al que se le señala de ser el que ordenó la crucifixión del obispo Simeón, además, de ser el que ordenó ejecutar al Apóstol Juan sumergiéndolo en una tina con aceite hirviendo, pero al darse cuenta que de forma milagrosa sobrevivió, ordenó su exilio en la Isla de Patmos.
–TRAJANO (98 – 117 d.C.): un fanático de las demostraciones de sangre en los juegos de gladiadores. Dentro de las ejecuciones que ordenó, dio la orden de asesinar al Obispo Clemente de Roma lanzándolo al mar con un ancla en su cuello, luego de que no pudieron presionarlo por medio de trabajos forzosos, picando piedra con otros cristianos, a adorar al dios Júpiter.
Y después de Trajano continuó la persecución de la Iglesia por parte de los Emperadores: Adriano (117 – 138 d.C.), Marco Aurelio (161 – 180 d.C.), Septimio Severo (202 – 211 d.C.), Maximino (235 – 238 d.C.), Decio (249 – 251 d.C.), entre otros.
Se dice que en una de las ejecuciones de un cristiano, un Emperador Romano, furioso por la forma en como el cristiano refutaba sus amenazas, gritó: “¡Guardias, maten a este hombre insolente!”. A lo que el creyente respondió: ¿Matarme a mí? ¡Favor que usted me hace! Ya hace muchísimos años que morí con Cristo y la vida que vivo ahora la vivo para Él que murió y resucitó por mí”.
Este cristiano sabía que las puertas del Hades no podían destruir la Iglesia, y que aún dejar su cuerpo en la muerte física era ganancia, porque estaría presente en el Señor, mientras la Iglesia seguía operando en la tierra. De igual manera, todos los que no negaron su fe ante la persecución, entregaron su vida en victoria, confiando en la declaración de Jesucristo: “y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
Lo cierto es que Roma cayó, el Imperio Romano se extinguió (476 d.C.), pero la Iglesia que estuvo perseguida bajo este Imperio, continúa indestructible. Mientras esperamos que Jesucristo venga a la tierra a tomar Su lugar como Rey, la Iglesia será perseguida y atacada, mas no destruida, porque la Iglesia es una Iglesia Triunfante, protegida por la Victoria de Jesucristo.
Amén, Amén, Amén
Tenemos vesa certeza, Pastor, Dios los Bendiga por tanta enseñanza y luz que trae a nuestra vida.
Bendiciones…
Gracias pastor Rafael por traernos la verdad de la palabra. Dios lo siga bendiciendo y dando esa sabiduría para traernos enseñanzas maravillosas.
Muchas gracias y bendiciones y Dios continúe dándole tanta sabiduría.
Buenos días Pastor muchas gracias por tan grande enseñanza bendiciones.