Iglesia Palabra Pura

En la Parte anterior (Parte 9), abrimos una pequeña sección en esta Serie, para ver de qué forma es mencionado el Rapto de la Iglesia desde las siguientes cuatro 4 perspectivas: los Evangelios, las dos Cartas a los Tesalonicenses, 1 Corintios y Apocalipsis. El día de ayer vimos la perspectiva número uno (1). Avancemos en este estudio:

PERSPECTIVA #2: EL RAPTO DE LA IGLESIA EN LAS DOS CARTAS A LOS TESALONICENSES

Es curioso que esta enseñanza, del Rapto de la Iglesia, fue dada a la recién establecida Iglesia en Tesalónica como doctrina básica del Cristianismo.

1 TESALONICENSES:

1 Tesalonicenses es probablemente la Carta con mayor concentración doctrinal sobre el Rapto de la Iglesia, pues de una forma u otra el Rapto es mencionado en cada uno de los cinco (5) Capítulos.

Antes de que veamos algunas Escrituras claves de esta primera carta, recordemos un poco del contexto alrededor de esta Carta:

Cuando el Apóstol Pablo, Silas y Timoteo llegaron a la ciudad de Tesalónica, en el Sudeste de Europa, muchas personas, en esa región, recibieron el mensaje del Evangelio, pero según lo vemos en Hechos 17:4-5 (LBLA): “Algunos de ellos creyeron, y se unieron a Pablo y a Silas, juntamente con una gran multitud de griegos temerosos de Dios y muchas de las mujeres principales. Pero los judíos, llenos de envidia, llevaron algunos hombres malvados de la plaza pública, organizaron una turba y alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo”, la persecución que se les presentó, una vez más, hicieron que al Apóstol Pablo y a quienes lo acompañaban no les quedara más opción que salir de Tesalónica.

Al poco tiempo de haber salido de Tesalónica, el Apóstol Pablo envió a Timoteo de regreso a esa región para ver cómo estaba la Iglesia de los Tesalonicenses. Así que Timoteo, después de haber estado por un tiempo en esa región, le informó al Apóstol Pablo que los Tesalonicenses estaban firmes en la fe, daban un buen testimonio ante la sociedad y estaban predicando el Evangelio como se les había sido enseñado. Es en ese momento que el Apóstol Pablo, muy feliz por las buenas noticias que había recibido de Tesalónica, escribió 1 Tesalonicenses. Pero, además, debido a que Timoteo, en su reporte, también había informado que los Tesalonicenses tenían algunas preguntas relacionadas con el Rapto de la Iglesia, el Apóstol aprovechó para exponer claramente la doctrina del Rapto con ciertos detalles que no encontramos en otras cartas.

Una de las cosas que el Apóstol Pablo les revela y explica a los Tesalonicenses es el inminente regreso de Jesucristo por Su Iglesia. Veamos los siguientes pasajes:

1 Tesalonicenses 1:10 (LBLA)

“y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de entre los muertos, es decir, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”

1 Tesalonicenses 3:13 (LBLA)

“a fin de que Él afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos”

1 Tesalonicenses 5:23 (LBLA)

“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”

Estos pasajes los pueden estudiar con mayor profundidad  junto a otros pasajes como 1 Tesalonicenses 4:13-18; 5:1-11.

Las expectativas del Rapto de la Iglesia eran tan ciertas en ese tiempo como el hecho histórico de que Jesús Murió y fue Resucitado (1 Tesalonicenses 4:14). La Muerte y Resurrección de Jesucristo pasaron de ser un tema profético, para luego de haberse dado el cumplimiento formar parte de un hecho y base fundamental de la fe cristiana. De esta misma forma, el Rapto de la Iglesia pasará, muy pronto, de ser un tema profético a ser un hecho del Cristianismo. Si esto era verdad para ellos, en ese tiempo, ¿cuánto más debe ser para nosotros?

2 TESALONICENSES:

Ahora, cuando pasamos a 2 Tesalonicenses, encontramos un pasaje que nos revela algo de gran importancia:

2 Tesalonicenses 2:6-9 (LBLA)

“Y vosotros sabéis lo que lo detiene por ahora, para ser revelado a su debido tiempo. Porque el misterio de la iniquidad ya está en acción, solo que aquel que por ahora lo detiene, lo hará hasta que él mismo sea quitado de en medio. Y entonces será revelado ese inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuya venida es conforme a la actividad de Satanás, con todo poder y señales y prodigios mentirosos”

Ya entendemos que en el periodo de la Tribulación se verá la Ira de Dios, donde el Anticristo y su furor se manifestará. El Anticristo no puede ser manifestado hasta que sea quitado de en medio quien lo detiene, que es la Iglesia. Es decir, que hasta que la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, no sea Raptada, el Anticristo no se podrá manifestar en la tierra.

PERSPECTIVA #3: EL RAPTO DE LA IGLESIA EN 1 CORINTIOS

En 1 Corintios surgió la pregunta sobre si aquellos que murieron en Cristo tendrán los mismos beneficios de aquellos que estén vivos y sean Raptados. Esta pregunta es contestada de una forma magistral en 1 Tesalonicenses 4:13-18. Así que veamos estos dos (2) pasajes juntos:

1 Tesalonicenses 4:13-18 (LBLA)

“Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con Él a los que durmieron en Jesús. Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. Por tanto, confortaos unos a otros con estas palabras”

1 Corintios 15:51-58 (LBLA)

“He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Devorada ha sido la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”

Un detallado estudio de estos dos (2) pasajes juntos, trae mayor revelación de esta gran verdad, de gran importancia y peso profético, respecto a la doctrina del Rapto de la Iglesia,. Continuaremos estudiando más la próxima semana.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SELECIONA TU MONEDA