2 TIMOTEO 3:12 (RVR) “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”

Estas fueron las sabias palabras, que por inspiración del Espíritu Santo, le dio el Apóstol Pablo a su hijo en la fe Timoteo. El Apóstol, que conocía muy bien qué era estar constantemente perseguido por obedecer el llamado que Dios le había hecho (2 Corintios 11:23-38), dejó claro que esta persecución no era exclusiva, sino que todos los que como él buscaran vivir piadosamente recibirían persecución.

Hago la aclaración que el Apóstol Pablo no dijo que los cristianos en general serían perseguidos; sino solamente los que tomaran la decisión de vivir piadosamente. ¿Por qué? Porque el enemigo va a tratar de detener el impacto que produce la Palabra sembrada en los corazones.

El Apóstol Pablo pudo discernir que toda la persecución que vivió fue producto de algo espiritual que había detrás de las personas que se ponían en su contra para atacarlo (Efesios 6:12-13), para atacar el poder de la Palabra en su vida y a través de su vida, él entendió que si no estuviera haciendo lo correcto, nadie se le habría opuesto.

Ahora, no quiero que piensen que este tipo de persecución es sólo para los que tienen un llamado al Ministerio, como el Apóstol; la verdad es que como se los he dicho en muchas ocasiones, todos tenemos un llamado, cualquiera sea el área o montaña de la sociedad (educación – artes/entretenimiento – gobierno/militar – religión – negocios – medios de comunicación), y si nos comprometemos en ser obedientes a Dios, entonces, vamos a ser perseguidos de una u otra forma, para que desmayemos en el impacto positivo que seremos para la sociedad, tanto en testimonio de las Buenas Nuevas del Evangelio, como en la transformación de las vidas que impactemos.

Vivir piadosamente, en palabras simples, significa: “Vivir en obediencia a la Palabra de Dios”. Muchos creyentes se sienten frustrados cuando al obedecer la Palabra encuentran voces de críticas, haciéndoles creer que están actuando como ingenuos o tontos por no seguir la voz de  lo que para el sistema del mundo es normal, pero la verdad, es que seguir la guía de este mundo caído sólo produce muerte, mas la guía del Espíritu nos llevará a experimentar vida y paz.

ROMANOS 8:6 (RVR) “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”

El enemigo sabe eso, por lo tanto, usará a las personas para tratar de perseguir el impacto de una vida en obediencia a la Palabra. Jesús lo tenía tan claro cuando estuvo en la tierra, que pudo discernir que uno de Sus amados discípulos, al que el Padre le había revelado que Él es el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Mateo 16:16-17), tiempo después estaba siendo influenciado por Satanás para que Él dejara de obedecer a Dios. Veamos:

MATEO 16:22-23 (RVR) “Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”

Minutos antes de esta reprensión, Pedro fue felicitado, por Jesús, por la revelación que había recibido, pero ahora está escuchando que sus palabras están siendo condenadas por Jesús, ya que Él discernió que lo que había detrás de las palabras que suenan muy piadosas, tenían detrás un plan de Satanás para desenfocarlo de Su poderoso propósito. Seguramente Pedro se sintió avergonzado por lo que Jesús dijo en ese momento, pero al luego comprender, por inspiración del Espíritu Santo lo que representaba que Jesús fue a la cruz para redimir a la humanidad, le trajo gran alegría saber que Su Maestro no escuchó sus palabras mal influenciadas.

Tengan claro algo, sus acciones conforme a la Palabra producirá que algunos les feliciten y que otros les critiquen y traten de persuadirles para que desistan. Ustedes deben discernir que lo que hay detrás de aquellos que quieren hacerlos retroceder de seguir la Palabra, por más de que utilicen palabras muy tiernas y cuidadosas, si lo que están buscando es que dejen de poner en primer lugar a Dios y le desobedezcan, entonces, detrás hay un mundo espiritual de maldad que se levantó en persecución, porque sabe lo efectiva que es la Palabra en ustedes sembrada en buena tierra.

Nunca traten de buscar la aprobación de los demás, por encima de la de Dios, porque se encontrarán siguiendo el sistema del mundo y no el de Dios.

Nunca permitan que nadie les cambie el rumbo que traza la Palabra, incluso si lo están tratando de hacer personas a las que le tienen gran aprecio, con declaraciones que suenan  para muchos muy dulces y elocuentes:

• “Eso de ir a la Iglesia es para personas ya ancianas, Dios está en todas partes, aproveche y pase tiempo de calidad, luego se ocupa de esa parte si es que le gusta tanto”.
• “No sea tonto y no dé el diezmo, que eso sólo lo dan los ignorantes que no saben que es para enriquecer a los Pastores”.
• “Las deudas son la única forma de obtener algo en la vida, sino aprovecha para irlo pagando ahora, ¿cuándo podrá obtenerlo?”.
• “No se case, que eso es amarrarse a una persona, sólo pruebe y disfrute mientras se cansa”.
• “Vote por el candidato que le prometa más cosas a usted, sin importar los valores y la integridad que tenga ese candidato, igual todos lo hacen”.
• “Ahora es normal que un niño diga que se sienta niña, si usted no acepta eso, usted es un retrógrada homofóbico, y usted no ama entonces”.
• “No importa que vaya a una boda de parejas del mismo sexo, igual amor es amor, y nadie manda en el corazón”.

Esas son sólo algunas declaraciones de personas amadoras de sí mismas, y no de Dios, que quieren vivir agradando a los demás, por encima de Dios. Aprendan a discernir por la Palabra que lo que hay detrás de esas declaraciones es un mundo espiritual de maldad que busca que ustedes desobedezcan la Palabra, y frenen el impacto de la Palabra en sus vidas y a través de sus vidas.

Su obediencia no le va a agradar a todos, pero sepan que les va a agradar al más importante, a Dios. Busquemos entonces AGRADAR A DIOS, ANTES QUE A LOS HOMBRES.