Iglesia Palabra Pura
  • 28 noviembre, 2022
  • Rafael Lemes
  • 1

En el Artículo anterior terminamos de ver el recorrido del primer viaje Misionero del Apóstol Pablo. Desde el principio notamos la persecución que tienen aquellos que proclaman el mensaje de Salvación; sin embargo, el Apóstol Pablo menospreciaba esta persecución al ponerla en la balanza junto a las recompensas eternas que obtendría al cumplir con el llamado que el mismo Señor Jesucristo le había hecho, a tal nivel que la llamaba leve tribulación momentánea:

2 CORINTIOS 4:17 (RVR) “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”

Y tengamos en cuenta que estamos hablando del Apóstol Pablo que en su primer viaje Misionero ya había sido lapidado por una multitud enfurecida (Hechos 14:19-28). Pero esta macabra situación sólo hizo parte de una larga lista de sufrimientos que el Apóstol experimentaría hasta su muerte:

2 CORINTIOS 11:23-28 (RVR) “… en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado (en Listra); tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas…”

¡Impresionante! Ahora, es momento de que en este Artículo empecemos a ver el segundo viaje Misionero del Apóstol a los Gentiles:

Antes de hablar de la primera parada, deben saber que el Apóstol no salió junto a Bernabé en este viaje. Los dos hicieron un segundo viaje, pero por caminos distintos; el Apóstol Pablo salió directamente hacia Galacia y Bernabé navegó hacia Chipre (su tierra natal). Si ustedes leen Hechos 15, se pondrán en contexto del por qué de esta división:

Los Apóstoles tuvieron una fuerte discusión por no estar de acuerdo sobre quién los acompañaría en ese segundo viaje; ya que Bernabé deseaba llevar como ayudante otra vez a su sobrino Juan Marcos, pero el Apóstol Pablo no estaba dispuesto a darle tan rápido una segunda oportunidad a un joven que los había abandonado ante la primera señal de persecución, y hago énfasis en tan rápido, ya que años más tarde el Apóstol vuelve y lo hace parte de su equipo Ministerial (2 Timoteo 4:11).

HECHOS 15:39-41 (LBLA) “Se produjo un desacuerdo tan grande que se separaron el uno del otro, y Bernabé tomó consigo a Marcos y se embarcó rumbo a Chipre. Mas Pablo escogió a Silas y partió, siendo encomendado por los hermanos a la gracia del Señor. Y viajaba por Siria y Cilicia confirmando a las iglesias”

Es normal que al iniciar un Ministerio se ponga en posiciones del ministerio de ayudas a personas sólo por necesidad inmediata, pero a medida que va pasando el tiempo, los estándares se elevan y se hace más rigurosa la búsqueda de quién supla esas posiciones.

Para darles más claridad sobre este punto, déjenme ponerles un ejemplo con nuestro Ministerio: cuando llegamos Morena y yo a abrir el primer Servicio de Iglesia Palabra Pura, necesitábamos personas que nos ayudaran en el ministerio de ayudas; necesitábamos personas que nos ayudaran a recibir a la congregación, personas que manejaran los equipos de audiovisuales y personas que cantaran en la alabanza. Como apenas estábamos empezando, trabajamos con las que simplemente estuvieran dispuestas, y el tiempo nos fue revelando de qué estaban hechas esas personas, y si eran aptas o no para estar en esas posiciones, pero a medida que fue pasando el tiempo, nuestros estándares se fueron elevando hasta el punto que para que una persona sirva ahora en nuestra Iglesia, no sólo debe decir que está dispuesta, sino que debe cumplir varios requisitos que hemos puesto en el avance de nuestro Ministerio.

Así que el Apóstol Pablo y Bernabé salieron con Juan Marcos en el primer viaje Misionero porque seguramente vieron sólo su disposición. Pero en el segundo viaje Misionero el Apóstol elevó su estándar observando con más detalle quién lo acompañaría. Y es allí donde fijó su mirada en Silas como uno de sus ayudantes.

¿Quién era Silas?

Esto nos dice la Palabra de él:

  1. Era un profeta que hablaba con denuedo:

HECHOS 15:32 (RVR) “Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras.

2. Era de gran reconocimiento y estima para los creyentes de Jerusalem:

HECHOS 15:22 (RVR) “Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos”

3. Era ciudadano Romano:

HECHOS 16:37 (RVR) “Pero Pablo les dijo: Después de azotarnos (a Silas y él) públicamente sin sentencia judicial, siendo ciudadanos romanos, nos echaron en la cárcel, ¿y ahora nos echan encubiertamente? No, por cierto, sino vengan ellos mismos a sacarnos”

4. Tuvo el sentir de no regresar a Jerusalem, y continuar su labor en Antioquía de Siria. Allí seguramente el Apóstol Pablo pudo hacerle seguimiento al testimonio de Silas:

HECHOS 15:34 (RVR) “Mas a Silas le pareció bien el quedarse allí”

5. Se mantenía firme pese a la persecución:

HECHOS 16:22-25 (RVR) “Entonces la multitud se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados mandaron que les arrancaran la ropa y los azotaran. Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel, y ordenaron al carcelero que los custodiara con la mayor seguridad. Al recibir tal orden, este los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo. A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban” 

Precisamente esta característica manifestada en el inicio del segundo viaje Misionero, le mostró al Apóstol Pablo que Silas había sido una excelente elección de compañía para la labor que tenían por delante.

Hasta este punto tenemos una información más amplia sobre quién acompañó inicialmente al Apóstol Pablo en este segundo viaje. Pero en el próximo artículo veremos que 2 personas más se sumaron a apoyar al Apóstol Pablo en este viaje, Timoteo y Lucas (el autor de Hechos de los Apóstoles).

1 comment on “HECHOS DE LOS APÓSTOLES – PARTE 18

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